Inundaciones en Gipuzkoa
100 litros de lluvia y destrucciónGoierri y Tolosaldea sufren los estragos de una tormenta «impredecible» que anega viviendas, calles y garajes. La alerta se comunicó cuando la tromba de agua ya había descargado
Barro y más barro y el miedo todavía en el cuerpo, sobre todo cuando anoche volvió a llover y todos los ojos volvieron a clavarse en el cielo. Los vecinos de las comarcas de Goierri y Tolosaldea tardarán tiempo en olvidar los estragos de una tormenta «excepcional e impredecible», que descargó hasta 100 litros por metro cuadrado en apenas dos horas. El cielo se cayó encima de golpe e inundó al menos una decena de localidades, en las que se contabilizan graves daños, pero sin heridos. Aunque muchos municipios del territorio están tristemente acostumbrados a sufrir los estragos de las inundaciones, este fenómeno sorprendió tanto a vecinos como a los propios meteorólogos, que explicaron que «ningún modelo meteorológico indicaba que podía suceder esto». De hecho, el aviso de alerta naranja se dio a las 23.43h del viernes por la noche, cuando ya habían caído 75 litros en Alegia, por ejemplo.
Los teléfonos no pararon de sonar en una madrugada de infarto para todo el personal de los servicios de emergencia, policías y parques de bomberos que intentaban atender los avisos de vecinos que veían cómo el agua discurría como una cascada y se cebaba con sus viviendas, garajes o negocios. Hoy, las comarcas de Goierri y Tolosaldea tratan de recuperarse de los destrozos provocados por la fuerte tormenta que descargó una cantidad de agua extraordinaria en muy poco tiempo. Las zonas más afectadas se concentran en Lazkao -donde incluso el barrio de Areso se quedó sin luz y el agua llegó a alcanzar los tres metros de altura-, Ataun, Alegia, Berrobi, Amezketa, Zaldibia, Irura y Tolosa, entre otras localidades.
La virulencia del aguacero dejó escenas propias de un episodio torrencial y convirtió algunas calles en auténticos ríos, generando importantes daños materiales. «En cuanto se ha puesto a granizar, en cuestión de dos minutos teníamos ya el agua metida en casa», relata Unax, un vecino de Lazkao visiblemente afectado.
Las labores de limpieza para retirar el lodo acumulado seguirán durante el día de hoy, jornada sin avisos por meteorología adversa y marcada por las nubes que dejarán lloviznas en la mitad norte. Una situación nada parecida a la vivida este viernes de madrugada, que llegó sin tiempo para reaccionar. Y es que los intensos aguaceros no estaban previstos por las agencias meteorológicas, tanto que las correspondientes alertas naranjas llegaron cuando en varias localidades del interior del territorio los acumulados de agua eran más que importantes. Según informó Euskalmet, Alegia es la localidad de Euskadi donde más ha llovido, con 108,7 m2, seguido de Añarbe 78,8, Araxes 71,4, Belauntza 69,5 y Ereñozu 68,1.
Desde Euskalmet explican que «la tormenta se mantuvo dos horas seguidas sobre el Oria, no se movió; de ahí la cantidad de lluvia caída». Como ejemplo de este fenómeno, en Lazkao la afección fue muy importante pero sin embargo en municipios cercanos como Ordizia o Beasain, «apenas llovió». La agencia vasca de meteorología sitúa su origen en una 'storm splitting' (tormenta dividida) procedente de la zona de Urbasa. «No era posible determinar que fuera a darse una alta concentración de lluvias en Gipuzkoa», aseguran. Por su parte, la diputada Eider Mendoza subrayó el carácter «absolutamente excepcional» de las lluvias registradas que se concentraron en zonas muy concretas de la geografía guipuzcoana. Más de 24 horas después, el recuento de daños sigue aumentando, a la espera de una evaluación económica oficial.
Una de las cifras que evidencia que la noche fue ajetreada en esas comarcas es la actividad del teléfono de SOS Deiak, que recibió hasta 248 llamadas de vecinos afectados y los bomberos de Gipuzkoa, que registraron más de 140 salidas en apenas seis horas. Ya por la mañana, cientos de personas y servicios de emergencia se afanaban ayer en la limpieza de carreteras, garajes y viviendas.
Desprendimientos
El fuerte aguacero también provocó múltiples desprendimientos, sobre todo en carreteras secundarias, lo que dificultó el tráfico. Asimismo, hubo que cortar algunos tramos de la N-I y varios puntos de la GI-2130 y la GI-2131 para retirar las ramas y piedras acumuladas en la calzada.
Aunque es pronto para cuantificar los destrozos producidos en estas localidades, «los daños son importantes» en municipios como Ataun, según reconoció ayer su alcalde, Martín Aramendi. En Tolosaldea la peor situación se vivió en Alegia, donde la tromba de agua afectó a los barrios Errota, Larraitz o Begiristain.
Por su parte, la Diputación foral de Gipuzkoa informó de que el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos atendió un total de 140 salidas relacionados con inundaciones y asistencias técnicas. Los municipios con mayor número de incidencias fueron Tolosa, con 35 avisos, e Ibarra, con 21. También se registraron numerosos avisos en Zaldibia (12), Alegi (8), Lazkao (8), así como en Altzo, Berrobi, Belauntza, Amezketa, Irura, Anoeta, entre otros. En los municipios de Irun y Oiartzun se atendieron 8 avisos, gestionados por el parque de bomberos de Bidasoa.
Un volumen significativo de llamadas, en torno a 100 avisos, se concentró en solo una hora, entre las 22:48 y las 23:48 horas. Esta situación obligó a movilizar prácticamente a la totalidad de los efectivos de guardia. Así, entre las 22:50 y las 03:00 horas fueron activados seis de los ocho parques forales, cuyos recursos se desplazaron principalmente a las zonas más afectadas. Porque en la noche del viernes, faltaban manos. En total se movilizaron 20 vehículos de emergencia y 42 efectivos, incluyendo bomberos y mandos, procedentes de los parques de Oria (Tolosa), Goierri (Ordizia), Korosti (Legazpia), Urola (Azpeitia), Kosta (Zarautz) y Bidasoa (Irun). A partir de las tres de la madrugada, una vez pasado lo peor de la tormenta, la situación comenzó a estabilizarse.
La circulación por carretera también fue complicada. Según informó el Departamento de Seguridad, desde las 22.00 horas, cuando se activó la alerta naranja por precipitaciones intensas en Gipuzkoa, se registraron aproximadamente 134 incidentes relacionados con las inundaciones, principalmente debido a balsas de agua, caídas de árboles y desprendimientos en numerosas vías que discurren por las localidades afectadas. Las afecciones ocurrieron especialmente en la comarca de Tolosaldea, donde varios recursos desplazados al lugar trabajaban principalmente en labores de achique de agua y limpieza de calzadas.
Numerosos conductores tuvieron dificultades para circular por las carreteras debido a las balsas de agua y los desprendimientos que se encontraron sobre todo en la GI-2133 entre Alegia y Amezketa, donde Ertzaintza y Bomberos tuvieron que intervenir para liberar vehículos atrapados. En la N-I, a la altura de Irura, se formaron grandes balsas de agua que dificultaron la circulación. El paso subterráneo de Larramendi quedó completamente anegado, y a escasos cien metros de la entrada a Tolosa se registraron retenciones importantes. Entre Anoeta y Tolosa, se produjo un desprendimiento de tierra procedente de laderas o taludes cercanos a la carretera. También se generaron problemas en otros puntos de la carretera N-I, como en Irun, donde se tuvo que cortar en ambos sentidos. El ayuntamiento de Amezketa informó de que el camino de Alegia a ese municipio tuvo que cerrarse. Las inundaciones y desprendimientos de tierra causaron importantes daños en el entorno, por lo que se pide extremar la precaución limitar los desplazamientos en la medida de lo posible. «Afortunadamente, todos estamos bien, los recursos están en marcha y a ver si pronto se arregla todo», indicó a través de un comunicado.
La línea ferroviaria se vio igualmente afectada y el corte de la línea Irun-Zumarraga obligó a retroceder a un tren hasta la estación de Tolosa y evacuar a sus ocupantes, debido a las fuertes lluvias en la zona y la caída de un árbol en torno a medianoche. Los pasajeros fueron trasladados después por carretera hasta su destino.
Cambio de temperatura
Antes de la llegada de las intensas precipitaciones, el sol y el viento sur provocaron que los termómetros despegaran desde primera hora de la mañana del viernes, alcanzando temperaturas máximas que rondaron los 34 grados en localidades del interior como Andoain, Zizurkil o Arrasate, y que en la costa el mercurio también se aproximó a los 30 grados. Horas más tarde se produjo el esperado desplome de temperaturas, acompañado de un cambio brusco de viento, y poco después llegó la tormenta, que ganó intensidad a partir de las 22.30 h, y pocos minutos después, la fuerza del agua ya había provocado graves inundaciones. Afortunadamente parece que la calma llega a Gipuzkoa y la de hoy será una jornada marcada por algunas lloviznas que irán a menos por la tarde. Mañana y el resto de la semana se espera ambiente soleado y subida de temperaturas.
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