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Industria 4.0: la cuarta revolución industrial más inteligente y conectada

Industria 4.0: la cuarta revolución industrial más inteligente y conectada

Miércoles, 10 de febrero 2021, 09:01

La Industria 4.0 puede considerarse como la siguiente evolución después de la digitalización. Se trata pues de la cuarta revolución industrial, una nueva forma de producción que combina los procesos productivos con las tecnologías digitales inteligentes, la interconectividad, la robótica y los datos para establecer un nuevo modelo data-driven e impulsar una mejor toma de decisiones entre lo físico y lo digital.

Para Álvaro Everlet, Senior VP SmartWorks IoT en Altair, especialista en Industria 4.0, «la pandemia ha supuesto un auténtico «Eye Opener» para las empresas, ya que la necesidad de adaptarse a la nueva realidad ha sufrido un fuerte impulso y ha conseguido educar más en unos pocos meses, que todos los expertos durante años».

La Industria 4.0 forma parte de la digitalización y supone una disrupción del modelo económico ya que tiene la capacidad de transformar totalmente los procesos productivos y afecta a todos los niveles de dicha producción. Por ello, esta revolución representa la forma en que la tecnología conectada se integra en las organizaciones, en las personas y en los activos.

Los tres pilares de la Industria 4.0: Inteligencia artificial, robótica e IoT

Este nuevo modelo se sustenta en tres pilares fundamentales. En primer lugar, en la aplicación de tecnologías de inteligencia artificial cuyo desarrollo está alcanzando cotas nunca antes vistas y que supone el primer motor de la Industria 4.0.

Sus principales ámbitos de aplicación son la automatización de procesos, la mejora de las capacidades de la mano de obra y el desarrollo de nuevos productos, lo que contribuye a mejorar la competitividad de las empresas.

Asimismo, resulta ineludible la adopción de máquinas robotizadas en los diferentes procesos industriales, siendo el campo de la robótica el segundo pilar de la esta revolución industrial que, en combinación con la inteligencia artificial y el IoT (Internet de las cosas por sus siglas en inglés) permite crear nuevos sistemas de fabricación avanzados, basados en datos e información en tiempo real que ayudan a tomar mejores decisiones y a aplicar acciones en el mundo físico.

La industria 4.0 afecta a todo el proceso industrial

En cuanto a su aplicación en la fabricación industrial, la implantación de estas tecnologías afecta directamente a la cadena de suministro y permite tener un mayor control en cuanto a la planificación y la relación con los proveedores. Por ejemplo, toda la información recogida durante todas las fases de la producción permite predecir la cantidad exacta de materia prima necesaria para cubrir la demanda de productos y automatizar ciertos pedidos en previsión a las necesidades de stock, incluso, teniendo en cuenta factores como la oscilación de precios del mercado.

Por otro lado, también permite realizar un eficaz mantenimiento predictivo, ya que permite obtener información en tiempo real sobre el funcionamiento de las máquinas y detectar posibles fallos, corrigiéndolos antes de que obliguen a parar del todo la producción, algo que produce pérdidas económicas elevadas. Por tanto, optimiza costes y reduce riesgos.

Estos riesgos también se ven reducidos atendiendo a la calidad del producto final. La implantación de la Industria 4.0 permite el surgimiento de plantas productivas con técnicas avanzadas de analítica predictiva, que recogen datos de diferentes parámetros relacionados con la calidad.

Gracias a ello, se puede llevar un control total de la calidad del producto durante la fabricación y descartar en caso de predecir que no cumplirá los niveles de calidad requeridos, evitando destinar recursos a un producto que no resultará viable. Sin duda, esto supone una reducción de los desperdicios, ya que la tecnología también es capaz de predecir su viabilidad para un uso distinto al de origen.

Los datos como base de la toma de decisiones

Poder tomar decisiones basadas en información obtenida en tiempo real es el resultado de la combinación entre IoT e inteligencia artificial. En este sentido, otra de sus ventajas es la optimización del time-to-market, que no es otra cosa que el tiempo que tarda un producto desde que es concebido, hasta su salida al mercado.

En este caso, los datos juegan un papel importante para conocer qué es lo que está funcionando de cara a los consumidores y qué nuevas funcionalidades o mejoras debe llevar un producto de cara a la siguiente generación.

Ahora todo el proceso se vuelve más ágil y más rentable, también gracias a algoritmos de simulación que permiten generar modelos virtuales e ir ajustando parámetros antes de fabricar el producto, lo que reducirá enormemente los costes en pruebas, validaciones e, incluso, certificaciones.

La Industria 4.0 afecta al modelo mucho más allá del proceso industrial de fabricación

Existe un sesgo industrial en la Industria 4.0, pero esto llega a otros muchos ámbitos del modelo económico. De hecho, aun cuando existe cierto temor a la destrucción de puestos de trabajo, la realidad es que nuevas profesiones irán surgiendo a la par del desarrollo tecnológico. Por tanto, existe una necesidad de adquirir habilidades y competencias técnicas para manejar estas nuevas herramientas.

En este escenario, los empleados también se ven beneficiados en cuanto a la calidad del trabajo, ya que se reducen las situaciones de alto riesgo o la carga de trabajos físicos mediante el uso de soluciones robóticas.

En cuanto al producto, la capacidad de obtener datos en fase operativa también concede un gran valor competitivo. Por ejemplo, porque permite validar apuestas arriesgadas de salida al mercado. Esto es algo que tiene mucho que ver con el concepto de co-creación, que se basa en la colaborar con el usuario para generar un producto más adecuado a sus necesidades reales.

La industria 4.0 es aplicable a todas los sectores de la economía y no solo es deseable, sino una necesidad real para seguir siendo competitivo. No solo hace los procesos productivos más ágiles y eficientes, también mejora la calidad de los productos, su personalización y reduce notablemente el coste, mejorando, con ello, la rentabilidad y la sostenibilidad de las organizaciones.

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La Industria 4.0 tan solo es una parte de la transformación digital que atiende principalmente al modelo productivo y al uso de la tecnología para mejorar los procesos, hacerlos más ágiles y adaptables. Sin embargo, la transformación digital de las empresas no solo debe incluir la implementación de la tecnología, sino realizar un cambio de mentalidad y adaptar la cultura empresarial hacia un nuevo modelo digital.

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