'Ternera' logró hacerse 'invisible' al disponer de grandes sumas de dinero
El exdirigente de ETA contó hasta 2013 con la protección del Gobierno noruego y tras el fracaso de la negociación se perdió su pista
óscar b. de otálora
Domingo, 19 de mayo 2019, 19:42
El exdirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, 'Josu Ternera', ha dispuesto en los últimos años de grandes cantidades de dinero y de apoyos ajenos a ... la estructura de la banda para evitar ser detenido, según han señalado a este periódico fuentes de la investigación. 'Ternera', detenido el jueves en la localidad de Sallanches, en los Alpes franceses, se habría costeado la vida en la clandestinidad todos estos años gracias a unas finanzas personales –en el momento de su detención llevaba encima 4.000 euros– que para los expertos de la lucha antiterrorista procedían de las mismas arcas de la organización ya desaparecida.
El antiguo jefe de la banda era uno de los activistas más buscados por las fuerzas de seguridad desde su fuga hace 17 años. Sin embargo, en esas casi dos décadas de huida atravesó diversas etapas totalmente dispares en cuanto a sus circunstancias personales. 'Ternera' pasó de formar parte de las redes de apoyo de la propia ETA a contar, por ejemplo, con la protección del Gobierno noruego durante el proceso de negociación abierto entre la banda y el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Fue tras el fracaso de este diálogo cuando su rastro se perdió por completo.
Hay fechas recientes que explican estos cambios de situación en la biografía del etarra. El antiguo dirigente etarra consiguió la libertad en España en el año 2000 pero tres años después se dio a la fuga al ser procesado por su relación con el atentado de la casa cuartel de Zaragoza, cometido en 1987 y en el que fallecieron 11 personas, de ellas, seis menores. En su fuga, contó con el apoyo de la cúpula de la banda, para la que seguía siendo el hombre clave de cara a una hipotética negociación con el Gobierno español.
En 2006, cuando se iniciaron los contactos con el Ejecutivo socialista, Urrutikoetxea contó con la protección de la asociación Henry Dunant, una organización a favor del diálogo con sede en Suiza en la que habían confiado tanto el Gabinete de Rodríguez Zapatero como los terroristas durante su negociación. Pese a que los contactos no supusieron ningún avance, el exdirigente etarra residió en Noruega –país que apadrinaba el diálogo– hasta 2013, año en el que las autoridades de Oslo le expulsaron del territorio al comprobar que ETA no mostraban ninguna intención de desarmarse y que el Gobierno de Mariano Rajoy, tras la derrota de Zapatero en las urnas, no contemplaba abrir un nuevo diálogo. Dichas fechas implican que la verdadera fuga de 'Ternera' se inició hace seis años, cuando dejó de contar con el apoyo noruego y ETA, que ya había anunciado que abandonaba la violencia, era una organización en retirada. Para los expertos, no hay duda de que en esos años el veterano terrorista consiguió hacerse con una importante cantidad de dinero con la que asegurarse la vida en la clandestinidad. Urrutikoetxea había militado en el 'aparato político' de la banda, una rama que siempre se había asegurado el control de las finanzas de la organización como forma de llevar un férreo control sobre los comandos y otros aparatos y evitar así cualquier oposición interna.
Cuando 'Ternera' desapareció en 2003 el presupuesto anual de la banda era de millón y medio de euros, en su mayoría, procedentes del chantaje a empresarios. Esta cifra se redujo drásticamente con los años. En abril de 2011 la banda anunció el fin del chantaje, con lo que las entradas de dinero se cerraron. No obstante, en ese momento la organización era mínima y sus necesidades económicas se habían reducido sensiblemente. En ese tiempo Urrutikoetxea pudo haber acumulado una importante cantidad de fondos que tampoco tuvo que gastar puesto que se encontraba bajo el amparo de los organismos que aún confiaban en la negociación.
Otros grupos terroristas
A partir de 2013 la situación cambió. Ya sin apoyos y de nuevo en la clandestinidad, tuvo que depender de sí mismo para evitar ser detenido. Los expertos están convencidos de que el antiguo terrorista, además de contar con sus propias finanzas, disponía de una red propia de contactos para garantizarse una vida invisible. Sin duda, Urrutikoetxea era consciente de que una banda ya derrotada no le podía servir de ninguna ayuda y que contactar con algunos de sus conocidos en ETA podía suponer entrar de nuevo bajo el alcance del radar de las fuerzas de seguridad. 'Ternera' había sido durante los años 80 el responsable del 'aparato internacional' de la banda, por lo que su misión era entrar en contacto con otras organizaciones terroristas. Además, en su largos años de residencia en Francia había tejido su propia red de relaciones para asegurarse la logística en la clandestinidad. Hace seis años, por ejemplo, ocupaba una casa rural del sur de Francia propiedad del médico de su mujer, Agnes Cerlo.
En estos últimos años el terrorista había evitado ponerse a hablar con personas de su entorno que pudieran haber tenido relación con la banda. 'Josu Ternera' sabía que su debilidad se encontraba en ese ámbito, que podría estar siendo vigilado por las fuerzas de seguridad. Así fue. Una llamada telefónica interceptada a una persona de su confianza en la que hablaba de una cita médica es la que permitió su detención.
La cifra
-
4.000 euros llevaba encima José Antonio Urrutikoetxea en el momento en el que fue detenido el pasado jueves en la localidad francesa de Sallanches, donde había acudido desde su cabaña para una revisión médica
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión