Casa Santamaría, Hondarribia

Casa Santamaria es el proyecto de tres hermanos, Nagore, Joseba y Odei Santamaria. Cuentan con una amplia trayectoria en la hostelería, dirigen también el Bar Basque ubicado en el mismo puerto deportivo, y Nagore se les sumó para emprender este nuevo proyecto allá por verano del 2018. Los 3 siguen el camino de su padre, Jose Antonio Santamaria 'Tigre', ex jugador de la Real y que regentó el Basque donostiarra durante muchos años. Casa Santamaria es un homenaje a su figura, a su familia. Yo aterricé allí siguiendo la recomendación de Galder, aprovechando que teníamos que reunirnos también con Iban. Fue una experiencia diferente, especial, que me gustó mucho. Porque la cocina no tiene mayor misterio, una cocina casera, de esas que elaboran nuestras madres en casa, recetas de siempre, elaboradas con mimo que resultan en una cocina de calidad y rica. Una propuesta culinaria que está enfocada a picotear, a elegir diferentes opciones y poner las raciones y los platos al centro y compartir. Recetas reconocibles, pero que también tienen el sello propio de Odei.

Nosotros así hicimos, cogimos la carta y creo que dejamos pocas cosas por probar, somos de buen comer, y, por ello, el carrusel y festival de platos que nos rodeaba era de traca. Probamos las setas crujientes, un plato que me llamó la atención y encendió mi curiosidad, al final son tiras de setas cardo u ostra, rebozadas en harina de garbanzo, una harina que suaviza la fritura y le aporta ese toque crujiente que es puro vicio. Venían acompañadas de un alioli tradicional. Un no parar, un plato que me sorprendió muy gratamente.

En aquella época todavía seguíamos disfrutando de ese espárrago fresco que es patrimonio de la huerta navarra, en este caso proponían disfrutarlos de una manera diferente, acompañadas de pico de gallo y mayonesa de aguacate, una fusión navarro-mexicana que era una delicia.

¡Qué decir de los calamares! Hacía tiempo que no comía tan a gusto unos buenos calamares, algo tan sencillo y tradicional en nuestros aperitivos. En Casa Santamaria son una maravilla, partiendo de un calamar fresco, los rebozan también en harina de garbanzo y los acompañan con all i oli. Sencillo y rico. Lo mismo que las patatas Casa Santamaria, una ración de patatas fritas caseras, lo cual se agradece, que aderezan con una mezcla de especias, que es secreto de la casa, que se convierten en puro vicio, una ración muy especial, sobre todo, por ese juego de sabores que nos propone.

Con su propuesta de fish&chips hondarribiarra me hicieron viajar a mi infancia con ese sabirón frito que mi madre más de una vez me cocinó cuando era niño y con el que tan feliz era. Ese viaje a mi niñez me hizo feliz, además el plato no tiene mayor misterio, un buen pescado, el sabirón, muy común en las casas del Bidasoa, acompañado de patatas fritas caseras y un toque de lima, que le aporta frescor y ese toque especial de la casa.

He dejado para el final sus fritos. Las croquetas de Casa Santamaria viajan directamente a los puestos altos del ranking de las mejores croquetas. Qué delicia, qué maravilla, qué lujo para nuestro paladar. Croquetas caseras, con un fino rebozado y cremosísimas, era romper por la mitad la croqueta y ver como esa bechamel quería escaparse del rebozado. Probamos todas las variantes que tenían: la de espinacas y queso, jamón, bacalao, hongos y pollo rustido. Imprescindible comer croquetas en vuestra visita, a las que podéis sumar el tigre, que también lo bordan.

Para terminar, dos postres caseros de categoría. Por un lado, la tarta de queso hecha al horno, uno de sus postres estrella, puro espectáculo; y, por otro lado, el flan casero, pero vaya flan, de tamaño XXL, no pierde su cremosidad y es un lujo para nuestro paladar. Si todo ello lo regamos con una buena cerveza rubia, fresca y que se bebe sola, con sello propio elaborada por el maestro cervecero Carlos Arrikubieta, siguiendo los gustos de Nagore; o la Amber Ale, una cerveza tostada que llaman Asunción, pues eso, la velada se convierte en una experiencia gastronómica de las que hacen época. On egin!