Euskadi se asoma ya a nuevas restricciones con las operaciones no urgentes anuladas

El aumento de los contagios por Covid está tensionando los servicios hospitalarios y ha obligado a reordenar de nuevo la actividad asistencial. Así, las operaciones no urgentes han empezado a suspenderse «de forma progresiva» en todos los hospitales vascos y a trasladar pacientes entre territorios, como es el caso del Hospital Donostia, que desplazó a dos pacientes a Txagorritxu. La confirmación ayer del primer caso de la variante Ómicron en España añade más incertidumbre al avance de la sexta ola.

A la espera de la decisión que pueda tomar el lehendakari Iñigo Urkullu, la consejera Sagardui remarcó ayer que la emergencia sanitaria podría decretarse incluso antes de llegar al umbral de 50 ingresos UCI. ¿Y esto qué significa? Si Euskadi vuelve a estar en esta situación, volvería también a estar en vigor la Ley Antipandemia que recoge diferentes medidas para tres niveles de incidencia.

Con la situación actual, según el plan Biziberri IV que estuvo en vigor en Euskadi entre julio y octubre, la CAV estaría en el máximo nivel de transmisión. Esa transmisión «tensionada» se establece para una incidencia acumulada de entre 150-300 casos por 100.000 personas. Los datos que tiene Euskadi son muy superiores, con 471 casos y se dispara hasta los 800 para Gipuzkoa (El 1 de noviembre era de 119 casos).

La cara más amarga está en el número de fallecidos, que casi se ha cuadruplicado en una semana. En los últimos 7 días, 18 personas han perdido la vida por culpa del Covid.

Por lo tanto, con las directrices del plan Biziberri IV en la mano y siempre a la espera de lo que pueda comunicar en las próximas horas el Gobierno Vasco, los aforos se podrían reducir al 50%, el ocio nocturno tendría que volver a echar el cierre y se establecería de nuevo el máximo de seis personas por mesa en hostelería.

Si retrocediéramos al escenario de verano, no se podrían celebrar ni las comidas ni cenas de empresa (no al menos en grupos numerosos ya que las mesas serían de seis personas), tampoco eventos multitudinarios como Santo Tomás y quedarían también en el aire los cotillones de Nochevieja, entre otros.

Se acerca el invierno y con él la vida en interiores. Se avecinan también las festividades de Navidad y los encuentros familiares, por lo que «mascarilla, higiene de manos, ventilación de espacios cerrados y evitar aglomeraciones», recordó la consejera de Salud, que subrayó en una entrevista radiofónica que «la situación pandémica es preocupante». En Gipuzkoa, los positivos diarios siguen contándose a centenares y registra más de la mitad de los contagios que se dan en Euskadi.

Según el boletín epidemiológico que difundió ayer Salud, la comunidad autónoma sumó 6.335 positivos la semana pasada, mientras que en suelo guipuzcoano se descubrieron 3.560. Crece también la cifra de aulas que tienen que ser clausuradas. Ayer eran ya 188 clases de 86 centros educativos confinadas, el 1,08% del total de 17.470 aulas. Con tal volumen de contagios, la presión asistencial no para de crecer.

En estos momentos hay 214 ingresados en planta y 47 en las UCI y la semana pasada tres menores vascos con Covid tuvieron que ser ingresados. Sobre la vacunación de los niños de 5 a 12 años la consejera explicó que aún se desconoce la fecha en la que comenzarían las inoculaciones aunque «en cuanto lleguen las vacunas se pondrán aunque los niños estén de vacaciones de Navidad».