«Creemos que ha llegado el momento de decir la verdad y pedir perdón»

Marta Macho y Roberto Sánchez afirman que la decisión de Darpón de abandonar el Gobierno llega tarde, aunque reconocen que «nos alegramos». Afirman que durante el proceso posterior a la interposición de la denuncia, el consejero «se ha dedicado a negar algo que era de todos conocido y a tratar de ocultar una verdad que todos sabían y de la que en los hospitales se hablaba abiertamente. Entiendo que su dimisión debía haberse producido antes», indica Marta, quien, no obstante, matiza que su salida «no es la solución definitiva. Todavía quedan muchos pasos por dar, pero está bien que adopten decisiones políticas».

Roberto Sánchez opina que «las razones por las que Darpón ha dimitido son las mismas que existían en junio del año pasado». Cree que la gestión que el consejero ha hecho de la crisis ha sido nefasta. «Ha pasado por todas la fases del duelo. Primero fue la de negación, y continuó con la de ira, con represalias hacia nosotros. Más tarde entró en una etapa de negociación en la que parecía que no había pasado nada pero en la que, a la vez, se anunciaban algunas medidas. Creo que ahora está en la de la depresión. Ya solo queda llegar a la fase de aceptación y asumir que este sistema ha muerto».

Marta Macho no descarta que la decisión de dejar el Gobierno pueda obedecer a una maniobra de carácter electoralista, máxime cuando el consejero había recibido recientemente el respaldo de sus compañeros de Gabinete así como del PNV. «Me imagino que en cierto modo estarán intentando proteger el partido y si tienen que sacrificar a alguien lo hará con los peones que consideren más débiles. Pero reitero, esto no modifica en nada nuestra lucha. Seguimos pidiendo que haya un cambio y aún no lo hemos visto. Los jefes de servicio siguen siendo intocables y continúan en sus cargos. Queremos ver más cosas», afirma.

La médico reconoce que se ha sentido francamente molesta con determinadas afirmaciones, expresiones y consideraciones que ella y sus compañeros han tenido que escuchar desde que decidieron denunciar las presuntas prácticas irregulares. «Darpón sabía lo que estaba ocurriendo y se ha dedicado a negarlo. Se nos ha tildado de mentirosos cuando eran cosas evidentes. Pero aun así, ha intentado proteger la forma de funcionamiento caciquil de Osakidetza desde hace mucho, mucho tiempo. Y lo ha hecho para perpetuar el sistema. Para ellos es una buena forma de controlar a todo su séquito».

Marta Macho y Roberto Sánchez confían en que la dimisión de Jon Darpón sea un punto de inflexión a partir del cual se pueda articular un sistema de oposición justo y equitativo para todos los aspirantes a las plazas. «Vamos a ver qué pasos se dan. El tema no está solo en las personas, sino en los movimientos que se vayan a dar y en la política que se puede implantar. Si los que ahora llegan siguen sin ofrecer un cambio real y eficaz que garantice la equidad de todos los profesionales, nosotros vamos a seguir adelante. Parte de las soluciones que quieren presentar para la siguiente OPE están tan maquilladas o más que lo que hemos estado haciendo hasta ahora. Lo que nosotros queremos es un cambio contra el sistema que ha estado perpetuando el PNV. No estamos luchando contra una persona concreta».

La anestesista admite que desde que decidieron denunciar los hechos la vida no está siendo fácil e indica que se han sentido presionados. «En el centro donde trabajamos se ha recortado nuestra jornada laboral, aun cuando existía la posibilidad de que aumentara tras la baja de un compañero por estrés. Pero la Dirección no está dispuesta a cubrir esta ausencia. No se reúne con nosotros, siempre encuentra alguna excusa. En este sentido, nos sentimos presionados y castigados. No obstante, seguiremos adelante», afirma.

La médico reconoce que aun cuando durante los últimos meses «mucha gente nos ha retirado el saludo y ha dicho cosas muy feas de nosotros, cuando se ha conocido la dimisión de Darpón, el móvil no deja de enviarnos mensajes de felicitación de mucha gente que hace tiempo que no veíamos y de profesionales de nuestro ámbito que se animan y empiezan a sacar la cabeza. Y hemos recibido también palabras de personas que están dispuestas apoyar nuestra denuncia».

Marta Macho apenas conoce a la nueva consejera, Nekane Murga. «Sé que fue jefa del servicio de cardiología en el Hospital de Basurto y, por lo tanto, tiene que conocer este sistema. Si en algún momento tiene la desfachatez de negar lo que nosotros denunciamos, sabremos de qué pie cojea», afirma la médico, que confía en que la nueva titular de Sanidad «tenga en cuenta a los profesionales y también a los sindicatos para conformar una nueva manera de funcionar. Y no solo a los sindicatos mayoritarios, sino también a los que nos han estado sacando la cara a los trabajadores».

Roberto Sánchez, por su parte, cree que Murga «nos tendrá que explicar cómo se asignaban las plazas en los tribunales en los que ella estuvo. Desde el momento en que niegue lo que denunciamos, nos tendrá en frente. Creemos que ha llegado el momento de decir la verdad y de pedir perdón. Si se reconoce que era un sistema que estaba institucionalizado, que no volverá a suceder y se asumen las decisiones judiciales, nosotros seríamos partidarios de una especie de ley de punto final».

Marta Macho, así como sus compañeros, sigue expectante la evolución judicial del caso después de que la fiscal Superior de Justicia de Euskadi, Carmen Adán, estimase que había indicios de delito. «La señora Adán nos dejó muy claro que no esperásemos que cayesen todos los que debían caer. Pero reitero que esto no es nada personal. No me importaría que, en un momento dado, se promulgase una ley de amnistía, siempre que empezásemos a funcionar de otra manera, con un modelo nuevo y se les quitase el poder a los jefes de servicio. Lo que pretendemos es que las cosas cambien y que tu plaza no dependa de si le caes bien a un jefe de servicio o eres familiar suyo... Sino de que eres un profesional médico que cuenta con determinados años de trabajo, acumulas una experiencia determinadas y cuentas con la satisfacción de la gente a la que atiendes».