Bar Restaurante Baserriberri: «Compartir y vivir»
Baserri Berri (Pamplona) ·
Nueva filosofía culinaria partiendo de esa cocina creativa que es marca de la casaNo os voy a esconder a estas alturas que el Baserriberri es uno de mis restaurantes de cabecera, cosa que ya os he comentado en alguno de los artículos publicados en esta misma página. Cada vez que aterrizo en Pamplona no puedo dejar de acercarme hasta este templo gastronómico ubicado en la calle San Nicolás, cerquita de la Plaza del Castillo, para disfrutar de alguna de sus creaciones.
Iñaki Andradas y Luken Vigo son dos cocineros como la copa de un pino, dos chefs inquietos, con la mente en constante creatividad en favor de una cocina muy personal, con label propio. Siempre pensando en nuevas recetas, siempre haciendo pruebas y siempre dando rienda suelta a su creatividad, tanto cuando se encuentran entre los fogones de su restaurante, como cuando viajan a diferentes países, donde se inspiran con los olores y sabores de sus mercados y cocinas. Fruto de ello, sus creaciones culinarias nos trasladan a los parajes navarros, pero también nos llevarán a conocer los sabores y productos de distintos rincones del mundo. Todo ello se une en sus propuestas gastronómicas para crear bocados especiales que son pura explosión de sabores en boca, que hay que degustar con tranquilidad, para encontrar y descubrir todos esos matices, esos detalles, cerrar los ojos y dejar viajar a la imaginación. Una gran cocina.
Baserri Berri (Pamplona)
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Dirección San Nicolas 22
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Teléfono 674672953
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Comedor 1 para 60 comensales
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Abre de miércoles a domingo
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PRECIOS
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Carta 40 euros
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red ensaladilla 'viva Rusia' de carabineros y jugo de sus cabezas con pan sardo 17€
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causa peruana de trufa de invierno, anguila ahumada y chile chipotle 14,50€ /
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ceviche de salmón coreano, con kimchi y su guarnición 16€
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/ tiradito de besugo estilo Orio 18,50€
En este vaivén de cierres y aperturas que viven los hosteleros, derivado del Covid-19, Luken e Iñaki han tenido que reinventarse en varias ocasiones. Recuerdo que en septiembre les visité dos veces. En aquella época tenían su oferta gastronómica dividida en 2 partes. Por un lado, en su local de siempre ofrecían sus pinchos y raciones para compartir, nuevos pinchos, nuevas propuestas que eran un lujo para nuestros paladares en un formato más informal, mientras que, en el Gran Hotel La Perla ofrecían ese menú degustación de 7 pasos que ha sido seña de identidad del Baserriberri, un reflejo de su filosofía culinaria y la mejor opción para sumergirse en su viaje gastronómico. Tras un cierre obligado, decidieron poner en marcha el Deliberri, la opción de poder disfrutar de la cocina del Baserriberri en casa.
Y volví en marzo, con el objetivo de contaros sus bondades gastronómicas, su propuesta, en esta página. Ahora cocinan con una idea: «compartir es vivir». Raciones y platos para compartir, pasar del plato único al plato al centro y recuperar esa filosofía de vida.
Fue todo un homenaje, bien sabía que el Baserriberri no iba a fallar y así fue. Un carrusel de platos, un desfile de propuesta que eran un homenaje al producto navarro y a la cocina creativa que ha sido siempre santo y seña del Baserriberri. Formaron parte del homenaje la crema de anchoas de Santoña y bonito con ají amarillo; la croqueta de jamón y huevo duro; las patatas fritas caseras especiadas con polvo de limón; la causa peruana con anguila ahumada y trufa de la Valdorba; la red ensaladilla con carabinero curado y alga Codium; la tortilla cremosa de mejillones con holandesa de yogurt; las alcachofas con salsa de carrilleras y al pil-pil; el bulldog de salchicha ahumada al serrín de haya con mayonesa de chipotle y pico de gallo; y la torrija con toffe de cerveza y helado de tiramisú.
Sin palabras, cada plato tenía su aquel, su detalle que lo hacía especial. Los tres primeros aperitivos ideales para abrir boca, con esa crema de anchoas y bonito que era una maravilla. La causa y la ensaladilla, viajando a Perú y Rusia, pero dando ese protagonismo al producto navarro. La sorprendente tortilla, muestra de la técnica, con una gran potencia de sabor que le aportan los mejillones. Las alcachofas, tesoro de la huerta navarra, en su punto, elaboradas de una manera especial. El bulldog que se ha convertido en seña de identidad de la creatividad del Baserriberri. Y la torrija, un punto final delicioso. Todo un homenaje al buen hacer en los fogones.
A esa lista de platos, que como imaginaréis varía dependiendo de la temporada, tendríamos que sumar esos clásicos que no fallan y que siempre encontraréis en la carta del Baserriberri: la 'Boomveja!', su pincho estrella, de obligada elección si visitáis por primera vez el restaurante; el ceviche del día; el tiradito de besugo al estilo Orio; o propuestas más novedosas como los chipirones thai o los tacos de cordero.
Es de elogiar y de agradecer el esfuerzo que están haciendo los hosteleros, junto a otros muchos colectivos, todo sea dicho, para renovarse y no morir, para poder seguir haciéndonos felices con su cocina, con sus propuestas gastronómicas. Yo, cada vez que me escape a Pamplona, volveré al Baserriberri, para sumergirme en su viaje que nos lleva desde Navarra al mundo y ser feliz. On egin!