¿Por qué queremos tanto a Julie Andrieu?
Fuera de carta ·
Julie Andrieu recorre Francia en busca de la cocina de verdad, «esa gastronomía del territorio que habla de y sobre la gente», en sus propias palabras
Ya nos había conquistado en pantalla, pero ayer nos sedujo de cerca. Julie Andrieu es la gran divulgadora de la cocina francesa desde la radio, los periódicos y sobre todo desde la televisión. Sus programas se ven aquí gracias a La2: recorre Francia en busca de la cocina de verdad, «esa gastronomía del territorio que habla de y sobre la gente», en sus propias palabras. Ayer vino a Donostia para recoger el premio Pau Albornà y Torras de periodismo gastronómico, creado en homenaje al informador tan prematuramente fallecido pero que tan profunda huella nos dejó.
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Julie Andrieu tiene porte de estrella de cine pero la cercanía de una reportera. Saludó encantadora a todo el mundo, comió con dos leyendas como Juan Mari Arzak y Pedro Subijana, recordó su admiración por Martín Berasategui y contó su interés por profundizar mejor en la gastronomía vasca de este lado, porque la de Iparralde la conoce bien y la ha reflejado a menudo en sus programas. En el escenario recogió su galardón de manos de Jesús García de Cos, viceconsejero de Turismo y Comercio del Gobierno Vasco, y contó su amor por «la cocina de verdad», la de las gentes de su país que la reciben en sus restaurantes de pueblo, en sus granjas o en sus casas.
La sonrisa de Julie iluminó un Kursaal que vive iluminado de sonrisas desde el lunes. Aunque las noticias que llegan de fuera del microcosmos de San Sebastian Gastronomika sobre la situación sanitaria recuerdan que hay que ser prudentes, las gentes que llenan estos días los salones del congreso viven el regreso a la vida. Celebrar el congreso ya es un éxito, pero más aún hacerlo con el nivel de las ponencias y la nutrida presencia de público.
Hay muchas sansebastianesgastronomikas: la de las ponencias, la de los stands, la de los profesionales que inundan la ciudad (qué maravilla ver disfrutar a Alain Ducasse en el Urola, por ejemplo) y la de las cenas 'oficiales' que hacen vibrar a los invitados en templos como Elkano o, ayer, en el Narru, donde Iñigo Peña y su equipo se volcaban para completar una velada para la historia. Hoy llegarán los balances oficiales, pero se anticipa ya que serán buenos. Gracias a Julie, entre otras hadas.
