«Una señora vino vestida de madrina»
Anécdotas. Seis meses de citas para vacunar dan para todo tipo de pequeñas historias en el pinchazo más esperado por una población harta del Covid-19
Quienes están al frente con las citas de vacunación en Gipuzkoa destacan el buen ambiente en el que transcurre el día a día de los ... puntos de vacunación. Casi seis meses de campaña ya dan para anécdotas, gestos de agradecimiento y todo tipo de historias. Casi tantas como el millón de dosis ya puestas en Euskadi, que avanza este fin de semana en la campaña con cifras récord.
Agradecimientos
Los 'caramelicos', las pastas y las cartas manuscritas
Las personas de mayor edad han sido las que con mayor ímpetu han agradecido sus pinchazos. Y se lo han demostrado al personal de vacunación con todo tipo de viandas dulces. «Nos traen pastas, bombones, galletas... Según ha ido bajando la edad de los vacunados se ha ido perdiendo». Las cartas manuscritas para que «luego leamos a todas nuestras compañeras» son habituales y ahí han encontrado desde versos propios a citas literarias. «Lo más entrañable es cuando un aitona te saca unos 'caramelicos' del bolsillo y te dice, 'esto es para vosotras'».
Elegantes y de peluquería
El traje de madrina y las camisas sin manga corta
La meteorología ha ayudado a aligerar el proceso de sacar el brazo al aire para el pinchazo. «Hemos llegado a ver señoras casi en sujetador entre el puesto de registro y el punto de vacunación. Entre que llevan el DNI en la mano, el abrigo, el jersey, la camisa que se van abriendo, el bolso... y si encima lleva bastón...». En general van vestidos para facilitar las cosas «pero hemos visto cuellos altos, mangas que se cierran con candados, licras bien pegadas».
Las señoras mayores han ido más elegantes que ellos. Muchas de peluquería, «es un día importante». Los hombres en general van con camisa, que «como se pincha muy arriba hay que desabotonar», aunque según baja la edad se ve más niki. «Una mujer, entrada en edad, vino toda elegante con el traje de madrina, nos decía: «¡qué mejor oportunidad, la ocasión lo merecía!».
Preguntas frecuentes
Del 'puedo ducharme' al 'vengo en ayunas'
El catálogo de dudas puede llegar a ser infinito, y no solo se ciñe a la cuestión de qué marca se va a inocular. Muchos piensan que la vacunación funciona como los análisis y «lo primero que te dicen es que vienen en ayunas. Les recomendamos que lo celebren con un buen desayuno». Otras cuestiones: cuánto tiempo después pueden tomar café, cuándo se pueden duchar tras vacunar, cuántos paracetamoles se deben tomar -«si no te duele no hay que medicarse»- o qué les puede pasar si se lo han tomado previamente. Alergias e incompatibilidades también están entre las cuestiones o si se puede ir al día siguiente a hacer análisis de sangre.
Escasas incidencias
«Alguno viene con el mareo puesto de casa»
La sugestión, que no la vacuna, puede jugar alguna que otra mala pasada. Personas que piensan que todo va a ir mal, que tienen miedo al pinchazo y «al final se acaba poniendo enfermos no por la dosis, si no porque ya vienen malos de casa». Bajadas de tensión por los nervios acumulados son algo frecuente, «mareos que se contagian a los de la silla de espera de al lado, van hablando entre ellos y acaban 5 atendidos, todos sugestionados». Y luego los que se creen que no les han pinchado, «bien porque no se han enterado bien porque no les hemos puesto una tirita».
Los impacientes
«Llegan a venir dos horas antes de la cita programada»
Las citas tienen su día y su hora, pero hay quien se resiste a ajustarse al horario previsto. «Los mayores tienen interiorizado llegar pronto, a veces demasiado, hasta dos horas antes nos han llegado a venir». Si no hay colapso de gente y se puede agilizar se hace pero «hay veces que no les queda más remedio que esperar o volver a su hora».
Las confusiones de fecha y horas son muy habituales, «también hay quien le echa un poco de cara». Los que han cogido la cita por teléfono no suelen dudar, pero cuando empiezan con 'me ha cogido la cita un amigo...' ya sabemos que es fallo seguro, la mayoría entienden que si no tienen cita no se les puede vacunar pero hay otros que no tanto».
Luego están los que no «quieren entender» que este proceso lleva su tiempo y «lo quieren todo rápido».
Documentación
«La rara necesidad de pedir ya el certificado de vacunas»
Como ha ido bajando la edad de vacunación ha ido cambiando la solicitud de documentación. «En las últimas semanas estamos a tope con los justificantes para el trabajo». Anteriormente muchos jubilados insistían en tener su certificado de jubilación. «Cuando les preguntas para qué lo quieren nos dicen que para tenerlo en caso o para ir al pueblo, solo lo piden si cogen un avión o cruzan la frontera».
Vacunas sobrantes
«Avisas a las 21.30 y está en 20 minutos con una sonrisa»
Cuando hay vacunas sobrantes se llama por orden a los siguientes candidatos. Para algunos, acceder al punto de vacunación es un problema, otros no dudan. «El récord está en 20 minutos, taxi de ida y de vuelta, la señora venía feliz, y le habíamos sacado de casa a las 21.30 horas, no lo dudó».
DNI
Todas las tarjetas de identificación sobre la mesa
Para acreditarse para vacunar hay que llevar el DNI, la tarjeta de Osakidetza no sirve. «Es increíble la cantidad de gente que va indocumentada por la vida. Si no tienen su DNI o carnet de conducir tienen que ir a casa y les volvemos a coger el mismo día a la hora que lleguen». Hubo un hombre que con mucha sorna, tras volver, muy molesto, a su casa por la documentación «fue poniendo encima de mi mesa todas las tarjetas que tenía en la cartera, hasta las de los supermercados, no paró hasta que nos mostró todas, nos dijo: para que veas que soy el de antes».
Los que se dan la vuelta
«Esto no es un supermercado de vacunas a elección»
En las franjas de edad avanzada, prácticamente nadie preguntaba qué vacuna le iban a poner, «la que toque es bienvenida», es lo que más se oía. Desde hace un mes, entre la incertidumbre de la segunda dosis de 'los AstraZeneca' y que se pone la dosis que toca se pregunta más y se duda mucho más. «Se llegan a dar la vuelta y rechazan vacunarse hasta esperar la que ellos piensan que es mejor. No hay mejor o peor son vacunas». Tienen casos de matrimonios que van juntos: uno se vacuna y el otro decide en ese momento que no. «Otros te exigen una marca concreta, les explicamos que no es una tienda, hay quien acepta con resignación pero los hay que se marchan enfadados y esperan a que le vuelvan a llamar».
Reencuentros
Las esperas entre antiguos compañeros y viejos amigos
El móvil es el compañero de espera tras la inoculación. 15 minutos sentado en una silla que da para leer un libro, charlar con el compañero de silla o reencontrase con antiguos compañeros de clase. «Hemos llegado a ver lágrimas de alegría de antiguos amigos que habían perdido el contacto y se han reencontrado en la cita de la vacunación. Suele ser muy emocionante porque muchos vienen con la sensibilidad a flor de piel».
Los mentirosos
Cambios de fechas repentinos para ajustarse
El protocolo de vacunación dice que si has pasado el coronavirus no puedes vacunarte hasta pasados seis meses. A cada persona que va a vacunar se le pregunta si ha pasado el Covid y cuándo. «Vino una mujer que decía haber estado con positivo en diciembre, no se le podía vacunar, a gritos nos dice que le ha dicho un amigo enfermero que sí. Desaparece de nuestra vista y a los diez minutos aparece diciendo que se acaba de acordar que lo pasó en noviembre». Están también los que juran que ese es su día de vacunación «pero que el móvil se lo han dejado en casa» para confirmarlo.
Selfies
Imortalizar el momento de para el álbum personal
Cada vez se ve más gente que busca guardar un recuerdo de su vacunación. «No está permitido sacar fotos en los recintos, lo pone en los carteles que vemos que nadie lee». No han llamado mucho la atención «pero imagínate con adolescentes o jóvenes, va a ser imposible controlarlo».
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