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Málaga es mar y montaña. Playas paradisiacas y pueblos con carácter y solera como Ronda. El territorio malagueño lleva tiempo haciendo las cosas bien y San Sebastian Gastronomika lo sabe. Por eso, cada año es uno de los invitados a la feria del Kursaal. Y por eso cada año dejan un grato recuerdo entre organizadores, patrocinadores, clientes y visitantes.
Sabor a Málaga, la marca promocional creada por la Diputación para la promoción y difusión de los productos de calidad de la provincia andaluza, nos ha traído este miércoles a dos grandes cocineros locales: Diego Gallegos (restaurante Sollo, una estrella Michelin) y Cristina Cánovas (restaurante Palodú). Ambos han sido los responsables de transformar las materias primas malagueñas en auténticas obras de arte, resaltando y presumiendo de sus cualidades ya de por únicas en un menú maridado con vinos locales.
La cata ha tenido lugar en las salas 4 y 5 del Kursaal. Se han servido en total cinco creaciones, regadas con vinos de la zona que maridaban a la perfección. El estreno ha sido con gamba blanca de Huelva, colágeno de pollo y limón fermentado. Delicioso. El caldo a degustar ha sido un Tartratos, un brut nature.
Se ha continuado con trucha con gazpacho. Elaboraciones minimalistas con sabores concentrados, intensos, estupendos. Después hemos comido lengua con mostaza. Muy original también. Aquí se ha cambiado el vino y hemos catado un blanco Arivanas seco.
Hemos continuado con esturión con puré de tubérculos, salsa de cuello de chivo y germinado de guisante. Y el postre ha sido con dulce de calabaza. Málaga kilómetro cero. Málaga enorme. Sabor a Málaga.
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