Los guipuzcoanos ahorrarán 85 millones en impuestos gracias a las medidas antiinflación

Ese muro de contención frente a la presión del IPC tiene como clave de bóveda la deflactación de todos los tramos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en un 4% a partir de septiembre. Urkullu recordó que Euskadi (no así el Estado) ya deflactó un 1,5% la tarifa del IRPF a comienzo de año para luchar contra un alza de los precios que ya era evidente. «Ese 1,5% sumado al 4% decidido ahora supone una deflactación del 5,5%, que es el mismo nivel en el que se mueve hoy día la inflación subyacente», recordó.

El programa presentado por el lehendakari y los diputados generales incluye algunas reducciones de cuota para las rentas más modestas y aplazamientos en el pago de varias figuras impositivas que conforman una batería que tendrá un coste fiscal en todo Euskadi de 250 millones, de los que 140 afectarían al conjunto de los obligados tributarios en el IRPF y otros 110 a las personas más vulnerables.

En el caso de Gipuzkoa, y según ha podido confirmar DV, el ahorro total para los ciudadanos (y, por ende, el consiguiente recorte de la recaudación fiscal para las arcas forales) será de 84,6 millones de euros.

De esa cantidad, 44,8 millones corresponderán a esa ventaja universal ligada a la deflactación del IRPF y los restantes 39,8 millones a la deducción aprobada por los tres territorios.

La deflactación, en la práctica, supone una dulcificación del tributo para, al menos parcialmente, tratar de evitar que subidas de salarios inferiores al alza del IPC condenen a los contribuyentes a saltar de tramo en el IRPF y se vean así doblemente castigados por la inflación perdiendo aún más poder adquisitivo. Un paso que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, evitó dar en enero al defender que la inflación era algo ligado solo al precio de la energía contra el que, señaló entonces, ya estaba luchando el Gobierno Sánchez.

La aplicación sobre todos los tramos del IRPF –apuntaron fuentes de la Diputación Foral de Gipuzkoa– entrará en vigor el próximo 1 de septiembre, por lo que tendrá un efecto inmediato en los salarios que se abonen entre ese momento y final de año. Por su parte, en el caso de las nóminas pagadas con anterioridad, las cantidades retenidas de más se ajustarán en la próxima campaña de la Renta. «La diputación sigue actuando, con hechos, para hacer frente a los retos del contexto actual», señaló Markel Olano.

Según detalló el lehendakari, que fue el encargado de desgranar las medidas de ahorro fiscal, la deflactación del IRPF comprenderá también «actualizar los importes de la reducción por tributación conjunta, la minoración de la cuota y la actualización de las deducciones en ese mismo porcentaje del 4%».

Del mismo modo, los contribuyentes con base imponible inferior a 30.000 euros podrán aplicarse una minoración de la cuota de 200 euros; cantidad que irá reduciéndose progresivamente para quienes su base esté entre 30.001 y 35.000 euros. Las ayudas estatales de 200 euros para familias vulnerables (hasta ahora las han pedido 325 guipuzcoanos) estarán exentas en el IRPF. Además, añadió Urkullu, los autónomos estarán exonerados de presentar los pagos fraccionados del tercer y cuarto trimestre, que deberán abonar en 2023, igual que las empresas (en este caso en Sociedades) con un volumen de operaciones de menos de 50 millones de euros.

«Estas medidas son un paso más y se suman a una estrategia compartida que estamos desarrollando», señaló Urkullu, que recordó varios planes vascos de contingencia frente a las actuales adversidades económicas, cifrados en más de 1.000 millones de euros.

Urkullu, que insistió en la idea de que «deflactar es dejar más dinero en los bolsillos de las familias vascas», quiso lanzar un mensaje de «esperanza» al señalar que «Euskadi cuenta con el Concierto Económico y con instrumentos propios» con los que batallar contra la situación actual.