Aranzadi invita a participar en un censo de nidos de golondrinas, aviones y vencejos
El proyecto 'Enarak' está abierto a todo el que quiera colaborar en la localización de los refugios en los que anidan en verano estas aves
Aranzadi busca la colaboración ciudadana para un programa de seguimiento de las golondrinas, aviones y vencejos que anidan en la época estival en Irun. La iniciativa forma parte del proyecto de ciencia ciudadana 'Enarak' que Aranzadi está desarrollando en todo Euskadi con la colaboración de la plataforma Ornitho Euskadi. La sociedad de ciencias presentó esta semana el proyecto en Irun, en una charla que acogió el Espacio Palmera Montero.
Olatz Aizpurua explicó el proyecto a los asistentes, comenzando por aclarar que los espacios urbanos «son parte del ecosistema» y, por lo tanto, tienen también su propia biodiversidad «que surge cuando la naturaleza intenta adaptarse a la ciudad. La conservación de esta biodiversidad es importante», y las personas pueden contribuir a ello.
El primer paso es tener unos conocimientos al respecto, para así cumplir esa máxima de que hay que conocer algo para apreciarlo y, en consecuencia, cuidarlo. En el proyecto 'Enarak' lo esencial es contar con unas nociones básicas sobre este tipo de aves. Olatz Aizpurua explicó las principales características de las tres especies incluidas en la iniciativa: la golondrina común se distingue por su «garganta roja y vientre claro», y sobre todo «por su cola larga en forma de horquilla».
En cambio, el avión común tiene una cola corta y tanto su garganta como su vientre son blancos. Además, a diferencia de la golondrina, su vuelto es «pausado». El tercer tipo de ave, el vencejo, es aún más veloz que la golondrina y es totalmente negro y con cola corta. Las tres «son especies migradoras que sólo vienen aquí estos meses para reproducirse y luego se van al África subsahariana».
Tres tipos de nidos
Cada tipo de pájaro hace diferentes nidos, y distinguirlos es importante para poder participar en el proyecto 'Enarak': los de la golondrina son de barro, en forma de cuenco abierto; los del avión, también de barro pero con una entrada muy cerrada. Los del vencejo son los «más difíciles de localizar», ya que anida dentro de grietas. Una de las ubicaciones de Irun en la que anidan vencejos se encuentra en el frontón Euskal Jai de la calle Santiago, como comentaron los asistentes a la charla. En cualquier caso, Olatz Aizpurua recordó que los nidos de estas tres especies están protegidos «y romperlos si están activos es ilegal».
Aranzadi invita a todas las personas a que contribuyan crear un censo con las localizaciones de los nidos en el portal www.ornitho.eus: deberán crearse un perfil en la página y, cuando vean un nido, registrar su ubicación. De este modo, tanto expertos en la materia como instituciones y ciudadanos podrán visualizar los datos de cada municipio. Además de las aves citadas, el portal permite registrar también la presencia de otras especies propias de los ecosistemas del entorno.
Como explicó Aizpurua, «nosotros no podemos llegar a todos los municipios, a cada caserío y cada lugar donde aniden golondrinos, aviones y vencejos. Os pedimos a todos que colaboremos y compartamos nuestras observaciones». Esto permitirá «conocer los números» de las poblaciones de estas especies, verificar si se producen ascensos o descensos y actuar en consecuencia.
Devoradores de mosquitos
La conservación de los tres tipos de aves es muy importante, entre otros factores, porque son insectívoras: la golondrina puede consumir hasta 800 insectos al día; el avión, alrededor de 530; y el vencejo unos 55 kilos de insectos al año, y ayudan a equilibrar las poblaciones de mosquitos tigre o de otro tipo. «Son parte de esa biodiversidad urbana». Al margen de eso, está su valor emocional: ¿quién se imagina una velada estival al aire libre sin escuchar el característico piar de los vencejos? La participación en campañas de sensibilización y en proyectos de ciencia ciudadana como 'Enarak' «son una forma de proteger a estas aves», subrayó Olatz Aizpurua.
