Colombia siempre presente en las alturas

Marcelo Nicola ha aprovechado cualquier oportunidad en la que ha tenido un micrófono delante para declarar que Jaime Echenique puede sorprender en la presente Liga Endesa. El de Barranquilla debutó ayer en el baloncesto profesional después de dos temporadas en Wichita State, en la NCAA, y demostró que las alturas no solo son lugar para los ciclistas colombianos.

El pívot de 23 años no tenía un estreno fácil al tener en frente a Walter Tavares. El de Barranquilla mide 2,11 metros, pero se tuvo que fajar con los 220 centímetros del caboverdiano. Echenique pertenece a esa nueva generación de jugadores a la que su gran estatura no le impide hacer cosas propias de otras posiciones. Esos pívots que antes ponían la tienda de campaña en la zona, no salían de ella en defensa y entraban y la abandonaban cada tres segundos en ataque, son minoría. Solo sobreviven los que saben sobreponerse al baloncesto moderno, como es el caso de Tavares.

Esos Andrew Betts o Denis Marconato que vimos en Illunbe son ahora los Boban Marjanovic o Brook López de la actualidad, pívots con muchos centímetros, pero también con manejo de balón, rango de tiro y lectura de juego. Y Echenique apunta pertenecer a esa clase.

Hacía tiempo que a Tavares no se le veía tan incómodo con su par, y es que el colombiano supo cómo ponerle en dificultades. Se alejó del aro y amenazó desde la distancia gracias a su capacidad de acierto de tres; con su buen manejo de balón, le atacó de cara con el bote, superándole en varias ocasiones; y en la zona, donde más desventaja podía haber, se hizo fuerte y alzó los brazos para que, en la medida de lo posible, Tavares no pudiera levantar el tiro. «No hay rival pequeño», declaró al descanso.

En defensa, al ser un jugador atlético y móvil, demostró tener una buena sincronización de salto para taponar hasta tres tiros según la estadística oficial, aunque dio la sensación de que fueran más. La acción más destacado fue la que le hizo a Jeffery Taylor cuando el sueco se disponía a machacar el aro y Echenique ahuyentó el balón como si tuviera un matamoscas en la mano.

El de ayer fue el partido más cómodo que se ha jugado en la historia de Miribilla. Acostumbrados a que los 'Men in Black' arrastren a sus aficionados a llenar el recinto bilbaíno, más quisiera, sobre todo el Real Madrid, que siempre fuera así. Y si no digánselo a Llull, que habituado a escuchar el 'Llull, Llull, Llull' que suele gritar en forma de vacile la afición del Bilbao Basket cada vez que el jugador falla un tiro, ayer aprovechó para anotar 18 puntos.

Si hay que envidiar algo del vecino, es el pabellón que tienen. No por cómo es, que también, sino porque tienen uno. Acunsa Gipuzkoa Basket continuará jugando de visitante en los partidos que se suponen que son de local durante varias jornadas más. De hecho, el Real Madrid estaba más familiarizado con la cancha vizcaína que el propio Gipuzkoa Basket al haber jugado más veces allí.

Además de todas las inconveniencias que supone este cambio de pabellón y de provincia, las consecuencias también se pudieron ver ayer a nivel publicitario. La aseguradora médica Acunsa ha apostado por el Gipuzkoa Basket para darse a conocer entre la sociedad guipuzcoana. Sin embargo, no podrá hacerlo, o al menos no lo pudo hacer ayer de forma plena.

El único sitio en el que se pudo ver su marca fue en la camiseta de juego, en las vallas publicitarias electrónicas y en una parte de la canasta. Retabet.es se llevará doble rendimiento de su patrocinio con el Bilbao Basket, ya que ni la funda del soporte de las canastas ni el círculo central se cambiaron para el encuentro de ayer. Por eso, ya que Acunsa ha invertido en el Gipuzkoa Basket para que la entidad de Ignacio Núñez pueda seguir mirando hacia arriba y compitiendo en la ACB, ponemos nuestro granito de arena desde aquí para que tenga algo de visibilidad: Acunsa, Acunsa, Acunsa.

La ventaja de jugar sin público para aficionados y periodistas es que se puede escuchar todo lo que jugadores, árbitros y entrenadores gritan. La desventaja de jugar sin público para jugadores, árbitros y entrenadores es que aficionados y periodistas pueden escucharlo todo. Se pudo apreciar en el primer cuarto, cuando en una de las habituales broncas de Laso, el técnico vitoriano dijo «tiene cojones que os dejéis la vida defendiendo el cinco contra cinco para que después haya un tiro de nueve metros y perdáis el rebote». También añadió que «ellos no saben defender el pick and roll». Apunta Marcelo.