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Iñigo Urkullu y Gotzone Sagardui posan con exconsejeros y responsables de Osakidetza durante el aniversario. Blanca Castillo
«El deseo de construir una sanidad pública potente aún permanece»
40 aniversario de Osakidetza

«El deseo de construir una sanidad pública potente aún permanece»

Exconsejeros de Sanidad y profesionales sanitarios de Osakidetza celebran en Vitoria los 40 años de Osakidetza, «el corazón de la sociedad vasca»

Javier Guillenea

San Sebastián

Jueves, 9 de noviembre 2023, 01:00

«Con muchos aciertos, balbuceos y errores se ha conseguido lo que hoy es Osakidetza, uno de los grandes hitos de este país», dijo ayer Ángel Larrañaga, consejero de Sanidad del Gobierno Vasco, en 1984 y 1985. Eran años en los que todo estaba por hacer. «No teníamos ni el nombre» y «fuimos a Londres para ver cómo funcionaba el servicio inglés de salud». Había que aprender.

Osakidetza había nacido un año antes, concretamente el 19 de mayo de 1983, día en el que el Parlamento aprobó la Ley del Servicio Vasco de Salud, y aún daba sus primeros pasos. Han pasado 40 años desde entonces y ayer el Ejecutivo autónomo celebró el aniversario por todo lo alto. Lo hizo en el Palacio Europa de Vitoria, con un acto presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu, que reunió a siete exconsejeros de Sanidad y a profesionales de Osakidetza, entre ellos el microbiólogo del Hospital Donostia Gustavo Cilla, recientemente jubilado.

Cilla y otro profesional también retirado, el médico de familia en Galdakao José Manuel Corres, intervinieron en el evento para recordar los cambios que ha experimentado Osakidetza en todos estos años. El microbiólogo guipuzcoano señaló que «ha habido una transformación continua y acelerada, sobre todo en la complejidad de los procesos que maneja». Sin embargo, aseguró que «hay cosas que no han cambiado». «Cuando nosotros empezamos teníamos un deseo muy grande de contribuir a construir un sistema sanitario público potente que sirviera a la población, y eso es algo que ha permanecido», afirmó.

Testimonios

  • Ángel Larrañaga (1984-85) «Con muchos balbuceos, aciertos y errores se ha creado Osakidetza»

  • José Manuel Freire (1987-91) «Una de las cosas especialmente buenas que ha tenido es la continuidad de equipos»

  • Jon Darpón (2012-19) «El sistema se ha construido día a día sobre lo que hacían los anteriores»

  • Nekane Murga (2019-20) «Recuerdo cuando me avisaron que se moría de Covid el primer sanitario»

Durante el aniversario, los exconsejeros Ángel Larrañaga, Jon Azúa, José Manuel Freire, Gabriel Inclán, Rafael Bengoa, Jon Darpón y Nekane Murga repasaron los retos a los que se enfrentaron durante sus etapas al frente del departamento. Entre todos ellos –y con la ausencia de los ya fallecidos Jesús Javier Aguirre e Iñaki Azkuna– fueron relatando la historia de un organismo que nació en busca de un objetivo. «Sabíamos lo que queríamos, que era un servicio de salud para toda la población», dijo Larrañaga. «Aparte de los seguros y seguritos donde cada uno se estaba buscando un hueco, faltaba una organización general. Eran los principios balbuceantes de la asistencia sanitaria», explicó.

En ese proceso «de organizar y construir un sueño», su sucesor, Jon Azua, fue el encargado de subir un peldaño más en la construcción de Osakidetza. «Se estaba empezando a tramitar la Ley general de Sanidad y el Sistema Nacional de Salud, que iba a condicionar el campo en el que podríamos jugar las comunidades autónomas». En este contexto, el departamento «integró la salud en el campo del bienestar social».

Continuidad

Durante la época de Azua al frente de Sanidad (1985-87) los hospitales de Gipuzkoa y Álava, y más adelante Basurto, se incorporaron a Osakidetza. También se desplegó el mapa sanitario y se estableció el registro de cáncer. Y, además, se elaboró el primer plan de prevención y tratamiento del sida. «Era un problema del que sabíamos muy poco. En el primer informe que llevé al Gobierno Vasco solo lo asociábamos a poblaciones de riesgo muy concretas», indicó Azua.

