«Tuvimos que ir en dirección contraria por el humo; pasamos mucho miedo»
Cristina y su familia se vieron atrapados en el incendio que ayer arrasó 26 hectáreas cerca de Miranda de Ebro, cuando volvían a Donostia de sus vacaciones en Extremadura
Muchos guipuzcoanos suelen irse de vacaciones a sus pueblos durante el verano y utilizan el coche como medio de transporte para desplazarse. Ese era el ... caso de la donostiarra Cristina y su familia, que volvían ayer de sus vacaciones en Extremadura hacia Donostia cuando se vieron atrapados en la autopista AP-1 debido al incendio que arrasó 26 hectáreas en Bugedo, en las inmediaciones de la localidad burgalesa de Miranda de Ebro. «Tuvimos que ir en dirección contraria por el humo, pasamos mucho miedo», cuenta Cristina.
Los incendios forestales suelen ser habituales durante el verano en comunidades como Castilla y León, pero hasta el momento ni siquiera las altas temperaturas habían dado grandes sustos. Hasta la tarde de este lunes, cuando cerca de las 15.00 horas una columna de humo alertó a vecinos y servicios de emergencia de que una finca estaba ardiendo en el entorno de Bugedo.
«Tuvimos que ir con el coche en dirección contraria por el humo; pasamos mucho miedo», cuenta Cristina, una donostiarra que una hora después de que se generase el incendio, a las 16.00 horas, pasaba por la AP-1 con su pareja y sus dos hijos pequeños de casi tres años. «Volvíamos a Donostia después de haber pasado unos días en nuestro pueblo en Extremadura y vimos cómo poco a poco empezábamos a acercarnos a una gran nube de humo. No sabíamos qué estaba pasando, nadie cortó la carretera, ni nos avisó nada y nosotros seguimos hacia adelante», relata.
«Poco a poco empezábamos a acercarnos a una gran nube de humo. No sabíamos qué estaba pasando, nadie cortó la carretera, ni nos avisó nada y seguimos hacia adelante»
Según especifica la donostiarra, estuvieron parados cerca de 15 minutos «sin saber que hacer y fue una pareja de motoristas la que nos dijo que nos diésemos media vuelta porque había un incendio y tuvimos que dar la vuelta por el arcén en dirección contraria con una gran cola de coches y camiones detrás nuestro y entré en pánico. Los niños estaban dormidos y yo ya estaba pensando en mi mente en cómo salir del coche con ellos andando por una ladera si la situación se complicaba», explica. «Fue un momento de mucha tensión», admite.
«Tratamos de dar la vuelta como pudimos e incorporarnos a la N-1 y fue entonces cuando vimos a los helicópteros volando y a un coche de la Guardia Civil», indica. Hasta el lugar se desplazaron camiones y personal del cuerpo de bomberos, quienes se ocuparon de las labores de extinción a pie. Aunque, debido a la magnitud del incendio y al riesgo de que continuará propagándose, también fueron requeridos refuerzos aéreos, en concreto, dos avionetas y dos helicópteros tuvieron que sobrevolar la zona arrojando agua para impedir que las llamas siguieran arrasando hectáreas.
«Tratamos de dar la vuelta como pudimos e incorporarnos a la N-1 y fue entonces cuando vimos a los helicópteros volando y a un coche de la Guardia Civil»
26 hectáreas arrasadas
Debido a las grandes columnas de humo que se formaron, también fue necesario cortar de manera temporal el tráfico por la antigua autopista AP-1, ya que la visibilidad era muy reducida para los conductores. A las 17.00 horas, dos después de iniciado el operativo, los servicios de emergencia por fin decretaron como controlado el fuego aunque una dotación se mantuvo durante buena parte de la tarde en lugar refrescando la zona afectada para evitar que algún rescoldo reavivase las llamas.
A pesar de la intervención de los bomberos, el calor y el viento provocaron que en muy poco tiempo el fuego se propagará a otras fincas y este, finalmente, arrasó con 26 hectáreas. Por el momento, se desconoce el motivo que originó las llamas, aunque la información facilitada en las redes sociales por los servicios de emergencia apunta a un incendio accidental.
La mayoría de terrenos de la zona habían sido ya cosechados, por lo que el rastrojo muy seco. También es material de fácil combustión, según informan una de las parcelas de la zona. Todavía tenía cereal sin cosechar, por lo que las pérdidas para su propietario han sido mayores. La ola de calor también podría estar detrás de este suceso, aunque en esta época del año también es habitual que se originen fuegos por una chispa que pueda saltar de la maquinaria agrícola o incluso de los trenes.
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