A falta de vascos, toca disfrutar de Pogacar
Los guipuzcoanos Ion Izagirre y Alex Aranburu componen una exigua representación en un pelotón liderado por el fenómeno esloveno
Bilbao acogió hace dos años el Grand Départ. Era el 1 de julio de 2023. La etapa del día siguiente terminaba en Donostia tras iniciarse ... en Vitoria. El Tour, en Euskadi. La afición vasca no paraba de recibir elogios. Los representantes institucionales insistían en las bondades del retorno para el país.
El cacareado retorno de los grandes acontecimientos deportivos, también de los culturales, no ha redundado en beneficios para el ciclismo vasco. Veinticuatro meses después de aquella cita histórica, la representación en el pelotón se reduce a dos corredores, Alex Aranburu y Ion Izagirre. Es la menor en lo que va de siglo XXI. De no mediar la caída de Mikel Landa en el Giro, habrían sido tres. En cualquier caso, el número más bajo en veinticinco ediciones.
Este descenso es la consecuencia lógica de una pérdida de peso del ciclismo vasco dentro del World Tour, iniciada con la desaparición del Euskaltel, cuyos mejores integrantes acabaron repartidos entre los bloques más potentes del ciclismo mundial. Aquella destacada generación maduró sin encontrar un relevo como el que ella dio a la anterior. La cadena se rompió.
Ion Izagirre tiene 36 años. Mikel Landa está en los 35. Uno y otro se aproximan al final de sus carreras con la esperanza de conseguir todavía buenos resultados. Alex Aranburu cumplirá 30 en septiembre. ¿Y detrás?
Contrasta esta situación con la época dorada que siguió a la salida del Tour desde Donostia en 1992. El apogeo de Miguel Indurain, la irrupción del maillot arcoíris Abraham Olano, de otro campeón del mundo como Igor Astarloa y de tantos otros corredores de talla internacional.
Las tres semanas de Tour entre hoy en Lille y el domingo 27 en París evidenciarán esa carencia al mismo tiempo que permitirán al aficionado vasco gozar de un espectáculo inigualable, del ciclismo ofensivo que encarna Tadej Pogacar, gran favorito, de la capacidad de respuesta de Jonas Vingegaard, de la personalidad arrolladora de Remco Evenepoel. Da igual el terreno. Sirve igual el Muro de Bretaña que la ascensión al Tourmalet o La Madeleine, el viento de costado que las temperaturas tórridas.
La carrera comienza en Lille al día siguiente del fallecimiento a los 99 años del maillot amarillo más antiguo del Tour que seguía vivo, Jacques Marinelli, a quien Jacques Goddet apodó 'El perico' por el maillot verde de su equipo, Île-de-France, y su pedaleo ligero. Medía 1,58 metros y pesaba 55 kilos cuando en la ronda gala de 1949 la cantante Line Renaud, bastante más alta, le impuso un maillot de líder demasiado largo para su poseedor.
«Yo atacaba todo el tiempo», confesó Marinelli tras su retirada al evocar su mayor éxito. Como Pogacar. Al día siguiente arrancó de nuevo para formar una escapada que llegó por delante a la línea de meta. Mantuvo tres días el preciado jersey, se lo quitaron en la siguiente etapa y lo recuperó a continuación para llevarlo dos jornadas más. Terminó tercero aquel Tour, ganado por Fausto Coppi con Gino Bartali en segunda posición.
Pogacar, ¿imbatible?
Marinelli no podrá ver en acción esta vez a Pogacar. Tampoco a Vingegaard, principal alternativa para truncar la temporada de ensueño de un corredor imbatible en su amplio abanico de terrenos y capaz de discutir la supremacía en la Milán-San Remo y la París-Roubaix a Mathieu van der Poel, uno de los mejores clasicómanos de la historia.
El Tour recupera un formato clásico con una primera semana apta para los rodadores que se estira a diez etapas para que haya competición el 14 de julio, fiesta nacional en Francia. El primer descanso caerá en martes. También los velocistas tendrán sus oportunidades.

Una contrarreloj llana de 33 kilómetros en Caen establecerá las primeras diferencias entre los grandes favoritos, además de ofrecer un espectacular duelo de especialistas Evenepoel-Ganna. Tras una incursión en el Macizo Central, el Tour se adentrará en los Pirineos primero y en los Alpes más adelante. Para el último día guarda la novedad del paso por Montmartre antes de terminar en los Campos Elíseos.
¿Cuántos días habrá que esperar para asistir al primer ataque de Pogacar? ¿Mostrará mayor poderío UAE o Visma? ¿Responderá Vingegaard? ¿Hasta dónde llegará el aguante de Evenepoel en la alta montaña? Las respuestas, a partir de hoy.
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