El acuerdo en el Metal en Gipuzkoa dará impulso a una negociación colectiva en la UCI

En un año en el que el Covid también ha ralentizado este ámbito de los pactos laborales, primero por la imposibilidad de celebrar reuniones y poque la crisis abierta no ayuda a acometer renovaciones de convenios, Gipuzkoa ha recuperado una negociación que estaba atascada desde hace diez años y está a las puertas de que se apruebe el acuerdo sectorial más importante del territorio, con unos 40.000 trabajadores afectados, y que sirve, además, de referencia para el resto de sectores.

De ahí la importancia de este pacto, que además permitiría abrir la puerta a otros que, al igual que el del Metal están decaídos. Se trata en concreto de siete acuerdos sectoriales, entre los que destacan por su impacto cuantitativo el convenio de Hostelería, con unos 12.000 trabajadores afectados, y del de Oficinas y Despachos, con otros 7.000.

Y es que más de cuatro de cada diez trabajadores del territorio tienen sus acuerdos decaídos. En concreto, el 42,2%, muy por encima de Bizkaia, donde esta situación solo afecta al 8% de los trabajadores, y de Álava, donde se eleva al 26,2%. La cifra tan baja que ofrece Bizkaia responde precisamente a que el año pasaron se acordó el convenio del Metal, aunque su registro no se ha efectuado hasta este año en el Consejo de Relaciones Laborales (CRL), según constata este organismo laboral.

Pero además, en Gipuzkoa otro tercio de trabajadores (34,2%) tiene sus convenios prorrogados y pendientes de renovar. Una cifra también ligeramente superior a la de Bizkaia (30,4%) y Álava (32%).

Todo ello lleva a que tan solo el 23,6% de los trabajadores guipuzcoanos sujetos a un convenio cuenten con pactos vigentes, ocho puntos menos que en Álava y diecisiete puntos por debajo de Bizkaia.

El CRL destaca en su último informe laboral, publicado hace unos días y que hace referencia al primer semestre, el «escaso avance de la negociación colectiva registrado este año en toda Euskadi y que la buena situación de partida se debe al arreón que se produjo el año pasado, convirtiéndose en el mejor de los últimos ejercicios». De hecho, apunta que si se descuenta el acuerdo del Metal de Bizkaia, el porcentaje de población trabajadora que ha renovado sus convenios a lo largo de los seis primeros meses se reduce del 9,1%del año pasado al 2,5% este ejercicio, siendo el siderometalúrgico el único acuerdo sectorial, ya que el resto son de ámbito de empresa.

Algo más de dinamismo se ha registrado en los pactos de ámbito estatal con incidencia en Euskadi, al registrarse diez convenios de sector, pero con una incidencia muy baja, ya que tan solo afectan a unas 3.000 personas.

En este contexto y siendo Gipuzkoa el territorio más rezagado, cobra especial importancia la posibilidad de que se renueve el convenio del Metal. Unas negociaciones que se pusieron en marcha en julio y que tras siete reuniones culminaron el pasado viernes, después de que Adegi las diera por cerradas una vez que ELA, que cuenta con el 48,76% de representación, respaldara su última propuesta, que la asociación empresarial dio por definitiva.

Ahora la última palabra la tienen LAB, segundo sindicato en importancia (34,7%), CC OO (12,95%) y UGT (4,4%), que consideran que todavía queda margen para negociar y mejorar algunos contenidos, por lo que instan a Adegi a que mantenga la mesa abierta, algo que la patronal rechaza de plano. Fuentes próximas a la negociación consideran que las diferencias no son insalvables y que el acuerdo es más que posible, al margen de que su rechazo supondría perder la oportunidad de dar cobertura legal a miles de trabajadores que por el tamaño de sus empresa carecen de capacidad negociadora en ese ámbito.

La negociación en el Metal ha puesto en evidencia también otro aspecto, y es que ELA, a la que se le atribuye ser remisa a la firma de acuerdos, ha sido la primera central sindical en respaldar la propuesta de Adegi, al entender, a la vista de los contenidos de la misma, que en la actual coyuntura extraordinaria sellar el acuerdo «es un ejercicio de realismo».

Una actitud más pragmática de la central liderada por Mitxel Lakuntza que, con todo, recuerda que no firma acuerdos en minoría, de los que siempre ha renegado, por lo que se requiere del apoyo de al menos otra central para que el convenio salga adelante con eficacia general. De llegar a firmarlo, sería el primer convenio sectorial que el sindicato nacionalista alcanza con Adegi desde 2018. En ese ejercicio suscribió el de Construcción, otro de los emblemáticos del territorio, y también el de Alojamientos, que en su día se desgajó del de Hostelería. El año pasado se descolgó del acuerdo del Papel y del de Artes Gráficas. El primero lo firmaron LAB y CC OO, y el segundo la central abertzale y UGT.