Kauldi ha mamado balonmano desde la cuna y en el regazo de su madre

«Kauldi ha tenido un balón en la mano desde niño», subraya Alex Oliden, participante en su periodo de formación junto a entrenadores como Andrés Torriko y Pablo Gutiérrez. «Llegó al Pulpo en edad alevín o infantil. Para entonces ya tenía base técnica y motivación para el balonmano. Además era coordinado y bueno en distintos deportes: fútbol, surf, montaña, pesca... Surfea bien. Su hermano, Alex, compite en bodyboard con éxito».

En 2016, con 19 años, pasó del Pulpo al Bidasoa, con el que fue designado mejor debutante de la Liga Asobal. Tras seis temporadas en Artaleku, donde siguió su progresión, en 2022 fichó por el Nantes, equipo puntero de la liga francesa y participante habitual en la Champions.

Kauldi es el exponente más destacado del balonmano zumaiarra, que empezó a adquirir forma en este pueblo en 1969 de la mano del Zumaiako Kirol Elkartea. No había polideportivo ni cancha como tal, por lo que los partidos se jugaban en el muelle.

No los vio Kauldi Odriozola (Zumaia, 27 años), pero sí Alex Oliden. «El balón se caía a la ría y lo recuperaban con el salabardo. Los propios jugadores marcaban las líneas en el suelo y las porterías se traían de otro sitio. Más adelante, los partidos de balonmano se trasladaron al colegio de las monjas y por último, al polideportivo».

Kauldi es el heredero de aquellos pioneros, entre los que se encontraba, por ejemplo, Juan Mari Artetxe, hijo del pelotari Etxabe IV. La Sociedad Deportiva Pulpo tomó el relevo del Zumaiako Kirol Elkartea cinco años después, en 1974, y sus responsables establecieron con el paso del tiempo una estructura sólida, con buenos equipos y una cantera prolífica que en 2015 alcanzó uno de sus puntos álgidos. La selección convocó a tres de sus jugadores para el Europeo juvenil de aquel año: Ander Torriko, Mikel Martínez y Kauldi, quien ya forma parte del selecto grupo de medallistas olímpicos guipuzcoanos.