La crisis en Osakidetza entra en un compás de espera

Fue un viernes, día 2 de diciembre, cuando se produjo una imagen del todo inédita: 28 jefes de servicio de la OSI Donostialdea se concentraban en la entrada del Hospital Donostia para protestar por el repentino cese de su directora gerente. Horas más tarde se producía un segundo cese, el de la directora médica y las posteriores dimisiones en cadena.

Desde entonces, estos quince días han transcurrido a golpe de manifestaciones por parte del colectivo médico y comparecencias del portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, y el propio lehendakari en las que ha prevalecido el tono conciliador. El viernes día 9 Iñigo Urkullu se pronunció por primera vez sobre esta cuestión, justo una semana después de que se desatara la mayor crisis que ha vivido Osakidetza en Gipuzkoa, que ha conseguido movilizar a 42 jefes de servicio de los 47 que ejercen en el Hospital Donostia.

En su comparecencia, a las puertas de la Cámara, Urkullu apeló a resolver las diferencias desde el «diálogo», al tiempo que se mostró convencido de que es posible «encauzarlas», después de que el nuevo director general, Agustín Agirre, y la nueva directora médica, Ana Bustinduy, hayan comenzado con las conversaciones con los jefes médicos. De forma paralela, los facultativos guipuzcoanos se volvían a concentrar en las escaleras de acceso al hospital Donostia en la quinta jornada de protesta; aunque las palabras del lehendakari consiguieron rebajar la tensión.

Por su parte, la consejera Gotzone Sagardui, que compareció el lunes 12 en la comisión de Salud del Parlamento Vasco, volvió rehuir dar más explicaciones sobre la crisis abierta en la OSI Donostialdea. Una vez más no entró en el porqué de los ceses y aseguró que dará «todas las explicaciones» cuando «el Parlamento me llame para ello». Será este lunes.

El primer contacto entre la dirección de Osakidetza y el colectivo de 42 jefes médicos del Hospital Donostia llegó al día siguiente, el martes pasado, día 13. La directora general del Servicio de Salud, Rosa Pérez, mantuvo una conversación informal por teléfono con el principal portavoz de los jefes de servicio, Adolfo López de Munain, lo que ha contribuido a crear un «nuevo clima» que abre una puerta a un posible entendimiento entre ambas partes, que hasta ahora no habían encontrado ningún resquicio para el encuentro.

Aquella conversación telefónica dejó «buenas sensaciones», según explicó López de Munain en declaraciones a este periódico, al «entrever una voluntad de escuchar y atender a los problemas que hemos planteado». López de Munain trasladó a otros jefes de servicio del Hospital Donostia los detalles de la conversación y llegaron a la conclusión de que las «señales» que llegaban desde Osakidetza eran positivas, por lo que decidieron espaciar las concentraciones que han mantenido en los últimos días ante el Hospital Donostia.

Uno de los temas que más preocupa a este colectivo médico es que Osakidetza se pronuncie sobre sus planes en cuanto al futuro de Onkologikoa y la posibilidad de que ese centro se constituya en una OSI diferenciada a la de Donostialdea. Sobre todo, buscan «explicaciones» sobre las razones que motivarían esa decisión.

Otro de los aspectos que reclaman estos facultativos en cada una de sus apariciones públicas a las puertas del hospital es que «las decisiones se tomen bajo criterios técnicos. Y siempre buscando la mejor eficiencia». En este último punto coinciden ambas partes: en mantener la calidad del servicio de la que históricamente ha hecho gala el Servicio Vasco de Salud.