El 30% de las vascas sufren un retraso de un año para hacerse una mamografía

Cada año, el Servicio Vasco de Salud es el encargado de notificar a las mujeres que cumplen 50 años que pueden participar en el programa para detectar de manera temprana este tumor maligno. Sin embargo, la irrupción del coronavirus en marzo de 2020 hizo que la realización de estos cribados sufriera un receso de dos meses, aumentando las listas de espera del programa y el tiempo de demora para la realización de las pruebas que Osakidetza ha intentado ir paliando con las sucesivas olas. Aún así, más de la mitad de las vascas tienen un retraso de entre siete y ocho meses para someterse a la realización de mamografías bilaterales en doble proyección, y el 16% sufre tardanzas de unos cuatro meses. Así se desprende de los datos emitidos por el departamento de Salud al Parlamento Vasco en respuesta a una solicitud interpuesta por la parlamentaria de EH Bildu María Garde Ramírez.

Desde el pasado 5 de noviembre, todas las unidades están citando a mujeres nacidas en 1970 y 1971 teniendo en cuenta el «orden establecido de zonas de salud y vuelta», lo que va a permitir a Osakidetza, según estimaciones propias, que durante este curso 2022 seis de cada diez pacientes puedan ver disminuido en dos meses y medio su retraso «por el solo hecho de volver a citar las zonas afectadas por el confinamiento», tal y como recoge el informe enviado por la consejera de Salud, Gotzone Sagardui. En ese sentido, se prevé que para finales del mes de junio el 45,6% de la población diana se esté sometiendo a su segunda mamografía en menos de 30 meses, tal y como estipulan las Guías Europeas de Cribado de Cáncer de Mama para un chequeo regular, y que ese porcentaje haya aumentado hasta casi el 70% a finales de septiembre.

Para ello, el departamento de Salud del Gobierno Vasco ha dado a conocer la implementación de diferentes medidas que están contribuyendo a que estos retrasos provocados por el Covid-19 estén desapareciendo «paulatinamente». De esta manera, se han reforzado los turnos de trabajo y se ha procedido a una ampliación de horarios. Asimismo, el sistema de llamamiento ha incorporado la citación vía SMS para «agilizar» el proceso y se han realizado derivaciones de población de unas unidades a otras «para optimizar recursos existentes».

En un trabajo titulado 'Impacto de la Covid-19 en los cribados poblacionales de cáncer', la propia Osakidetza reconocía que durante 2020, a causa de la crisis sanitaria, se habían dejado de detectar una cifra aproximada de 202 casos de cáncer de mama debido también a que el volumen de personas que se habían sometido a estas pruebas había descendido considerablemente respecto a ejercicios anteriores, alrededor de un 54,4% de la población diana. Los últimos datos que maneja el departamento de Salud, sin embargo, son más alentadores.

El porcentaje de participación de las diferentes organizaciones —Euskadi cuenta con 11 Unidades de detección (3 en Gipuzkoa, 7 en Bizkaia y uno en Araba) y 6 hospitales de referencia— en las últimas vueltas completadas ha ascendido hasta el 77,7% de participación. En las organizaciones de salud guipuzcoanas (OSIs), sin tener en cuenta la del Alto Deba (81%), la respuesta ha sido del 83,1%, la más alta de los tres territorios vascos. En el extremo opuesto se sitúan Bilbao y la OSI Uribe, con un 67,1% y 67,2% respectivamente.