Con José Manuel Freire llegó a Sanidad por primera vez un consejero socialista. «El gran hito fue la transferencia del Insalud. A los 4.000 profesionales de la Osakidetza original se les incorporaron otros 17.000». «Afortunadamente –añadió Freire mientras miraba a Larrañaga– construimos sobre lo que vosotros hicisteis». «Una de las cosas especialmente buenas que ha tenido Osakidetza es continuidad de equipos».

«Osakidetza es el corazón de la sociedad vasca, es la institución más querida», aseguró Freire. Gabriel Inclán, que en 1999 y hasta 2009 tomó el relevo de Azkuna, fue el encargado de informatizar esta institución, con la incertidumbre de lo que ocurriría con los sistemas informáticos con el cambio de siglo. «En 2000 todo el mundo pensaba que se iba a caer Osakidetza», reconoció. Su departamento también asumió el reto de modernizar Osakidetza. «Faltaban cosas, como la investigación y la innovación. Era importante crear un instituto que empezara a recoger las novedades y innovara e investigara». De esta necesidad surgió Biodonostia.

Rafael Bengoa provocó un escalofrío entre los asistentes al recordarles un dato estadístico. «El 40% de esta sala tiene una enfermedad crónica, algunos dos». Por eso insistió en la importancia de situar la cronicidad «en la primera división» de las políticas sanitarias. «Esto es importante porque es evidente que si la sanidad sigue así nos vamos a llevar todo el dinero público. Por eso es necesario encontrar un nuevo modelo», aseguró.

Bengoa, que dirigió el departamento entre 2009 y 2012, dijo que «todos compartimos el concepto de medicina social, de universalización» y recordó que en el modelo vasco «subyace el principio de que la gente más pobre enferma más y cuanto más se enferma más se empobrece». «Estos valores –recalcó– son los que deben perdurar otros cuarenta años, y para que esto ocurra es importante no entrar en la complacencia. Tenemos que entrar en una transformación muchísimo más profunda a partir de ahora».

Para Jon Darpón, «Osakidetza ha sido la historia de un sueño. Uno de sus grandes éxitos es la idea de la continuidad. El sistema se ha ido construyendo día a día sobre lo que hacían los anteriores y esta ha sido una de las claves». La otra clave, añadió, es que los vascos «han hecho propio el servicio de salud. La gente vive la asistencia que se le da como propia, como un derecho», dijo.

De su etapa al frente de la consejería (2012-29) Darpón destacó la puesta en marcha de la receta electrónica, que «integró más a las farmacias como agente de salud en el sistema sanitario», así como «la integración de las comarcas de atención Primaria con los hospitales comarcales y generales».

El equipo de Nekane Murga tuvo que enfrentarse a un enemigo completamente desconocido, el covid. En una primera etapa, recordó, «no conocíamos exactamente el impacto que iba a tener el virus. Hacíamos reuniones y preparativos, hablamos con Italia y China, preparamos laboratorios pruebas, hicimos compras de material...». Hasta que un día recibió una llamada y comenzó «el tsunami».

«Me llaman de un hospital y me dicen que están viendo que hay muchas personas infectadas dentro del centro y también profesionales sanitarios». «Ese día –señaló la exconsejera– es como si te encuentras en una película de zombis rodeada de zombis. Te das cuenta de que ha llegado, de que lo que decían que quizá iba a ocurrir está ocurriendo y que, además, los enfermos no han venido de Italia o de China, sino que están entre nosotros, de que la infección está extendiéndose y está afectando especialmente a las personas de mayor edad». Murga destacó la «gran respuesta» de Osakidetza ante la pandemia y se emocionó al recordar dos momentos. Uno, «cuando me avisaron que se moría el primer profesional sanitario». El otro, «al ver las fotos de mis compañeros» protegidos «con bolsas de basura» ante la falta de materiales.

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