El postre, de Times Square a Itzalpe con Casa Otaegui

Son días de ajetreo en los obradores y establecimientos de Casa Otaegui, porque a su habitual frenética actividad para atender las demandas de sus clientes hay que añadir que estos días se han hecho aún más famosos. Y es que la octava temporada del programa de Netflix Comida para Phil paró en Gipuzkoa, pasó por Casa Otaegui y tiene a su presentador comiéndose una bomba en su cartel de promoción.

Así, ese dulce de Casa Otaegui siendo devorado por Phil Rosenthal ha lucido en Times Square, algo con lo que en esta pastelería de 139 años nunca hubiesen soñado: «Si nuestra amona y nuestras tías lo viesen, alucinarían», dice María Otaegui, una de las responsables de Casa Otaegui. «Ha sido la bomba, porque todo el mundo va a saber que ha sido en nuestra pastelería», añade.

La propia María cuenta cómo tuvieron algo de suerte para terminar teniendo un papel tan protagonista: «Vinieron a Donostia con sus bares y sus restaurantes, pero les faltaba la pastelería, ese toque dulce. Y nos eligieron». Fueron tres días de rodaje muy intensos, ya que en intervalos de cuatro horas de grabación comían en un lugar y cenaban en otro: «Fue muy divertido, una experiencia que ha merecido la pena», resume. Seguro que piensa lo mismo el propio Phil Rosenthal, quien «probó de todo, le gustaron nuestras recetas y disfrutó mucho».

Para el postre de A Mesa Puesta no eligieron bombas, sino que apostaron por homenajear al director del programa, Javier Yurrita, con su postre preferido: el milhojas de crema. Para la ocasión, lo acompañaron con nata y frutas rojas.