Tolosa
Varios arquitectos locales presentan alegaciones al proyecto de URA sobre el Puente NuevoUna quincena de profesionales muestran su «preocupación» por el proyecto y solicitan al Gobierno Vasco «declarar» el puente como Bien de Interés Cultural
El Puente Nuevo de Tolosa continúa siendo noticia y acapara nuevamente las miradas tras nuevas alegaciones presentadas por un grupo de arquitectos locales al ... Proyecto de Defensa presentado el pasado mes de febrero por la Agencia Vasca del Agua-URA, en el que su principal medida consiste en la demolición del Puente Nuevo para erigir una nueva construcción, con unas obras que tienen previsto arrancar en junio.
A través de un comunicado muestran su «preocupación», los detalles sobre las alegaciones presentadas, y solicitan al Departamento de Cultura del Gobierno Vasco «declarar» el puente como Bien de Interés Cultural.
El grupo de arquitectos explica que tras hacer pública su «postura contraria» al proyecto de reforma de Zumardi Txiki, «el gobierno municipal no ha dado ningún paso» para reunirse con ellos, y opina que es «preocupante» que «el Ayuntamiento de Tolosa haya aprobado el proyecto de URA tal y como ha sido recogido y presentado», lo que ha hecho que su «preocupación aumentara». «En 2016, el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación elaborado por URA ya contemplaba la posibilidad de derribar el puente; en 2021, el Gobierno Vasco licitó y adjudicó el proyecto de defensa contra inundaciones de Tolosa, y en julio del mismo año, URA se reunió con el Ayuntamiento para analizar tres propuestas de puentes y éste seleccionó una. En febrero de 2023, los ciudadanos hemos conocido que las obras del puente comenzarán en junio», detallan.
«En 2016 el Plan de Gestión del Riesgo de Inundaciones de URA contemplaba la posibilidad de demoler el puente»
Asimismo, señalan que «según la información recibida por parte del Ayuntamiento», «no han completado ningún expediente sobre el puente que quieren construir, ni ningún informe de lo que quieren derribar», y que el puente «no forma parte del catálogo de patrimonio histórico-artístico, entre otras cosas porque la documentación de su entorno ha estado archivada hasta ahora donde no le correspondía. Todo ello nos lleva a pensar que no tiene interés en preservar el patrimonio arquitectónico de Tolosa», añaden, tras haber hallado documentación como planos originales, memoria y otros documentos que confirman la autoría del proyecto del arquitecto Guillermo Eizaguirre.
«Importancia» de la autoría
Más allá de las alegaciones, los arquitectos inciden en la «importancia» de la autoría del Puente Nuevo, que fue proyectado dentro del conjunto característico de elementos arquitectónicos que conforman la calle Santa Clara. «Además de ser el arquitecto municipal de la época, Eizaguirre es un exponente significativo de la arquitectura modernista guipuzcoana y el puente ha llegado casi hasta nuestros días con sus características originales», dicen.
En ese sentido, recalcan el «interés» y la «importancia» de la documentación recopilada, la cual han «aprovechado para presentar alegaciones al proyecto y solicitar que el puente se declare como Bien de Interés Cultural», en «coherencia» –dicen– con la definición que se hace en la Ley 6/2019, de 9 de mayo, de Patrimonio Cultural Vasco.
«El derribo del puente debería ser la última opción; hay que poner sobre la mesa los parques sumergibles u otras alternativas»
Los arquitectos locales sostienen, a su vez, que «el paisaje urbano integrado en la memoria tolosarra es la composición que surge en las faldas de Uzturre a ambos lados del Oria: el Puente Nuevo, Zumardi Txiki, el convento de Santa Clara, el Puente de Navarra, el palacio de Idiáquez, la iglesia Santa María, el Tinglado... Al interactuar todos ellos, este entorno se ha convertido en tan singular y valioso», que «no es admisible que en lugar de un puente con plataforma plana se proponga un puente con dos arcos de cinco metros de altura. Desde cualquier punto de vista, sea norte o sur, la contaminación visual que generará y el obstáculo será importante, que será aún más evidente a la hora de pasar el puente», añaden.
Por último, los alegantes advierten de que el proyecto «debe tener en cuenta el contexto» y que «debe ser sensible al entorno. El derribo del puente debería ser la última opción y, para difuminar el riesgo de inundación hay que poner sobre la mesa la opción de crear parques sumergibles u otras alternativas. Si se concluye que el derribo del puente es la única solución será imprescindible que el puente se realice de forma rigurosa», concluyen.
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