¿En qué se diferencian la patata roja y la blanca?
Ambas variedades son muy parecidas nutricionalmente, pero conviene utilizar una u otra dependiendo del plato que se vaya a cocinar
Jueves, 10 de agosto 2023, 09:23
La patata es uno de los alimentos más básicos que existen. Da igual en qué parte del mundo nos centremos, en todas las dietas tiene un gran peso. Además de la Lo normal es encontrar la patata blanca en la mayoría de las despensas, pero no es raro encontrar la patata roja en más de una. Pero, ¿en qué se diferencia la patata roja de la patata blanca?
Lo cierto es que las mayores diferencias residen en el aspecto y en su textura. La patata roja, como su nombre lo describe, tiene una corteza más rojiza que la blanca, además de que su forma casi siempre suele ser más redondeada. También existen desigualdad en lo que se refiere al tacto, pero esta es una característica que muchas veces solo los expertos pueden percibir porque es mínima.
Así las cosas, nutricionalmente ambas variedades aportan un valor similar a nuestro organismo. Los niveles de hidratos de carbono que encontraremos en las dos siempre serán altos, alcanzando niveles muy parecidos a los que contienen los cereales y las legumbres. La patata es, además, una muy importante fuente natural de elementos como la fibra o el potasio, y también aporta grandes niveles de vitamina C y vitamina B6. Eso sí, un gran porcentaje de la patata está formado por agua, por lo que el valor energético que tiene es inferior al de las hortalizas, por ejemplo.
¿Cuándo usar patata roja y cuándo patata blanca?
Según los expertos, la patata roja ofrece algo más de versatilidad en la cocina que la patata blanca. Por si fuera poco, al contrario que la blanca, la roja está disponible a lo largo de todo el año porque no entiende de temporadas. Eso sí, los avances han provocado que la blanca también esté disponible siempre fuera de temporada en las tiendas y supermercados.
En lo que se refiere al uso, por su textura y características, es más recomendable utilizar la patata roja para elaborar recetas cocidas o hervidas, porque esta tiene más fuerza y no se suele deshacer. Es un ingrediente perfecto para guisos y platos de cuchara. Por otro lado, la patata de piel blanca, es más conveniente utilizarla para todos aquellos platos en los que vayamos a freír algo, aunque la realidad demuestra que son dos variedades muy similares, por lo que ambas se pueden utilizar para todo.
¿En qué se diferencian las patatas nuevas de las viejas?