No se le tutea al Madrid todos los días

Esto es a lo que aspiraba el Acunsa Gipuzkoa Basket. No a la derrota, por supuesto. Sí a medirse a los grandes, los poderosos, aunque demuestren que para el equipo de Nicola, derrotarles sea poco menos que una hazaña. Esto es la ACB. No es un día para estar triste. Porque todos los esfuerzos, los obstáculos, los sudores y los cabreos del verano, este sábado se tiraron por el sumidero. Se le dio a la tecla de borrar en cuanto el balón se puso en el aire, porque eso quería decir que el GBC regresaba a la élite. El Acunsa GBC tuteó a todo un Real Madrid, le plantó cara y solo perdió porque el fondo de armario del equipo de Laso es más grande que el zapatero de Imelda Marcos. Primero Causeur, luego Llull, después Carroll. El GBC debe de estar orgulloso porque si da este nivel el domingo que viene, seguro que obtiene premio.

Estaba predestinado que Johnny Dee fuera el primer jugador en anotar en esta nueva andadura del Acunsa GBC en la ACB. Obviamente el pistolero de Denver clavó un triple. El plan del Madrid era atacar con Causeur y su capacidad de desborde al lado izquierdo. Laprovittola mandaba y el francés y el gigante Tavares ejecutaban, 8-13 (min. 5).

Sin embargo, las primeras sensaciones que dejó el cuadro de Nicola es que iba a jugarle de tú a tú al campeón de la Supercopa. El argentino movió el banco, un triple de Tomás acercó a los guipuzcoanos y después con Echenique de taponador y anotador dejaron la pista libre para que Magarity, con un triple, pusiera por primera vez por delante al Acunsa GBC, 19-18 (min. 7). Laso pidió tiempo muerto, visiblemente enfadado con su equipo. Un arreón merengue tras el corrillo les hizo acabar por delante en el primer cuarto. El Gipuzkoa Basket hizo cuatro de once en triples, lanzando el doble de tiros desde detrás del arco.

Nicola fue cambiando piezas, dio entrada a Faggiano, quien hizo cuatro puntos consecutivos. El de Rafaela situó un quinteto pequeño con Dee, Faggiano y Span para abrir espacios en ataque a los interiores. Radoncic dio intensidad en las dos partes de la pista, pero el Madrid encontró a una de sus súper estrellas. Campazzo no se vistió, pero el fondo de armario que tiene Laso le da para mucho.

Fue Llull quien con nueve puntos seguidos mantuvo a flote a su equipo, 35-36 (min. 17). El Acunsa GBC no parecía un recién ascendido. Jugaba con descaro y daba la impresión de sentirse cómodo sobre la pista. Continuó la igualdad en el tramo final, con Deck atacando a Oroz en el poste bajo, pero el Acunsa seguía a lo suyo. Span y Radoncic volvieron a ponerle por delante, aunque una canasta final del 'Tortuga' Deck puso el empate a 41 al descanso.

Pablo Laso tenía un as guardado bajo la manga: Jaycee Carroll. El de Wyoming, a sus 37 años, es un seguro de vida para cualquier entrenador. Y el extécnico del GBC lo sabe. Fue el principal arma del Real Madrid y les hizo estirarse por mucho que Faggiano se disfrazara de Campazzo para mantener cerca al Acunsa. Después fue Echenique quien mantuvo a los donostiarras con dos buenas acciones, hasta el 49-50 (min. 25).

A partir de ahí despegó el Madrid. Vio un punto de flaqueza en su rival y no perdonó endosando un 0-11 de parcial. Tavares se hizo más grande en la zona, Carroll siguió siendo una pesadilla y Taylor apretó clavijas atrás, con Laprovittola poniendo música. En un abrir y cerrar de ojos, el cuadro merengue se despegó, 49-61 (min. 27). Okouo hizo un par de buenas canastas, pero Taylor puso la máxima (53-66).

El Acunsa GBC no estaba derrotado. Le quedaban fuerzas para la última carga. Y le metió el miedo en el cuerpo al Madrid con tres triples consecutivos, uno de Dee y dos de Magarity, que junto a dos tiros libres de Echenique devolvieron la esperanza a los guipuzcoanos, 64-68 (min. 34). Nuevamente fue Llull el que estuvo desatado para devolver el colchón a los merengues, 64-76 (min. 36).

El Acunsa Gipuzkoa Basket continuó a lo suyo aunque los minutos pesaban en las piernas y cada vez costaba más anotar. Dee y un bravo Okouo, junto con Faggiano, mantuvieron las distancias, 70-77 (min. 38). Jan Span tuvo un triple librado para pensar en la hazaña, pero erró y el Madrid cerró el choque.