Los judokas tolosarras Reguillaga y Etxarri, campeones del mundo

Las dos parejas se presentaban en Las Vegas con sensaciones diferentes. Los Unais venían de una muy buena temporada, y tras un gran desempeño en la Copa Europea de Alemania, donde se hicieron con la plata tras empatar con la pareja italiana, y a falta de la favorita pareja japonesa, se presentaban en Las Vegas con muchas posibilidades de éxito. Con una gran preparación y con un sorteo favorable, se metieron en la final como primeros de grupo (400 puntos), aventajando a sus inmediatos perseguidores en casi 20 puntos. La puntuación obtenida en la preliminar por Unai Saralegi y Unai Reguillaga fue la más alta del campeonato.

Ya en la final, el sorteo esta vez no fue favorable y les tocó abrir la prueba. Marcaron una puntuación de 393 puntos. Pasaron los dos primeros rivales y quedaron por detrás. Solo quedaban tres por venir y los Saralegi y Reguillaga sabían que bastaba con que uno de ellos quedase por detrás para conseguir una medalla mundial, el objetivo por el que habían luchado durante largos años.

Llegaron los holandeses, a los cuales los Unai pudieron vencer en la preliminar, y se colocaron en primera posición con 396 puntos. A la postre serían los campeones. Los franceses no tuvieron su mejor día y cayeron al último puesto de la final, asegurando los Unais la medalla. La pareja alemana se quedo a 0.5 puntos de alcanzar a los tolosarras.

Joseba Reguillaga y Joseba Etxarri se presentaban en Las Vegas con dudas. Ha sido una temporada llena de altibajos, teniendo en cuenta la supresión en Europa de la categoría Sub-23. Han pasado a competir con la élite y el salto se les ha hecho grande. Ha sido una temporada con actuaciones impecables y otras para olvidar. Y todavía peor cuando seis semanas antes del campeonato del mundo, Etxarri sufrió una lesión que no le ha permitido estar al 100% en los entrenamientos.

Pese a todas estas dificultades, sabían que era su oportunidad. El año pasado ya se habían proclamado campeones de Europa de la categoría Sub-23. Sabían que en Las Vegas podían dar la campanada. Llegaron a la final como primeros de grupo. El fallo de los japoneses, grandes favoritos, les allanó el camino hacia el gran éxito. En la final se colocaron en primera posición, y justo después se presentaban los dos grandes rivales: la pareja francesa y la pareja aragonesa, ambas de sobra conocidas por los Josebas. No pudieron superar la gran actuación de los tolosarras, que se colgaron el oro.

Un bagaje de un oro y plata mundial, sumado a todo lo que llevan ya recolectado en los últimos años: 1 medalla de oro europea por los Josebas, y 3 de plata y 1 de bronce por los Unais. El Judo Club Tolosa, sin duda, es una referencia de la modalidad de Nage no Kata no solo a nivel estatal, sino que también a nivel europeo y mundial. Todo judoka que quiera ser cinturón negro tiene que dominar este kata. «La dimensión de este resultado es enorme. Un proyecto iniciado hace al menos 18 años que ha dado unos frutos inesperados y que con las ganas de hacer de estos cuatro judokas y sumados a los que vendrán por detrás hacen que el futuro se vea con ojos de ilusión en este humilde club, que desde Tolosa se enfrenta a las mayores potencias del mundo», aseguran desde la entidad tolosarra.