De Guindos advierte del inminente «estancamiento» económico y prevé que habrá tipos altos «un tiempo»

El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, protagonizó este lunes el XV Foro Empresarial de Gipuzkoa, organizado por este periódico en colaboración con Laboral Kutxa en DV Gunea. En su intervención dejó meridianamente claros varios mensajes. El más importante, el de que los tipos de interés seguirán altos durante «un tiempo» en esa dura batalla que mantiene el supervisor contra una inflación que no termina de enfriarse y en la que, confesó, los resultados van apareciendo, sí, pero a un ritmo un tanto tímido o, en cualquier caso, menos intenso del esperado.

«Venimos de tipos muy bajos, que no se nos olvide. Creo que si el actual nivel de tipos (4,5%) se mantiene en el tiempo, eso tendrá una aportación sustancial al objetivo de convergencia de la inflación hacia el objetivo del 2%», afirmó. Cabe resaltar que al recordar el pasado reciente y esos tipos que llegaron a estar en negativo, Luis de Guindos advirtió de que esos niveles en el precio del dinero «ya no volverán».

«A partir de ahí -matizó- todo dependerá de los datos». «Debemos analizar todo partido a partido, reunión a reunión; tenemos que ser muy cautos», aseguró, sin ofrecer, por lo tanto, un horizonte claro en el que esperar que el precio del dinero empiece a moderarse y, con ello, a aflojar las condiciones de los créditos a familias y empresas.

Y es que, dijo, la previsión de inflación hoy es también más alta que la de junio; tanto para el ejercicio 2023 como para el 2024. Eso sí, el número dos del Banco Central Europeo no perdió la ocasión de explicar que sin la política restrictiva del supervisor «todo hubiera sido mucho peor» y Europa estaría ahora en una «profunda recesión».

En esa especie de ducha escocesa sobre el comportamiento de la inflación, De Guindos reconoció que la subyacente (la que no tiene en cuenta la energía o los alimentos frescos) «va a continuar relativamente elevada, pero la mayoría de sus indicadores, a medio plazo, se están desacelerando, lo que es positivo», dijo.

Junto a esto, quien fuera ministro de Economía con Mariano Rajoy no escondió que la economía de la zona euro -por muy distintos motivos, entre ellos la propia política monetaria del BCE o el lastre de la inflación que llevamos soportada- pierde pulso a ojos vista.

De hecho, aseguró que ya se aprecia ese efecto en el tercer trimestre y dio por hecho que en la segunda mitad del año la tónica imperante será la del «estancamiento, con un crecimiento muy próximo a cero y con todos los riesgos a la baja».

«Es algo que ya se ve, pues el consumo está muy parado, el crecimiento en todo el mundo se está reduciendo, sobre todo por la crisis interna inmobiliaria y de deuda de China, que es ya casi la segunda zona económica global, y porque la inflación está más alta de lo que se preveía por la inestabilidad geopolítica y por que el barril de petróleo ronda los cien euros», señaló.

Ante una notable representación institucional y financiera guipuzcoana y vasca, y en amena conversación con el director del periódico, David Taberna, que fue quien moderó la jornada, De Guindos reconoció que la gran duda (y también motivo de preocupación para el BCE), es el grado de transmisión de la política monetaria a la «economía real».

Y es que, confesó, si bien las subidas de tipos (que buscan templar la economía) han entrado en vena en la banca, lo que ha encarecido el crédito y complicado la inversión y el gasto, la medicina no termina de hacer su efecto a pie de calle (en el consumo de las familias) y con ello en la propia inflación, que es realmente lo que persigue el BCE. Un impacto, por cierto, que De Guindos reconoció con un cierto componente de «injusticia», pues afecta en mayor medida a las capas «más desfavorecidas» de la sociedad «que son las que dedican la mayor parte de su renta al consumo».

Ante la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza; los consejeros de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente y de Economía y Hacienda, Arantxa Tapia y Pedro Azpìazu, respectivamente; el presidente de Laboral Kutxa, Txomin García; los máximos responsa bles de Adegi (Eduardo Junkera, José Miguel Ayerza y Paul Liceaga); la presidenta de Cebek, Carolina Pérez Toledo, o el presidente de la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, Mauri Arregui, el vicepresidente del BCE también se refirió al gran colchón que está permitiendo soportar el aluvión de subidas de tipos: el empleo, «tanto en el número de trabajadores como en el de horas trabajadas».

Sin embargo, y en esa línea general de no bajar la guardia nunca ante lo que pueda suceder en el escenario macroeconómico, lanzó otra advertencia, la de que «en paralelo a la propia economía, la generación de empleo está desacelerándose». Todo, añadió, cuando «la productividad no está creciendo y los costes salariales unitarios en la zona euro están subiendo». «Esa es una de las mayores preocupaciones», aseguró. Como contrapunto, De Guindos confió en que los márgenes empresariales logrados en 2022 «absorban parte del alza de salarios».

«Contamos hoy con una de las voces más autorizadas del mundo para desgranar la compleja situación que vive Europa en relación con los tipos de interés, la inflación, los depósitos, la situación del sector bancario en Europa y la situación económica de la zona euro».

Así presentó este lunes el presidente de EL DIARIO VASCO, José María Bergareche, al protagonista del XV Foro Empresarial de Gipuzkoa, el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, ante una nutrida representación de los ámbitos institucional y financiero del País Vasco.

Un foro, recordó Bergareche, que nació el 28 de abril de 2015, casualmente, con el mismo invitado. Entonces, Luis de Guindos era ministro de Economía, Industria y Competitividad del Gobierno de Mariano Rajoy. «Desde aquel inicio, el empeño del periódico no ha sido otro que el de intentar aportar claridad en momentos en los que, como el actual, las nubes lo tapan casi todo», apuntó, para recordar que mañana DV cuenta también con otro ponente de excepción como es el lehendakari, Iñigo Urkullu.

Por su parte, el presidente de Laboral Kutxa, Txomin García, agradeció también a Luis de Guindos su participación y, apoyándose en un símil deportivo, explicó que «cada reunión del Banco Central concita más interés que un partido de Champions League». «Se cruzan apuestas, se explican estrategias, se critican decisiones…», dijo.

García resaltó que la política monetaria «tiene una importancia capital» y que «todos somos conscientes de la gran responsabilidad que implica». Tras subyarar la enorme dificultad de la labor del Banco Central, apuntó que «debemos empatizar y ponernos en la piel de las familias y empresas, que deben reorganizar su economía cuando los tipos han subido más de un 4% en un año, y eso no es fácil».

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