Jokin Altuna: «La presión me la pongo yo, no me viene de fuera»
Finalista del Cuatro y Medio ·
El amezketarra aspira a redondear con la txapela su marca de cinco finales seguidas del Cuatro y MedioDisputar siete finales individuales de Primera categoría a los 24 años no está al alcance de cualquiera. Jokin Altuna juega el domingo la quinta ... en el Campeonato del Cuatro y Medio, además consecutiva, a las que une dos en el Manomanista. Le espera en el Bizkaia de Bilbao un Erik Jaka que le hizo pasar un mal trago hace solo un mes.
-Quinta final consecutiva en el Cuatro y Medio. Nadie había conseguido antes ese registro.
-Es un dato importante para mí. Resulta difícil porque puede mediar cualquier lesión. He perdido partidos en anteriores ediciones, pero con la suerte de que llegaron en la primera o segunda jornada de la liguilla. Soy consciente de que esa racha acabará y cualquier año perderé en cuartos o una semifinal. No pienso en eso. Lo que he hecho bien y no tan bien ahora no me vale y estoy centrado en la final.
-Dos campeonatos individuales y dos finales en 2020.
-Contento. Cuando estuvimos confinados comenté a un amigo que 2020 sería importante para mí. A ver si le pongo la guinda el domingo. Tengo muchas ganas de hacer bien mi trabajo, de preparar el partido y de acertar a la hora de jugarle a Erik. Si hago eso, espero tener opciones.
«Observo un nivel alto y mucha igualdad en el campo profesional, más aún cuando se juegan tan seguidos los campeonatos»
«A Erik le faltaba ganar un partido a una figura. Cuando batió a Urrutikoetxea se soltó y ahora está con confianza»
-Ha solventado bien las dos eliminatorias precedentes.
-He encontrado obstáculos en el camino. Perdía 9-1 contra Elezkano II y 7-3 ante Oinatz. Observo una igualdad muy grande y todos los pelotaris están jugando muchísimo. Hay campeonatos que pillan mejor a unos y peor a otros. Apenas tuve tiempo para preparar este campeonato, ni física ni psicológicamente. Se dice que cuando estás en racha parece más fácil llegar a las finales. Estoy mentalizado para otro día duro.
-¿Es buena esa igualdad?
-Buena para la pelota. Todos mejoran y eso obliga a no relajarse. Hay una evolución constante en numerosos pelotaris. Uno no puede quedarse atrás.
-Los compromisos llegan muy seguidos en este calendario tan comprimido.
-Lo sabíamos desde un principio, pero antes de vivirlo no sabes cómo va a ser en realidad. En el Manomanista jugaba los domingos, empezaba las semanas cansado y el siguiente partido llegaba enseguida. La semifinal del Cuatro y Medio fue el sábado y el lunes ya me encontraba mejor. Con tan poco tiempo, más que prepararte intentas poner en práctica tu plan en el frontón y recuperarte porque siempre acabas los partidos con alguna molestia.
-¿Se enfrenta al pelotari más peligroso del momento?
-Igual sí. El domingo en Eibar se vio que Erik acaba todo lo que pilla. El preparador de Ezkurdia decía en la tele que Joseba debía endurecer los tantos y justo en ese momento, levantó la pelota y Jaka metió un gancho desde el tres. No fue por culpa de Joseba, sino porque Erik atraviesa un momento terrible de juego. Le viene una idea, la ejecuta y le sale bien. Encadenar buenos resultados te da soltura y confianza. Es consciente de que si hace bien su trabajo puede ganar a cualquiera.
«Vendrán mejores rachas para Baiko pero los problemas no se arreglan con parches, hay que ir a la raíz»
-Eso lo ha vivido usted...
-Sí. Lo difícil suele venir luego. Siempre cuesta prolongar eso en el tiempo. Cuando hace dos semanas Ezkurdia ganó el Parejas parecía invencible. Repito. Observo un nivel alto y mucha igualdad en el campo profesional, más aún cuando se juega tan seguido. Ya presumíamos que estar en un momento dulce vendría muy bien en un calendario concentrado en dos o tres meses.
-¿Le ha sorprendido algo de Jaka durante el últimos mes y medio?
-A Erik le faltaba ganar un partido a una figura. No es el primero al que le sucede. Cuando ganó a Urrutikoetxea se soltó y ahora está en racha, con confianza. Es difícil frenar a alguien que está así. Y ojo porque veo a más pelotaris capaces de dar ese salto.
-¿Influye que la derrota en la final manomanista esté reciente?
-No. Estoy intentanto mentalizarme de que debo aprender de esas situaciones. Soy un pelotari que vivo a tope lo que hago y debo aprender que es normal vivir esas emociones. Me llevé un palo gordo, pero tengo que darle rápido la vuelta. Tampoco le estoy dando vueltas a aquella derrota. Pasó porque tenía que pasar, perdí porque tenía que perder. Debo extraer conclusiones positivas para tirar hacia delante.
-¿Hay ánimo de revancha?
-No. Quiero ganar porque es otra final, no porque sea Erik.
-¿Por qué recibió un palo tan gordo?
-Ese día me quedó la sensación de que no competí nada. Estaba roto porque había hecho un buen campeonato y no acerté ese día. Cuando me siento yo en la cancha, lo doy todo y pierdo, enhorabuena al rival y punto. Erik me ganó la final manomanista porque fue mejor. Pero incluso cuando llegué a 20 no fue por mis méritos, sino porque falló él. No me sentí cómodo en ningún momento y eso merma mucho.
-¿Ha sentido mayor presión en este Cuatro y Medio?
-No. He salido tranquilo. Cuando iba 8-1 por detrás contra Danel, al restar un saque, me pregunté qué pasaría si pierdía: voy a la calle y tendré que empezar a preparar el Parejas. Justo a partir de ese momento me enchufé y empecé a hacer tantos. Si eres favorito, es más difícil jugar por esa etiqueta. Ahora no, pero cuando hay público y el favorito está por detrás en el marcador notas un runrún. La presión me la pongo yo, no me viene de fuera.
-Esos momentos...
-Quieres ganar y hay momentos en los que piensas que te entrenas, trabajas, y te cuidas para eso. No debe ser así. Tu objetivo es la victoria, pero tienes que sentirte a gusto con lo que haces sin creer que vas a ser feliz si ganas. No debes plantearte que la felicidad la trae vencer en ese partido.
-Vive con pasión la pelota.
-Tengo que aprender a relativizar. No puedo controlar lo que voy a sentir. Es inevitable. Sí imaginarlo, pero no controlarlo. El domingo de la final y el lunes estuve muy mal. He vivido muchas cosas en la pelota, pero tengo solo 24 años. Toca aprender como deportista y como persona. Salgo a jugar contra gente mayor que yo, pero soy súper favorito. Por ejemplo en la final manomanista. Hay que asimilarlo, pero no es fácil. Y con eso no digo que perdí porque era favorito.
-Otra final contra Jaka. Cambia la distancia. ¿Cambia la manera de jugar?
-Sí. Es muy diferente a la hora de restar, el saque... Es un juego totalmente diferente.
-Cada vez se juega más corto en la jaula.
-Mira el Jaka-Ezkurdia. Intentaba Joseba sacar un poco la pelota, la levantaba y Erik no le daba opción ni para defender. En mi partido contra Oinatz, quería darle velocidad pero impedir que entrara de aire. El juego de antes era más clásico, más tranquilo. Hoy en día todo es velocidad. Y muchos fallos vienen por ahí. Cuando uno coge el centro de la cancha, es difícil que pierda el partido. Es la clave de hoy en día.
-Las pasas del cuatro y medio casi han desaparecido.
-Eso es. No solo eso. ¿Cuántos pelotazos se ven en los que dudas si pasará o no la raya? Pocos. Si dejas pelota servida, todos tenemos peligro. Con la zurda intentamos jugar a los pies porque el contrario te fulmina de arriba. También es cierto que haces mucho daño si pegas un buen pelotazo al tres y medio tocando la pared izquierda. Desde allí no hay milagros. Pero si el contrario se adelanta... Erik es aún más peligroso porque va siempre al ataque.
-¿Tanto cambio observa?
-Incluso desde que empecé yo en 2015. Recuerdo un par de partidos contra Olaizola II. Te dejaba jugar. Saralegi poseía un buen gancho, pero no iba como un loco a buscarlo. Antes elaboraba el tanto con la derecha. No creo que sea solo por las pelotas.
-¿Llevará botillero a la final?
-Iré con Ekaitz Saralegi. Me está ayudando durante todo el campeonato. Estará en el frontón.
-¿Cómo es jugar sin público?
-Sí. Es raro, diferente. En momentos malos solo el murmullo te mete en los partidos. Falta eso.
-El dominio de Aspe va más allá de una simple racha.
-Y ahora mismo parece que los próximos años serán positivos para la empresa a nivel deportivo. No sé hasta qué punto es bueno. Han pedido cedido a Rezusta, no a cualquiera. Vendrán mejores rachas para Baiko, pero esta tan larga no es por casualidad. Yo lo digo por mí. Cuando no consigues los objetivos, haces autocrítica y analizas en qué puedes mejorar. Los problemas no se arreglan con parches, hay que ir a la raíz, mirar más allá. Soy de Aspe y ellos verán. Pero a la pelota no le vendría mal mayor igualdad en los próximos campeonatos.
-¿Ficharía por Baiko?
-Según lo que me dieran (sonríe). Estoy muy a gusto en Aspe. Tenemos la suerte de que nos acompaña Jokin Etxaniz. Cuando le llamamos viene a cualquier pueblo. Siempre está disponible y es un apoyo importante para nosotros.
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