«El muelle es parte de la identidad de la ciudad»
Jueves, 9 de diciembre 2021, 12:28
¿Cuáles son sus recuerdos de la infancia en el muelle?
Tengo muy buenos recuerdos del muelle de cuando mi padre y mi madre nos llevaban paseando hasta allí para visitar a un familiar que vivía en el entorno y nos compraban un cucurucho de karrakelas. Era una de esas cosas que nos encantaban cuando éramos pequeños.
¿Cuál es su rincón favorito del muelle?
Si bien no está en el muelle en sí, el paseo de los Curas es un sitio que me gusta mucho. Desde allí hay una perspectiva preciosa de todo el entorno del muelle, y también de la bahía. Hay cosas que desde este lugar se aprecian que puede que desde abajo pasen desapercibidas. Además, es un lugar que me transmite paz.
¿Qué simboliza el muelle para el conjunto de los donostiarras?
El muelle forma parte de la historia de la ciudad y de las y los donostiarras. Durante décadas fue un lugar de mucha actividad comercial, con la pesca como principal motor, pero también como foco de la actividad industrial de la ciudad, con barcos que llegaban y partían de la ciudad con otro tipo de materiales, como por ejemplo el cemento de la fábrica de Cementos Rezola. Actualmente, para las y los donostiarras es un lugar de encuentro, pero sin olvidar todo que representó para la ciudad.
¿Y para la ciudad?
El muelle junto a la Parte Vieja es parte de la identidad de la ciudad.
¿Supone uno de los reclamos que tiene la ciudad tanto para donostiarras como para visitantes?
Sí, porque es el lugar en el que nuestra relación con el mar se hace más explícita. Un lugar en el que además de evocar el pasado pesquero y comercial, acoge infraestructuras importantes para la ciudad como el Aquarium, el Museo Naval o la propia Kofradia, que nos invitan tanto a donostiarras como a quienes nos visitan a disfrutar de manera intensa de un entorno único en la ciudad.
«Además de evocar un pasado pesquero, acoge infraestructuras importantes»
ENEKO GOIA
¿Puede llegar a recuperar algo de la actividad pesquera que tuvo antaño?
Es muy complicado, porque es verdad que las técnicas de pesca han cambiado mucho y el muelle donostiarra es un lugar que actualmente no podría acoger todo lo necesario para desarrollar de forma plena una actividad de esas características. De todos modos, existe una parte pequeña de esa actividad que mantiene el cáracter y la identidad del espacio.
¿Le apena que apenas quede actividad pesquera?
Mirar al pasado con añoranza es una tentación que tenemos los humanos, pero lo que tenemos que hacer es mirar al futuro y ver qué nuevas aportaciones puede hacer ese espacio a los nuevos tiempos. La Kofradia puede ser otra forma de que el muelle siga ligado a la actividad pesquera, mediante la puesta en valor tanto de la propia actividad como del producto que genera.
¿Se ha convertido el Portaviones en un lugar a visitar, de interés arquitectónico y gastronómico?
Sin duda, sí. Todos tenemos el recuerdo de lo que ha sido el edificio de la lonja, hoy llamado Portaviones, en las últimas décadas, un edificio cerrado y para nada atractivo, sin actividad. La reforma del edificio y la apertura de la Kofradia ha convertido esta instalación portuaria en un lugar abierto y referente en el muelle. Un referente que recuerda lo que fue el muelle, su actividad pesquera, y pone en valor el producto de formas distintas. En definitiva, un lugar para el disfrute.
¿Cómo se imagina el puerto dentro de 20 o 30 años?
Seguramente será un lugar muy diferente a como lo conocemos ahora. Se ha hecho una apuesta por adaptarse a los nuevos tiempos y aportar a la tradición y a la pesca su saber hacer, y hay referentes como el Aquarium, el Museo Naval y la Kofradia que contribuyen a ello. Estoy seguro de que tanto el espacio público como estas infraestructuras seguirán adaptándose a los usos para que el muelle siga siendo un lugar vivo, que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando, tanto como lo hicimos nosotros antaño y como lo hacemos ahora.