«Tenemos que empezar a dudar de las imágenes que vemos»
«Va a ser difícil eliminar de internet» las fotos que se han difundido de menores desnudas con el cuerpo de otras personas, afirma
La difusión de un montaje con imágenes de menores de la localidad extremeña de Almendralejo que aparecen desnudas ha vuelto a poner de relieve los ... efectos negativos de la inteligencia artificial cuando es mal utilizada. Jorge Campanillas, experto en derecho digital de Iurismática Abogados, avisa de lo sencillo que es utilizar las imágenes de una persona para atacarla. «Nadie está a salvo, es un riesgo del que tenemos que ser muy conscientes», dice.
– ¿La ley está entrando en un territorio desconocido con la irrupción de la inteligencia artificial?
– Cuando hay una innovación siempre da la sensación de que la tecnología va a estar por delante de la normativa. Hoy en día desconocemos todos los usos que la tecnología puede traer para saber en qué lugar queda la ley.
– ¿Sucede esto en el caso de las menores de Almendralejo?
– El Código Penal ya establece que se considera pornografía infantil aunque sea por inteligencia artificial o con dibujos muy realistas. En muchos aspectos las propias normativas ya recogen las actitudes o hechos que puedan ser realizados con independencia de la tecnología que se utilice.
– ¿En este caso importa que los cuerpos sean de otras personas y los rostros de las menores?
– Sí importa y tiene que ver con un tipo de dibujo japonés que se llama lolicon, en el que hay representaciones gráficas de cuerpos de menores en actividades sexuales. En 2015 se modificó el código penal para incluir la representación gráfica realista de menores en actitudes sexuales y considerarla pornografía infantil. Si esto lo ha generado una herramienta tecnológica que ha juntado tu cara con un cuerpo en una actitud sexual o desnudo, estaríamos hablando de un posible delito de pornografía infantil.
«Nadie está a salvo de que utilicen nuestras fotos para atacarnos. Es un riesgo del que tenemos que ser muy conscientes»
– ¿A los adolescentes que han creado estas imágenes se les puede imputar este o más delitos?
– Si alguien genera este tipo de contenido o lo distribuye, podría estar involucrado en un delito de pornografía infantil. De momento, se desconoce si han realizado otro tipo de acciones delictivas.
– ¿Qué condena les podría caer?
– Al ser menores, se les aplicaría la ley del menor y también habría que conocer su edad.
– Algunos son menores de catorce años.
– En este caso es mucho más difícil la respuesta penal. Aquí sobre todo lo que hay que hacer es ahondar mucho en educar en valores, en que no se nos olvide que tenemos unas herramientas cada vez más potentes y que están al alcance de un clic de todo el mundo, menores incluidos. Hay que hacer mucho hincapié en cómo se debe usar la tecnología.
– ¿No le sorprende lo sencillo que es hacer este tipo de montajes?
– Claro. Con la irrupción de la inteligencia artificial cada vez tenemos más a mano y mucho más cerca tecnología muy potente para modificar textos, vídeos e imágenes para hacer el bien pero también, como estamos viendo, para hacer malos usos delictivos.
«Es importante que cuando recibamos este tipo de imágenes no las viralicemos. Puede ser una acción delictiva»
– ¿Nadie está a salvo de estos malos usos?
– El riesgo está ahí. Hoy en día es mucho más sencillo que alguien use tu imagen para hacer con ella lo que quiera y atacarte. Es un gran riesgo del que tenemos que ser conscientes. Hay que tener un doble cuidado, porque cuando se viralizan las imágenes es muy difícil borrar todo ese rastro. Por eso insisto en que es muy importante educar en cómo hacer las cosas y, sobre todo, que cuando recibamos algo no lo viralicemos más, porque puede ser una acción delictiva y tú mismo estás siendo autor de un delito, y también porque pueden ser acciones de mal gusto, con los problemas que eso genera en las personas.
– ¿Qué recorrido pueden tener las imágenes de estas chicas en internet?
– Como hemos visto en otros casos, es muy difícil eliminarlas de internet porque saltan de una plataforma a otra. Lamentablemente, como las redes sociales viralizan mucho cierto tipo de contenidos, es difícil quitarlos. Es verdad que tenemos la posibilidad del derecho al olvido, pero luego en la práctica es complicada la retirada de imágenes en internet.
– ¿A estas menores se les ha causado un daño irreparable?
– Desde luego, el daño está hecho. En una época como la adolescencia, que caigas presa de este tipo de delitos genera un daño, sobre todo por la dificultad de eliminar estas imágenes. Dependiendo de cómo se hayan podido viralizar o compartir, es muy difícil eliminarlas.
– ¿Debería haber una ley específica para afrontar la inteligencia artificial?
