«Un ezkiotarra correrá un día el Tour»
Cándido Arizti, seguidor fiel de Alex Aranburu, relata sus inicios en el ciclo-cross y recuerda que «no se retiraba en ninguna carrera»
La premonición de Cándido Arizti no se ha cumplido aún. «Un ezkiotarra correrá un día el Tour». Tardará poco en concretarse, posiblemente tres meses. Mientras, ... el fiel seguidor de Alex Aranburu disfruta de la victoria de su pupilo, del chaval al que veía en el ciclo-cross y posteriormente en las pruebas de carretera, y al que acompañó a varias consultas médicas para que le curaran. «He visto la etapa en la televisión y me he emocionado». En esta ocasión merecía la pena derramar unas lágrimas.
Cándido Arizti, que en la actualidad tiene 73 años, y Ramón Garmendia fueron los impulsores de la Peña Alex Aranburu, creada para apoyar a su corredor a todos los niveles y que tuvo 52 socios. «Le he acompañado a Valencia, a Zamora... Tres o cuatro amigos fuimos un día al Tourmalet para ver pasar una carrera en la que participaba».
La relación con Alex Aranburu comenzó a fraguarse «en el puesto de caza que su padre, José Luis, compartía conmigo en las faldas del monte Izazpi. Fallaba algunos días porque iba con su hijo a las carreras de ciclo-cross. Me gusta mucho el ciclismo y decidí acompañarles a algunas pruebas. Empezamos así».
Candi, como le conocen, tenía una fe absoluta en Aranburu. «En el ciclo-cross, si no ganaba hacía segundo. Le superaba a menudo Jonathan Lastra, que es un año mayor que Alex. Comenzó a correr en carretera siendo ya juvenil. Cuando volvía a casa le comentaba a mi mujer que iba a salir corredor porque no se retiraba en ninguna carrera. Además, la mayoría de las veces acababa entre los diez primeros».
Hay testigos de esa fe inquebrantable en Aranburu. «Gente de la Federación Guipuzcoana como los fallecidos Kerejeta y Patxi Lasa, o Juan Luis Juarez y Jesus Mari Iribarren me han oído repetir esa frase de que 'un ezkiotarra correrá un día el Tour'. También el expresidente José Luis Arrieta».
Se rompió las dos muñecas
Añade Candi que «Alex es un suicida en los descensos» y relata un inoportuno accidente que truncó su participación en un Mundial sub-23 de ciclo-cross. «Ocurrió en la carrera de Ispaster, el pueblo de Gabika. Se disputaba una semana antes del Mundial. Había nevado y el suelo estaba mojado. Entró en un agujero con la bici, salió por los aires y se pegó un golpe terrible. Nos dijeron que le lleváramos a Durango, donde le diagnosticaron fracturas en las dos muñecas. De allí nos mandaron al hospital de Galdakao. Al día siguiente, un lunes, nos atendió el médico de la selección en Bilbao y el martes acudimos al doctor Escobar. 'Tengo orden de atenderos bien', nos dijo al entrar. La resonancia confirmó las fracturas y Eduardo nos dirigió al mejor especialista en manos. Creo que se llama Irigoien. Este le indicó a Alex que seguramente debería operarse de la muñeca izquierda. Pero le mandó una serie de ejercicios que cumplió a rajatabla y no hizo falta que pasara por el quirófano. Una vez recuperado, volvió a correr en carretera y se rompió la clavícula en una carrera en Orduña. De nuevo, al hospital de Galdakao».
Tampoco olvida Candi el Campeonato de España de ruta que su protegido ganó en agosto de 2013. «Fue hasta Murcia para traer la victoria». Tenía 17 años y recuperó para Gipuzkoa un título que dieciocho años antes, en 1995, había obtenido el tolosarra Jon del Río. En 1993 lo había conseguido el itziartarra Unai Osa y en 1979, el itsasondoarra Jokin Mujika. Vaya nombres.
19 años hacía de la última victoria de etapa de un ciclista guipuzcoano en la Itzulia, la de Aitor Osa en Altsasu el 10 de abril de 2002. Fue en la tercera etapa, bajo la lluvia, el frío y algún copo de nieve. La última de un vasco era la de Omar Fraile en 2018, en Eibar.
Vive Alex Aranburu en el caserío Garaiun Goikoa de Ezkio. «Para llegar a casa tiene kilómetro y medio de subida que le ha curtido a diario», apunta Cándido Arizti. «Está unos quinientos metros más arriba de Igartubeiti», espacio museístico que incluye un centro de interpretación del caserío.
Hijo de ezkiotarra, la madre de Alex nació en Aztiria. «Se apellida Deba y es hermana del conocido elaborador de morcillas», apunta Arizti.
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