Septiembre se estrenará en Euskadi con más aforo en bares, comercios y eventos

Será un respiro para estos sectores, que desde que comenzó la pandemia han sufrido los rigores de unas restricciones que les han colocado en la cuerda floja y han puesto en peligro la supervivencia de muchos negocios. Las restricciones aprobadas el pasado 22 de julio de julio y que han estado vigentes hasta ahora, han pasado a la historia, al menos si se mantiene la evolución descendente de los contagios.

El nuevo decreto eleva el aforo en eventos culturales y en comercios del 35% al 60% del total de capacidad de los espacios. El interior de la hostelería también aumentará su capacidad, aunque no en la misma proporción, ya que se ampliará del 35% actual al 50%. En los eventos deportivos el incremento será del 20% al 30%. Lo que no cambia en ningún caso es el horario de cese de actividad de la hostelería y del resto de establecimientos, que se mantiene a las 01.00 horas. Se establece, con carácter general, que el máximo de personas susceptible de reunión en recintos para cualquier tipo de evento social, cultural o deportivo no superará las 600 personas en interiores y las 800 en exteriores. En recintos con capacidad de entre 1.600 y 5.000 personas, el máximo en interiores será de 800 personas y de 1.200 en exteriores, mientras que en recintos con capacidad superior a 5.000 personas, el aforo máximo no podrá superar en ningún caso el 30%, cumpliendo siempre las medidas preventivas generales.

En la hostelería, el número total de personas por mesa se amplía a ocho, dos más que hasta ahora y sigue prohibido el consumo en barra o de pie. Estas mismas reglas son de aplicación para los locales de juego y las sociedades gastronómicas.

El relajamiento de las medidas sanitarias obedece, según explicó ayer la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui, a la constatación de que Euskadi se encuentra en «la fase descendente de una ola epidémica que ha concentrado la transmisión de contagios a la población con menor proporción de vacunación, coincidente, además, con un periodo de mayor interacción social y mayor movilidad».

Este cambio de tendencia queda reflejado en la evolución de la incidencia acumulada en 14 días, que el domingo se situó en 340 casos después de que por primera vez desde junio se registraran menos de 300 nuevos positivos. La consejera destacó también la buena marcha del índice básico de reproducción, del 0,86, pero lamentó que esta evolución sea «más moderada en lo que a la presión asistencial se refiere».

Según detalló, la ocupación en las últimas dos semanas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales vascos es «fluctuante», con ascensos y descensos, por ello rechazó confirmar que «se ha superado un pico. Seguimos teniendo unos datos de hospitalización importantes y saben que esto tiene una evolución y reflejo en la ocupación de las UCI. Seguimos manteniendo un número alto de positivos diarios y una tasa de incidencia acumulada lejos del objetivo de estar por debajo de los 60 casos», recordó Sagardui.

En este «contexto de incertidumbre», la responsable vasca de Salud volvió a hacer un llamamiento a «la prudencia». «Sabemos que el virus sigue siendo impredecible. Su capacidad de mutación es un riesgo cierto y la falsa seguridad o la consideración prematura de que esta crisis ya está superada, son factores que nos debilitan», advirtió.

Los aforos no son los únicos cambios con los que se estrenará septiembre en Euskadi. El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, que compareció junto a Sagardui para explicar las medidas aprobadas por el Consejo Asesor del LABI, anunció que el próximo curso el deporte escolar se podrá reanudar con cierta «normalidad» y los barnetegis volverán a abrir sus puertas. De cara al comienzo de las clases, Bildarratz apeló a la «prudencia» y a evitar «confianzas» injustificadas, por lo que subrayó que es necesario mantener «una tensión gestionada y moderada».

Además, el decreto corrige el apartado relativo al uso de mascarillas en los desplazamientos y paseos en las playas y piscinas, para precisar que será obligatorio cuando no resulte posible mantener de modo constante una distancia mínima de 1,5 metros entre personas. Esta corrección tiene su origen en una resolución dictada el pasado día 3 por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que anuló la obligación de usar en cualquier circunstancia mascarilla en los desplazamientos y paseos en playas y piscinas, como recogía el decreto firmado por el lehendakari el 24 de julio. Según la resolución, esta regulación establece una obligación no prevista en la Ley del Estado, en la que el uso de mascarilla solo es obligatorio si no se puede mantener una distancia interpersonal de 1,5 metros en espacios al aire libre.

Lo que no cambia es el cierre de los locales juveniles y los establecimientos de ocio nocturno clasificados en los grupos III y IV, que se mantiene. Las medidas aprobadas ayer se corresponden con las previstas en la Ley de Medidas para la Gestión de la pandemia covid-19 y en el nivel 2 de alerta del Plan Bizi Berri IV.

Cuando se aprobó el decreto vigente hasta ahora, la variante Delta había alcanzado un predominio de más del 75%, un porcentaje que en la actualidad se halla en el 90%. La mayor capacidad de infección de la nueva mutación hizo que la tasa de incidencia se disparara a los 682 casos por 100.000 habitantes, y hasta los 1.081 entre los menores de 30 años. En cuanto a las vacunaciones, el 63% de los vascos mayores de 16 años tenían ya la pauta completa y un 76% una dosis. Más de un mes después, estos porcentajes han aumentado significativamente. Casi el 80% de la población diana de Euskadi ha completado ya la pauta de vacunación contra la covid-19 y, «en dos o tres semanas, se logrará que la totalidad tenga inoculada al menos una dosis», dijo ayer la consejera.

Sagardui insistió en la necesidad de «mantener la tensión social en materia de prevención» con el uso de mascarilla, mantener la distancia, evitar aglomeraciones, ventilación de espacios interiores y vacunación«. »Entramos en unas semanas decisivas para doblegar esta quinta ola y evitar una sexta«, subrayó. La consejera aseguró que durante la reunión de ayer no se había fijado una fecha para celebrar un nuevo encuentro. Todo dependerá de lo que ocurra en los próximos días. »Esperaremos a la evolución de la pandemia«, señaló la responsable vasca de Salud, que se mostró moderadamente optimista. »Esperamos que esta semana y la siguiente podamos tener datos favorables, pero eso no nos debe llevar a pensar que la situación está superada«, recalcó.