El nutricionista Miodrag Borges revela cuál es «una de las sustancias más antiinflamatorias del planeta»

El nutricionista Miodrag Borges revela un sorprendente tesoro natural que la ciencia moderna comienza a redescubrir: el aceite de nigella sativa, también conocido como comino negro. ¿Y si uno de los antiinflamatorios más poderosos del planeta no estuviera en las farmacias, sino en una pequeña semilla negra venerada desde hace milenios?, se plantea.

«Una de las sustancias más antiinflamatorias del planeta no es la curcumina, ni el jengibre, ni los frutos rojos», afirma Miodrag Borges. «Estoy hablando de la nigella sativa, una semilla legendaria cuyos usos medicinales se remontan a civilizaciones tan antiguas como la egipcia. De hecho, fue encontrada en la tumba de Tutankamón, lo que sugiere que incluso los faraones la valoraban por sus propiedades curativas».

Este aceite, poco conocido aún en Occidente, contiene un compuesto activo llamado timoquinona, que ha demostrado tener efectos antiinflamatorios, inmunomoduladores y protectores digestivos y cutáneos. En palabras del especialista: «En diversos contextos, puede ser más potente que muchos fármacos convencionales».

La medicina tradicional del Medio Oriente y la Ayurveda la han llamado durante siglos «la semilla bendita», y hoy la ciencia empieza a explicar por qué. «La timoquinona actúa a nivel celular, regulando procesos inflamatorios sin los efectos secundarios de los medicamentos», destaca Borges.

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Además de reducir la inflamación, estudios recientes sugieren que el aceite de nigella sativa favorece la salud intestinal, refuerza el sistema inmune y mejora afecciones cutáneas como el acné o la dermatitis. Es una opción natural que cada vez atrae más atención tanto entre expertos en salud integrativa como entre consumidores interesados en alternativas menos invasivas.