Final para recuerdos
Al ver las imágenes de París a través de televisión pensaba en lo afortunado que he sido por por pedalear en los Campos Elíseos. Me ... acordé de que pertenezco al reducido grupo de tres corredores que ha vivido un final de Tour en tres lugares distintos de la capital francesa: primero el Parque de los Príncipes, más tarde el Velódromo Municipal –conocido como La Cipal– y por último los Campos Elíseos.
Me emocionó llegar al Parque de los Príncipes en 1966. Precisamente el siguiente año, 1967, fue el último en el que la ronda gala terminó en ese sitio. Durante un montón de años acabamos en La Cipal, el menos atractivo de los tres. Y ya en la parte final de mi trayectoria como ciclista se instauró la sede de los Campos Elíseos, escenario precioso.
Los otros dos compañeros que compartieron esa suerte conmigo fueron Felice Gimondi y Raymond Poulidor. Ninguno de los dos sigue entre nosotros. No hace falta añadir quién será el siguiente en marcharse...
Acaba un Tour interesante y más bonito de lo que cabía esperar después de todas las movidas ocasionadas por el coronavirus. Un Tour rapidísimo por la velocidad a la que se ha rodado, con muchos equipos luchadores, el bombazo de la contrarreloj del penúltimo día y la victoria de un joven corredor que ha deslumbrado. Un Pogacar sorprendente e inmenso a la vez en la crono y que ayer lució una Colnago amarilla. Los italianos trabajaron rápido porque no creo que Matxin la tuviera guardada en su camión. González Linares, López Carril y yo tuvimos una estrecha relación con Ernesto Colnago, alma de esta firma de cuadros que usamos en Kas. De hecho, nosotros le pusimos en contacto con Vélez y Urraca, convertidos después en distribuidores para España.
Pese a todo lo que sufrió en la montaña, Sam Bennett guardaba fuerzas para el último sprint, en el que despejó cualquier duda sobre la justicia de su maillot verde.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión