La guerra de Ucrania restará 2,2 puntos al PIB vasco este año
El gabinete Urkullu rebaja sus previsiones y activa 10 millones en créditos para las empresas 'atrapadas' en Rusia, Ucrania y Bielorrusia
La guerra en Ucrania golpea con dureza también a la economía vasca y por distintos flancos. Tanto es así, que el gabinete de Iñigo Urkullu ha rebajado este martes del 6,7% al 4,5% su previsión oficial para el comportamiento del Producto Interior Bruto (PIB) de este año. Así lo ha explicado el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, después de la tradicional reunión del Consejo de Gobierno de los martes. Al tiempo, tal y como adelantó ayer DV, Azpiazu ha anunciado medidas financieras «de cirugía fina y no de brocha gorda» para ayudar a las empresas 'atrapadas' en los países protagonistas del conflicto.
Así, y mediante un convenio entre el Instituto Vasco de Finanzas (IVF) y Elkargi, el Ejecutivo vasco movilizará 10 millones de euros (ampliables si fuera necesario) en préstamos blandos «para pymes que mantengan como socios comerciales a empresas ucranianas, rusas o bielorrusas y cuya actividad comercial y transacciones económicas se vean afectadas por el conflicto armado actual».
Azpiazu ha explciado que el Gobierno Vasco espera ahora para este año una tasa de paro del 9,5% y la creación de 16.600 empleos en 2022 –los datos anteriores planteaban una tasa de paro del 9,2%-, y del 9,1% y una creación de 8.000 empleos en 2023. «En un momento en el que los problemas derivados de la pandemia empezaban a estar encauzados y que la confianza volvía a los agentes económicos, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha trastocado totalmente el escenario para el periodo 2022-2023 en todo el mundo», ha dicho.
El consejero ha resaltado que el conflicto está teniendo afecciones «varias e intensas» en Euskadi, tanto de forma directa como por la vía de «las sanciones sanciones impuestas al país agresor». La más evidente e inmediata, dijo, ha sido «la elevación rápida de los precios de los componentes energéticos». «Se han disparado los precios del petróleo, el gas y la electricidad, lo cual afecta a empresas vascas que hacen un uso intensivo de la energía», ha apuntado.
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Y es que no son pocos los sectores afectados. «Podemos mencionar al transporte, las metalurgias, las acerías, la pesca y la fabricación de papel. Algunos de ellos han interrumpido su actividad en marzo por no poder asumir la subida del precio y se requieren medidas inmediatas para evitar males mayores», ha afirmado Azpiazu.
Otro impacto -ha explicado el consejero- está relacionado con la escasez de materias primas y de metales industriales, de los que Rusia es un exportador de referencia. Es el caso, apuntó, del níquel y del paladio, entre otros, sin olvidar que Ucrania suministra cereales a buena parte de Europa y África. «Por tanto, quedarán afectadas las manufacturas y la industria agroalimentaria», ha sentenciado.
Incertidumbre
El consejero ha recordado que, «además, la incertidumbre se está extendiendo entre los agentes económicos y la prudencia anima a contener el gasto». «En el caso de las familias, la inflación resta poder adquisitivo, por lo que el consumo privado se verá mermado», aseguró.
Por el lado de las empresas, ha añadido, «sus socios comerciales reducirán la demanda por esa incertidumbre, a la que habrá que sumar las tensiones que vuelven a aparecer en las cadenas de suministros».
«La inflación es una de las consecuencias más visibles de la guerra en el Este de Europa. Se espera que el deflactor del PIB suba hasta el 4,2% este año en media anual, si bien el próximo se irá moderando hasta un final de año por debajo del 2%. La subida de los precios hará que el PIB nominal se incremente un 8,8% siendo en 2023 la subida prevista del 6,5%», ha dicho.
Respuesta
A juicio del Gobierno Vasco, «la duración del conflicto y la respuesta que se dé desde Europa a este momento, en materia fiscal y monetaria, definirán la evolución de nuestra economía en los próximos trimestres».
El ejecutivo vasco, que la víspera participó en la Conferencia Sectorial planteada por la ministra Calviño al hilo del Plan de Respuesta a la Guerra de Ucrania. Allí, recordó Azpiazu, «propusimos una de decena de acciones imprescindibles para amortiguar los efectos del conflicto bélico, y urgimos a que se tomen de forma urgente en cada nivel institucional medidas concretas y eficaces».
En esta línea, ha añadido el consejero, el Gobierno de Euskadi plantea dos medidas financieras «de cirugía fina», En primer lugar, desveló Azpiazu, «se firmará un convenio entre el Instituto Vasco de Finanzas y Elkargi para activar una línea de financiación de diez millones de euros (ampliable en caso de necesidad) específica para las pymes que mantengan como socios comerciales a empresas ucranianas, rusas o bielorrusas y cuya actividad y transacciones económicas se vean afectadas por el conflicto armado actual».
Hasta un millón
Desde este instrumento se concederán préstamos de entre 50.000 euros y un millón, con un plazo de pago a tres años y una carencia de hasta doce meses, a un tipo de interés del euribor 12 meses más un diferencial de 1,25%. «Las empresas pueden ir presentando las solicitudes en Elkargi desde ya, de forma que en dos semanas, tras suscribir el convenio se puedan ir formalizando los préstamos», ha asegurado.
Por otro lado, el IVF pondrá a disposición de todas las empresas que se hayan visto afectadas de alguna manera todo su abanico de oferta de financiación existente, en la modalidad de cofinanciación con entidades financieras, para buscar soluciones ajustadas a sus necesidades. Estas operaciones no tendrán unas condiciones determinadas y fijas.
«Se trata de cubrir las necesidades que les han surgido a las empresas por la guerra, por lo que tanto los importes, plazos y tipo de interés se deben fijar conjuntamente con la banca con la que la empresa realiza sus operaciones. Ambas herramientas con compatibles», ha concluido.