– Estamos en un momento muy incipiente y estamos viendo cuáles pueden ser los usos tanto buenos como malos. En diciembre se supone que se va a aprobar un reglamento europeo para regular la inteligencia artificial que, sobre todo, va muy encaminado hacia los que están desarrollando inteligencias artificiales para que establezcan el nivel de riesgo que tiene lo que están haciendo. Otra cosa será luego los usos que se puedan realizar con esas inteligencias artificiales. Ahí habrá que ver si tenemos los códigos penales o los códigos civiles o las leyes civiles o de datos preparados para esta tecnología. Es algo que todavía está por ver.
– ¿Ya están preparados para casos como los de Almendralejo?
– En este caso parece que sí. Tanto penalmente como civilmente, por el derecho a la imagen. Incluso desde el punto de vista administrativo, la Agencia Española de Protección de Datos ha dicho que va a iniciar de oficio una inspección porque la imagen es un dato de carácter personal. Como vemos, en esta cuestión más o menos sí que podía parecer que tenemos una normativa que podría dar respuesta. Sobre otros usos, lo iremos viendo.
– ¿No puede ocurrir que cuando lo acabemos de ver surja otra tecnología y haya que empezar de nuevo?
– Por eso a veces lo mejor sería no regular a golpe de tecnología nueva sino a golpe de las afecciones en los derechos de las personas o de los usos delictivos o no. Como en el caso de la pornografía infantil, da igual que se trate de un dibujo, una imagen generada por inteligencia artificial o, puestos a imaginar, un holograma. En el fondo lo que se está produciendo es un daño a los menores porque se está utilizando su imagen.
– ¿Qué puede hacer un desconocido con nuestras fotos en internet?
– Puede hacer virguerías.
– ¿Pueden ser utilizadas para chantajearnos?
– Ese es el riesgo. Los malos, por decirlo de alguna forma, tienen estas herramientas a su disposición para mejorar los ataques a las personas o la comisión de delitos. Debemos estar aún más ojo avizor y con un mayor sentido crítico de lo que veamos y lo que recibimos.
– ¿Vivimos en una época en la que no sabemos si las imágenes que vemos son reales o ficticias?
– Esa es la cuestión. Mire lo que pasa en el mundo del cine, los actores están empezando a discutir qué se va a poder hacer con su imagen cuando hayan muerto, porque con la inteligencia artificial se les puede revivir para hacer películas. La tecnología avanza y ya nos puede hacer dudar de si un actor ha fallecido o no.
– ¿Estamos desprotegidos ante el mal uso de la inteligencia artificial?
– Jurídicamente hablando habrá que verlo. En lo que sí estamos algo desprotegidos es en el sentido crítico, en el de ser conscientes de esta realidad. Cada vez vamos a ser más conscientes, pero en este momento actual debemos empezar a dudar de las imágenes o los vídeos que estamos viendo.
«No sabemos lo que está por llegar con la inteligencia artificial. Cada día nos sorprende más lo que estamos viendo»
– Imagino que la inteligencia artificial será un campo con futuro en el mundo de la abogacía.
– Hay muchos campos abiertos y los que todavía estarán por descubrir. Nos encontramos aún en un momento muy incipiente, no sabemos lo que está por llegar.
– ¿Qué malos usos están por llegar?
– Es un misterio. Cada día nos sorprende más lo que estamos viendo.
«Con la inteligencia artificiallos delitos van a ir a más»
- ¿La propiedad intelectual está en peligro?
- Está claro que sí. Las máquinas son capaces de generar textos a partir de otros textos. Al final lo que estaba protegido está siendo ahora totalmente desprotegido y están generándose textos basados en otros. Como lo está produciendo una inteligencia artificial, eso no tiene propiedad intelectual porque la normativa solo nos protege a los humanos, a las creaciones que hacemos las personas, y ahora son las máquinas las que, entre comillas, crean. En cierta forma lo que están creando no es de nadie porque no tiene propiedad intelectual y de alguna manera esta propiedad desaparece.
- Puestos a ser distópicos, ya veo a las máquinas denunciándose unas a otras para reclamar la autoría de su obra.
- Aquí los que están vulnerando las normas son los grandes desarrolladores de esa inteligencia artificial, que la han entrenado incumpliendo la normativa, por eso hay grandes movimientos para que OpenAI y también Google paren un poco porque esto puede acabar con la propiedad intelectual de muchos autores y artistas.
- ¿Van a ir a más los delitos cometidos por medio de la inteligencia artificial?
- Preferiría equivocarme, pero como hemos visto con todo el 'boom' de las nuevas tecnologías, habrá algunas acciones delictivas que irán aumentando. Hubo hace varios meses un llamamiento de expertos de todo el mundo que pedían a la Unión Europea una moratoria al desarrollo de la inteligencia artificial, de forma que no se permitiesen estos sistemas hasta que no hubiéramos repensado qué es lo que se puede y lo que no se puede hacer con ellos, pero lo que observamos también es que es muy difícil detener la innovación, sobre todo cuando ya está llegando a nuestros sistemas. Por eso es importante que empecemos a ser críticos y a conocer cuáles son las herramientas que tenemos a nuestra disposición.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión