¿Dónde están las golondrinas?
Enarak ·
Aranzadi y nueve ayuntamientos colaboran en un proyecto para proteger los 1.287 nidos localizados en Gipuzkoa y frenar el descenso de esta población de aves«Volverán las oscuras golondrinas/en tu balcón sus nidos a colgar,/y otra vez con el ala a sus cristales/jugando llamarán». Esta conocida ... estrofa del poema de Gustavo Adolfo Bécquer, una oda a la fatalidad y al amor perdido escrita en 1871, va camino de convertirse en un mero recuerdo de lo que un día fue la migración de esta popular especie que con su llegada cada año nos anuncia la primavera. Porque este ave, protegida a nivel europeo, está en declive, hasta el punto de que su población se ha reducido en cerca de un 40% en los últimos años debido al cambio climático, a las sequías que secan los humedales y la dejan sin el barro con el que construye sus nidos, a la despoblación rural que facilita la labor destructiva de especies depredadoras como las ratas y la lechuza, a los insecticidas que se utilizan en la agricultura y que reducen la cantidad de insectos, su alimento natural pero, sobre todo, por la acción del hombre, empeñado en destruir sus nidos sin ser consciente de que su labor es fundamental, ya que funcionan como un antiplaga biológico.
«Una golondrina común consume 800 insectos al día; el avión común, 530; el vencejo común, 55 kilos al año. Este maravilloso control de plagas biológico es necesario en la cadena alimenticia, pero también lo es para nuestra propia salud», explica Olatz Aizpurua, una de las responsables de Enarak, un proyecto de ciencia ciudadana en el que colaboran nueve ayuntamientos guipuzcoanos (Aduna, Beasain, Bergara, Donostia, Errenteria, Irun, Zestoa, Lezo y Tolosa) y que junto al equipo de ornitología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi pretende sensibilizar a la gente sobre la importancia de estas aves insectívoras que anidan en nuestras ciudades y pueblos.
Gracias a este proyecto, que tiene como objetivo final la plataforma web de un visor (www.aranzadi-enarak.eus), se han podido contabilizar en Gipuzkoa hasta la fecha 1.287 nidos de esta especie, de los que 990 corresponden al avión común, 146 al vencejo común, 110 a la golondrina común, 27 al avión zapador y 14 al avión roquero.
El trabajo de decenas de ciudadanos anónimos ha permitido que en esta web se pueda visualizar la localización de estos nidos, lo que la convierte en «una herramienta muy interesante para las administraciones públicas a la hora de dar permisos de renovación de fachadas y aplicar medidas compensatorias en favor de la biodiversidad», destaca Aizpurua, que cree «absolutamente indispensable mantener esos nidos intactos» para que las oscuras golondrinas de Bécquer sigan volviendo cada primavera a nuestros balcones.
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