Pedro Gorrotxategi: «A los niños hay que explicarles muy bien qué van a poder hacer y qué no»
Pediatra de Atención Primaria, vicepresidente de AEPap ·
El pediatra tolosarra no teme que las semanas que pasen en casa vayan a dejar en los más pequeños secuelas físicas y psicológicas severasAl igual que la mayoría de los profesionales, así como los padres y madres con hijos pequeños, Pedro Gorrotxategi, pediatra del Centro de Salud de ... Pasai San Pedro y vicepresidente de AEPap, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, estaba a la espera de que hoy, tras el Consejo de Ministros, se precisen las condiciones en las que el próximo lunes niños y niñas podrán romper el confinamiento casi total en el que han permanecido las últimas semanas. El más severo de Europa, dicen. No obstante, este experimentado profesional de la medicina tiene muy claras unas cuantas ideas que parece conveniente interiorizar para que el remedio no sea peor que la enfermedad.
- La inmensa mayoría de los niños y las niñas pasarán seis semanas sin pisar la calle. A su juicio, ¿cómo lo están llevando?
- La vivencia de cada uno depende en gran medida del ambiente y de las condiciones que tengan en el domicilio y de cómo lo están viviendo sus familias, de lo que estas les transmiten. Obviamente, seis niños en una casa pequeña en la que el padre, la madre o ambos se han quedado sin trabajo o tienen una mala relación estarán viviéndolo peor que dos en una casa con un jardín o una terracita, integrados en una familia sin problemas particulares. Las condiciones sociolaborales y socioeconómicas tienen una incidencia muy grande en estas circunstancias pero, en general, lo están llevando muy bien.
- Algunos incluso lo están disfrutando. ¿Son niños raros?
- En absoluto. Para muchos creo que ha podido ser hasta beneficioso. Hay muchos niños que salen por la mañana, enlazan las clases con las actividades extraescolares y no vuelven a casa hasta las ocho de la tarde. Muchos de esos niños al principio estaban encantados. En la asociación hemos organizado un concurso de dibujos y cuentos porque nos interesaba saber cómo están viviendo una situación que es nueva para todos, y eso es lo que estamos comprobando. Se están portando muy bien y han demostrado una capacidad de adaptación enorme, pero también es cierto que va pasando el tiempo y empiezan a estar un poco cansados.
- La AEPap facilitó hace unas semanas una serie de indicaciones relativas a la alimentación, la actividad física, el tiempo dedicado a las pantallas... ¿Es imprescindible vivir el confinamiento, que no se levantará el día 27, de manera organizada?
- Eso es lo más importante y, al mismo tiempo, lo más difícil: imponerles una rutina, que tengan sus horas de estudio, su tiempo para saltar, bailar y moverse o para ver la tele y jugar con las maquinitas. La rutina es buena para ellos, no es conveniente que vivan como si estuvieran de vacaciones todo el tiempo. Y es especialmente importante porque si estamos aislados del exterior, sin saber cuándo es la mañana o cuándo la tarde, se pueden producir alteraciones del ritmo circadiano. Ya estamos viendo algún problema relacionado con la conciliación del sueño, pero por lo demás no hemos visto grandes trastornos.
- ¿Seis semanas no son suficientes para pasar factura de manera relevante?
- Salvo que haya problemas de salud o familiares previos que el aislamiento haya podido acentuar, si lo han vivido en un ambiente de cariño y de normalidad, para la mayoría han sido días en los que han jugado, han dibujado, han pasado más tiempo que nunca con sus padres... Desde ese punto de vista, no hay por qué temer trastornos psicológicos.
- ¿Y físicos? ¿Menos actividad física y más desorden con las comidas pueden acentuar los problemas relacionados con la obesidad infantil, una cuestión sobre la que ha mostrado su preocupación más de una vez?
- Es un tema que nos preocupa a todos los pediatras, pero también desde ese punto de vista se le puede encontrar un lado bueno a la situación, dependiendo de cómo se maneje y de cuál sea la situación familiar, porque tenemos más tiempo y más tranquilidad para cocinar, para comer más verduras, para llevar una alimentación más limpia... Se moverán menos, eso sí, pero en casa también se puede hacer mucho ejercicio. En cualquier caso, en un mes no aumenta la obesidad. Los que tenían sobrepeso habrán aumentado algo, pero también pasa en Navidad...
- ¿Media hora o una hora al día bastan para aliviar la situación y la sensación de encierro?
- Media hora, una hora o el tiempo que finalmente se establezca es suficiente para airearse, para dar un paseo y salir un poco de la rutina, pero tenemos que tener muy claro que van a ser salidas con muchas limitaciones y condicionantes. A los niños vamos a tener que avisarles de que no van a poder jugar con otros niños ni van a poder ir a la txirristra o a los columpios; decirles que tendrán que ir con un adulto, que igual pueden jugar un poco al fútbol con su padre o su madre, pero poco más. Hay que explicarles muy bien cómo y a qué van a salir a la calle, qué van a poder hacer y qué no. Hay que evitar darles falsas esperanzas, como si fueran a volver a la vida normal, y generar frustración, porque si eso ocurre algo que podría ser beneficioso y agradable puede convertirse en una mala experiencia.
- En cualquier caso, no es una obligación, sino una posibilidad...
- Así es, y de hecho a alguien que tiene niños pequeños y un jardín o una terraza donde se puedan mover no le aconsejaría que saliera, porque en la calle no van a poder hacer mucho más que en casa. Es distinto el caso de quienes no tienen otro modo de estar al aire libre y moverse un poco.
«Hay que evitar darles falsas esperanzas, como si fueran a volver a la vida normal, porque eso puede generar frustración»
Salidas
«A los que tienen un jardín o una terraza donde los niños puedan jugar al aire libre no les recomendaría que salieran a la calle»
Sugerencia
Soy partidario de que, salvo los muy pequeños, las lleven. Y, sobre todo, que se laven muy bien las manos al volver a casa»
mascarillas
- Otra incógnita es la relativa a la edad. Se ha hablado de 12 años, de 14... ¿Cuál es su opinión?
- No tengo muy claro que haya que establecer una edad fija. Si en una familia hay un hermano de 11 años y otro de 14, ¿va a salir uno y otro se va a quedar en casa? No hay ninguna razón médica que indique que el limite tenga que ponerse en una edad o en otra.
- ¿Con mascarilla o sin ella?
- Soy partidario de que, salvo los muy pequeños, para los que seguramente no habrá ni mascarillas del tamaño adecuado, las lleven cuando salgan, sobre todo si pueden estar en contacto con algún adulto no habitual. Pero lo más importante es lavarles muy bien las manos al volver a casa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión