Tolosa
«Ni el dragado ni la limpieza de las riberas son efectivos contra el riesgo de inundabilidad»La jornada divulgativa sobre la gestión de la inundabilidad generó interés y concluyó con la presentación de las alternativas al puente
La jornada divulgativa sobre la gestión de la inundabilidad en los ríos, en la que participaron cuatro expertos de la UPV, arrojó una conclusión significativa: ni el dragado ni la limpieza de la vegetación de ribera son, a juicio de los ponentes, soluciones válidas para evitar los riesgos de inundabilidad, agrandados además por los efectos del cambio climático.
El público respondió al acto con su presencia en el Topic y siguió con interés las explicaciones de Iñaki Antigüedad ('Inundaciones desde un punto de vista territorial'); Askoa Ibisate ('Infraestructuras, sedimentación y dragado'); Arturo Elosegi ('Importancia del ecosistema ribereño: vegetación y biodiversidad'), y Naiara Valcarlos ('Integración de infraestructuras en el paisaje').
El alcalde Andu Martinez de Rituerto expuso las conclusiones de la agencia vasca URA que explicarían la necesidad de sustituir el puente Nuevo. También presentó dos proyectos alternativos al actual puente: uno sin pilares, el que más defiende URA, proyecto ya redactado (sólo habría que licitar su ejecución), y otro con menos capacidad hidráulica pero, según los expertos, cumpliría los objetivos de evitar la inundabilidad. En este caso, el puente tendría dos columnas y una pequeña elevación en el medio. Aquí sólo existe un esquema estructural y, caso de optar por esta opción, habría que licitar también la redacción del proyecto.
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Entre el público, hubo quien echó en falta la presencia de algún experto en patrimonio para ofrecer otro punto de vista necesaria, que defendiera la necesidad de mantener el puente. También hubo quien exigió al Ayuntamiento un liderazgo para explorar bien todas las alternativas antes de ejecutar una opción tan drástica como la del derribo.
Tolosa está calificada como 'área con riesgo potencial significativo de inundación'. El dragado, según los expertos, es una solución para un plazo muy breve de tiempo y además la capacidad hidráulica que se ganaría sería muy escasa. En las primeras horas de la siguiente crecida, el río volvería a acumular materiales en los huecos limpiados. Además, los dragados pueden provocar efectos secundarios muy negativos para el propio río.
Sobre la tesis de limpiar las riberas del río, la tendencia es justamente la contraria: descanalizar, mantener la vegetación e incluso eliminar las presas. «Las vegetaciones de ribera son importantísimas para el ecosistema fluvial. Dan sombra al río, hacen un efecto de atemperar el impacto del agua en época de fuerte riada, sirven de parapeto a los plásticos. No es una solución para ganar capacidad hidráulica y los efectos de limpiar las riberas ante las crecidas serían incluso más negativos que positivos», aseguran los técnicos.
'By pass' fluvial
La conclusión está clara: el puente Nuevo será derribado y sustituido por otro, a pesar del fuerte impacto que esta medida genera en la ciudadanía. «Lo que está claro es que no hacer nada no es una opción. El riesgo de inundabilidad es real. Con el cambio climático, además, se pueden incrementar estos fenómenos. Por eso debemos priorizar la seguridad», asegura el alcalde.
Ahora hay qué decidir qué tipo de puente se construirá. Se llevará a cabo un proceso informativo y participativo. El objetivo es que mantenga al máximo la similitud con el actual puente Nuevo, aumentando la capacidad hidráulica. El Ayuntamiento apostará por el proyecto que mayor equilibrio mantenga entre estos dos criterios.