San Sebastián es con 32.700 euros de media el municipio con la mayor renta de Gipuzkoa

Según esta fuente, San Sebastián es el municipio con la mayor renta media de Gipuzkoa -hay 88 entidades locales en el territorio-, tal y como se desprende de los últimos datos sobre declaraciones de IRPF publicadas por el fisco. En base a esta toma, con datos de 2019 -un año antes por tanto del impacto del Covid-, la renta media de la capital guipuzcoana ascendió hasta los 32.751 euros, una cifra que supera en 5.361 a la media conjunta del territorio, que se situó en los 27.390 euros, 1.333 por encima del año anterior.

Estas cifras contrastan con las publicadas recientemente por el Eustat, también correspondientes a 2019, que situó la renta personal media guipuzcoana en 23.756 euros, 3.634 euros por debajo de la publicada por el departamento de la Hacienda foral.

Volviendo a los datos del fisco, Donostia desbanca así a Beasain, que en 2018 relevó a Abaltzisketa. En los últimos ocho años, a excepción de San Sebastián, que encabezó el ranking en 2012 y en 2013, los municipios con la renta media más elevada de Gipuzkoa han sido de las comarcas del Goierri -Arama y Gabiria- y de Tolosaldea -Abaltzisketa-. Aunque conviene advertir que en los casos de las localidades con pocos habitantes las medias se distorsionan con facilidad si hay algunos contribuyentes que presentan declaraciones altas.

En 2019, Donostia aventajó a Hondarribia y Azpeitia en 1.279 y 1.693 euros, respectivamente. Beizama (30.922), Gabiria (30.828) y Arama (30.803) les siguen en este escalafón, mientras que Errenteria (21.110), Errezil (20.785) y Pasaia (20.706) lo cierran por la parte baja.

Pero al margen de las curiosidades que refleja este resumen del fisco foral, una de las principales conclusiones generales que se pueden advertir es que la recuperación económica se seguía sintiendo en una mejora de la renta media de los guipuzcoanos –será interesante comprobar al año siguiente con el impacto del Covid–. Desde el peor año de la crisis (2013) hasta 2019, la base liquidable entre los contribuyentes del territorio se incrementó en 4.993 euros, al pasar de los 22.397 euros de 2013, a los 27.390 de 2019. Cabe recordar que entre 2008 y 2013 la renta media por persona cayó en 250 euros en el territorio.

Solo en el último ejercicio cerrado (2019) la base liquidable entre los 385.134 declarantes guipuzcoanos repuntó un 5,7% (570 euros) y por tercera vez en la serie histórica, los vecinos de Gipuzkoa disponían de unos recursos medios por encima de los 25.000 euros. En la clasificación comarcal de esa base liquidable destaca sobremanera Donostia, con los citados 32.751 euros por declaración. En el extremo opuesto, con una base de 21.985 euros, se situó la comarca de Oarsoaldea, consecuencia directa de que tres de los cuatro municipios que la componen (Pasaia, Errenteria y Lezo) se encuentran entre los cuatro que menor base liquidable media muestran.

Ese aumento ejercicio tras ejercicio en las rentas disponibles de los guipuzcoanos también se ve reflejado en unos mayores ingresos para la Hacienda foral por el IRPF. A medida que las bases liquidables aumentan, los tipos aplicables a las mismas también se elevan de forma que la minuta fiscal a la que se enfrentan año tras año los contribuyentes guipuzcoanos no paró de crecer durante la recuperación económica de aquellos años.

Así lo refleja el tipo efectivo que calcula el departamento dirigido por Jokin Perona que se les aplicó de media a los contribuyentes guipuzcoanos en el IRPF de 2019. Según el informe de Hacienda, de cada 100 euros declarados como base liquidable por los guipuzcoanos, el fisco ingresó 18,5. Una cuantía nunca antes registrada y que creció en una décima en el último ejercicio. En su cota más baja, en 2009 tras el primer impacto de la crisis y antes de la reforma del IRPF, la tasa efectiva se situaba en el 15,2%.

La Hacienda foral también desvela en este estudio el destino que los guipuzcoanos dieron al 0,7% de su cuota íntegra en las declaraciones de la Renta. El 38,1%, esto es casi cuatro de cada diez contribuyentes, destinaron esa tasa de su cuota solo a fines sociales, lo que supone una reducción de 2 puntos respecto al año anterior. El 8,1% decidió que el destino de esos fondos debía ser la Iglesia Católica -3,3 puntos menos-. Otro 7,4% decidió aportar a ambas posibilidades su 0,7% -sin apenas variación-, y el 46,5% restante no concretó ninguna de las casillas -un incremento de 18 puntos-.

Por último, el departamento de Hacienda facilita los últimos datos correspondientes a la brecha entre las bases liquidables masculina y femenina en Gipuzkoa. Es decir, si equiparamos la base liquidable media por habitante de los hombres con el 100%, qué porcentaje quedaría para alcanzar a éste por parte de la base liquidable femenina por habitante. De esa manera, la media del territorio se queda en un 39,5%, bajando 2,6 puntos respecto al ejercicio anterior.

Como cabe suponer, cuanto más pequeña sea la citada brecha, mayor igualdad habrá entre sexos. Así, entre los municipios con menor ratio destaca el caso llamativo de Beizama con una brecha del 0,6%, y entre los de mayor, Abaltzisketa con el 68,6%. En ambos casos, se trata de municipios muy pequeños, así que para poder sacar conclusiones habría que comprobar la trayectoria de la variable en un periodo más prolongado, ya que cualquier incidencia puntual registrada en el año puede traer grandes altibajos.