«La estación del TAV será ejemplo de intermodalidad global, integra transporte, cultura y urbanismo»
El arquitecto que remodeló Tabakalera completa la renovación de esta zona de Donostia con la nueva terminal de alta velocidad, cuya obra comenzará en abril Jon Montero Arquitecto de la estación del TAV de San Sebastián
Unir ciudad, funcionalidad para el transporte y cultura. Ese es el reto de Jon Montero, el arquitecto que ha diseñado la nueva estación del TAV ... de San Sebastián y que completará con esta obra la remodelación urbana de este espacio que ya comenzó con Tabakalera. «Yo lo llamo intermodalidad global. Es fantástico», dice con entusiasmo.
-¿Cómo definiría la estación del TAV que ha diseñado para San Sebastián?
-Será un ejemplo no muy habitual de intermodalidad global, como yo lo llamo. A la reunión en un espacio de varios medios de transporte público, en este caso se une la cultura más actual, con el edificio de Tabakalera. El hecho de que Tabakalera y la estación participen de un mismo concepto arquitectónico y una proximidad total convierte la intermodalidad en algo fantástico. El tren de alta velocidad, Cercanías, la estación de autobuses, el aparcamiento y Tabakalera aparecen totalmente enlazados.
-¿De dónde surgió la idea de esa fusión?
-A nivel técnico hemos colaborado estupendamente con la ingeniería Eptisa, y con el equipo técnico de Euskal Trenbide Sarea (ETS). La idea inicial viene de épocas antiguas, cuando aún no se hablaba de la estación de alta velocidad. Entonces ya se planteó la posibilidad de colocar una plaza o un elemento en voladizo a la altura de la primera planta de Tabakalera. Pero la idea no llegó a término. También se descartó la primera idea de situar la estación encima de la plaza. El alcalde desde el primer momento luchó con Adif para conseguir que se hiciese de otra manera, y que no obstaculizase la visión del edificio y se liberase al máximo la plaza. Conseguimos convencer a Adif, que no es fácil, de que así se conseguía el doble objetivo. Ha sido un proceso de año y medio largo y complicado, pero muy agradable e ilusionante.
-Así que al final habrá una integración de transporte, urbana y cultural.
-Esa es una de las cosas que como arquitecto más nos ha interesado, poder trabajar no solo en términos de diseño arquitectónico sino en términos de ciudad. Porque aquí no solo se va a hacer una estación de alta velocidad, que será fantástica y absolutamente interesante para la ciudad y para el país, al mismo tiempo se ha conseguido una plaza a nivel de la primera planta de Tabakalera, que supone un mirador fantástico sobre el Urumea y la parte del ensanche del Buen Pastor, y que tendrá unas dimensiones algo superiores a las de la plaza de Gipuzkoa. Es muy grande. Además, al colocar la estación, la clave de todo, debajo de la plaza, en sótano, se consigue ampliar el paso inferior de Egia, que se convertirá en un elemento urbano con un potencial fantástico.
-Habla de sótano, pero en realidad la cota de vías no cambia, ¿no? Lo que cambiarán son los accesos a los andenes.
-Eso es. Las vías quedan en el mismo lugar. Y la plaza, sobre la catenaria, con una altura mínima pero suficiente. Ha habido fortuna, si las vías hubieran estado dos metros más arriba no se hubiese podido hacer.
-El centro cultural abrirá una nueva puerta a la plaza.
-Sí. Tabakalera ya utiliza en ocasiones la plaza Néstor Basterretxea para hacer alguna exposición o actuaciones, y ahora tendrá otra plaza enorme con acceso público desde el Paseo de Francia.
-¿Y se elimina la trinchera ferroviaria?
-Todo esto redunda en la ciudad, porque cambia la fisonomía del entorno, y especialmente en el barrio de Egia. Porque poco a poco, lo que era un túnel bastante angustioso de atravesar, se está convirtiendo en un espacio público de equipamiento extraordinario.
-¿Qué va a quedar de la estación del Norte actual?
-Pues bastantes cosas. Algunas porque el propio plan especial de patrimonio de la ciudad así lo establece. Elementos como la marquesina de Eiffel, aunque en realidad no es suya, y la conocida como puerta de Brandenburgo. En realidad, son los únicos elementos protegidos, pero el alcalde manifestó en su día que el edificio en sí también era un hito ciudadano... Y por eso en el proyecto se mantiene toda la imagen de la fachada actual.
-¿Seguirá siendo roja?
-Sí, sí. Será una rehabilitación, el nivel de mantenimiento de la imagen de la estación actual es casi total.
-¿Ha sido sencillo combinar esa tradición con la modernidad del nuevo edificio anexo?
-Todo tiene su trabajo y manera de encaje. Desde el mantenimiento del edificio, hemos optado por elevar la fachada dos plantas más que serán para oficinas y que quedarán cerradas por una especie de celosía que proporciona cierta unidad con el nuevo vestíbulo, también así cerrado. En vez de entrar en conflicto con lo existente, a nuestro entender pondrá más en valor lo que ahora existe.
«Si las vías hubieran estado dos metros más altas, no se podría haber hecho la plaza frente a Tabakalera»
-¿Se planteó alguna vez que la entrada principal estuviera por la puerta de Brandenburgo?
-Sí.
-¿Y se descartó?
-No es que esté descartada. Pero quedó un poco en el aire porque los gestores no tenían claro si sería suficiente como única entrada, y además daría a la zona comercial además de al acceso al TAV. Yo personalmente creo que sería bueno abrir un acceso por ahí porque si no la puerta de Brandemburgo colocada solo contra la fachada queda un poco...
-¿Así que la decisión está sin cerrar?
-Se decidirá en función de la obra. A mi modo de ver esa puerta le daría más sentido al pórtico.
-¿Cómo va a ser la distribución interna para los viajeros?
-Tienen dos accesos, aunque podrían ser tres. Uno, el habitual por el paseo de Francia, desde donde se accede al andén de Cercanías o al vestíbulo del AVE y el sótano donde están los escáneres que hay que atravesar para subir de nuevo a los andenes, en la parte central. Además habrá otra entrada desde el nuevo paso subterráneo de Egia reformado y ensanchado. Cuando bajes la cuesta, pasarás la entrada a la estación de autobuses y desde ahí, con la misma anchura que tiene la plaza Néstor Basterretxea, se abre el espacio, donde habrá acceso al Cercanías y al vestíbulo del AVE.
-¿Cuáles serán las principales dificultades técnicas de la obra?
-Es una obra complicada por lo que se refiere a la organización del tráfico ferroviario, que se mantiene durante la obra. En los primeros dos años, se habilitará una estación provisional del lado de la plaza Néstor Basterretxea. Se accederá mediante una pasarela elevada. Cuando se termine de construir la parte de la estación actual, se recuperará el tráfico de Cercanías en el lugar actual.
-¿Y para los peatones?
-Tendrán que utilizar la misma pasarela elevada.
-¿Se cumplirán los plazos previstos: empezar en abril y terminar antes de que llegue el TAV?
-Creo que sí, hay compromisos políticos y económicos que se me escapan, pero ya se ha avanzado el concurso para adjudicar las obras a una constructora, y en breve finalizará el de la ingeniería y arquitectos que dirigirán la obra. La estación, que costará 97 millones, estará acabada antes de que llegue el TAV.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión