¡No te quejes de la lluvia!

La lluvia puede ser maravillosa. Según un estudio, la lluvia, el granizo y la nieve desprenden bacterias marinas de interés terapéutico en la tierra. De esta manera, la naturaleza se convierte en la principal fuente para la creación de antibióticos y antitumorales.

En el Departamento de Biología Funcional de la Universidad de Oviedo, han conseguido cultivar un grupo de actinobacterias con potencial farmacológico.