Tapia reclama «un impulso definitivo» al TAV para llegar a 2023

El Gobierno Vasco no renuncia a que el TAV esté en circulación en 2023. No lo hace, aunque sea, públicamente con el fin de que las administraciones concernidas «prioricen» esta infraestructura como «actor relevante» en el corredor atlántico ferroviario, que en los últimos meses recibió un varapalo del Tribunal de Cuentas europeo y después un aval rotundo de la comisaria de Transportes. Con ese último es con el que se queda la consejera Arantxa Tapia para intentar que los Estados español y francés, administradores últimos de la red de alta velocidad y de su conexión en Irun/Hendaia, den «un impulso definitivo» al tren, a ambos lados de la muga.

Tapia se ha expresado así en la reunión que esta mañana han mantenido en Ficoba una treintena de representantes de los Gobiernos español y francés, y de las gestoras ferroviarias de ambos países -Adif y SNCF-, entre otros, para analizar los «escollos» que han ido surgiendo por el camino y retrasando la obra, y abordar lo que «queda por hacer». Que es aún bastante.

El Gobierno Vasco ha participado por primera vez en este Comité Ejecutivo del Arco Atlántico, y ha aprovechado para pedir a los ejecutivos español y francés que centren el foco en este trazado. Y que den respuesta cuanto antes a proyectos como la variante ferroviaria entre Lezo y Astigarraga, en estado «incipiente» y cuya construcción evitará que las mercancías atraviesen San Sebastián, o al tramo entre Burdeos y Hendaia, donde el nuevo proyecto redactado pero no aplicado permitiría «circular sin restricciones, en buenas condiciones».

Tapia ha destacado el papel del Ejecutivo vasco en la nueva red ferroviaria de alta velocidad, y se ha ofrecido para «seguir participando en todos los pasos para mejorar la interoperabilidad transfronteriza» y reducir «el cuello de botella» actual.

La consejera vasca ha incidido en que su departamento, gracias al sistema de financiación económica vía Cupo, ejecuta el trazado guipuzcoano de la Y vasca donde ha podido «darle velocidad», y ya «hay 12 de los 17 tramos» concluidos. Recientemente, ha recordado, han cerrado también los acuerdos con Adif para la entrada del tren en las tres capitales vascas, la estación de San Sebastián se encuentra en fase ya de redacción del proyecto constructivo. En ese último acuerdo es donde está la clave para que el TAV llegue o no a ser una realidad en 2023, fecha que oficiosamente se asume complicada si no imposible de cumplir.

Tapia, además, ha mostrado el interés de su Ejecutivo en «asumir responsabilidades en los servicios ferroviarios» a través del corredor atlántico. Y, por ejemplo, se ha mostrado dispuesta a que a través de las empresas públicas vascas, Euskotren y ETS, el Gobierno Vasco pueda «operar servicios intercity» entre las capitales, participar en la operativa de la «autopista ferroviaria» desde el Norte de Francia hasta la plataforma logística de Jundiz, en Araba; o administrar posibles nuevos tráficos de cercanías o regionales entre la CAV y Baiona o Burdeos, ha puesto como ejemplo.