Maite Martínez de Albéniz
«La población tiene médico, lo que no tiene es a su médico de siempre», asegura
«No me ha dado tiempo ni a decir 'hola'», reconoce Maite Martínez de Albéniz mientras recorre el vestíbulo principal del Hospital Donostia en medio ... de un sinfín de abrazos y felicitaciones. La ordiziarra regresa «a la que considero mi casa», donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Primero como jefa de Hospitalización de Neurología y coordinadora de la Unidad del Ictus, y después como subdirectora médica del centro hasta su dimisión en el momento más álgido de la crisis que la organización sanitaria más amplia de Gipuzkoa vivió entre finales de 2022 y comienzos de 2023. El consejero la recuperó hace un año para el departamento como directora de Asistencia Sanitaria de Osakidetza y ahora da un paso al frente como directora gerente de la OSI Donostialdea y una de los cinco «líderes» dentro de la revolución que Salud ha realizado para afrontar la transformación del sistema sanitario vasco. Lo hace, además, en una etapa clave para el desarrollo y proyección del polo sanitario que se impulsa desde el territorio con la integración de Onkologikoa o la puesta en marcha de la protonterapia. Una nueva etapa que la neuróloga afronta «con energía y responsabilidad».
– ¿Cómo se gesta su nombramiento?
– Desconozco los entresijos, pero sé que me ofrecen esta oportunidad y yo la acepto con enorme humildad, respeto, responsabilidad y muchísima ilusión.
– ¿Le llama directamente el consejero para ofrecérselo?
– Así es. Me lo ofrece como una oportunidad de continuar trabajando en la línea en la que ya estábamos trabajando.
– ¿Cómo le convence?
– No me lo pienso, porque de hecho creo que es la evolución natural al trabajo que vengo desarrollando. Después de una escucha activa y de toda la reflexión que se ha hecho en el Pacto de Salud, hay que gestionar una serie de cambios y mi hábitat natural es este. Porque procedo de esta organización, conozco perfectamente el territorio, el entorno, la necesidad, tengo muchísimo conocimiento, y lo veo como un proceso natural y una oportunidad.
Noticia relacionada
«La crisis de los médicos del Hospital Donostia está superada»
– ¿Le ha pedido algo concreto?
– Que continúe desarrollando el trabajo que Osakidetza lleva desarrollando el último año, atendiendo a lo que el documento del Pacto de Salud ha consensuado. Que avance en concretar eso que hemos decidido que es necesario en acciones concretas en Donostia y Gipuzkoa.
– ¿Qué diagnóstico hace de la OSI Donostialdea?
– Afronta enormes retos en este momento. Estamos viviendo un momento de transición con cambios sociodemográficos y el sistema de atención sanitaria tiene que atender otras cosas. Es un momento también de oportunidad enorme. Está evolucionando muchísimo todo lo que tiene que ver con prestación farmacéutica. Tenemos muchísimos tratamientos que no teníamos y tenemos que aprender y saber incorporarlos con responsabilidad y hacer que todo lo que beneficie a los pacientes llegue a ellos y a tiempo. La OSI Donostialdea es una gran organización, no solo en dimensión sino en calidad. Somos más de 4.800 profesionales altamente cualificados en un territorio que en este momento creo que es una enorme oportunidad. Tenemos un ecosistema muy rico en todo lo que es innovación e investigación con un parque tecnológico muy cerca, con centros de investigación, y el Departamento de Salud ha hecho una inversión importantísima en Gipuzkoa en infraestructuras.
«En Lasarte hay dos plazas sin cubrir, pero no hay ningún ambulatorio sin médico; y si lo hay es porque eso es posible»
– ¿Por dónde va a empezar, qué es lo que más urge?
– Lo primero que voy a hacer es preguntar, porque creo que es lo prudente. Ver cómo están nuestros profesionales, nuestros directivos y nuestros pacientes, y ver en qué punto estamos con respecto a algunas cosas y cómo nos sentimos. Lo segundo seguirá siendo intentar mejorar la accesibilidad y las demoras a todo lo que es urgente y prioritario. En el último año han mejorado, lo que no quiere decir que no sigamos teniendo algunos desajustes que seguiremos intentando corregir.
– En Atención Primaria, por ejemplo, 13 ambulatorios de Donostialdea superan las 48 horas de espera máxima fijadas como objetivo. ¿Cómo va a mejorar esa atención?
– Hay que distinguir entre rápido y a tiempo, que son dos conceptos diferentes. Una cosa es accesibilidad, que es facilitar que todo el mundo llegue a tener el recurso que necesita para lo que le pasa y otra cosa es inmediato, que es ya. Me atrevo a asegurar que todos los centros de salud de la OSIDonostialdea tienen hoy, y todas las agendas, una cita presencial libre si un paciente tiene un problema que necesita ser visto hoy. Ese dato lo que refleja son reajustes en las agendas para que eso suceda.
– Pero si intento coger cita por la web con mi médico de cabecera me da para dentro de un mes...
– Las vías de acceso al sistema de salud son tres y la web a veces tiene una distorsión. Es tecnología que vincula tu identidad a tu médico. Si tu médico está de vacaciones y tiene un mes de vacaciones, la fecha que automáticamente te sale es de un mes después. Eso no quiere decir que en ese centro de salud no haya médicos que te puedan atender en el día. El paciente verá que cuando solicita una cita, si eso sucede, le salta una alerta que dice que si la cita no es ajustada a lo que usted necesita, llame o acuda a su centro. Estamos haciendo correcciones vía web y redistribuyendo esas agendas cuando hay ausencias.
– Los problemas estructurales, como la falta de médicos, no van a poder solucionarse en un corto plazo de tiempo. ¿Se va a tomar algún tipo de medida entre tanto?
– Estamos reforzando el concepto de equipos de atención. Estábamos acostumbrados a que nos atendiera siempre un médico y lo que tenemos son profesionales altamente capacitados y muy formados con otras competencias. A veces no comprendemos que nos atienda una enfermera cuando realmente es la profesional que mejor resuelve muchos de los problemas que tenemos. Hemos resuelto ofertas públicas que estaban atascadas por diversas razones. Hemos vivido un año duro en ese sentido porque estabilizar muchos miles de personas genera desajustes, pero creo que eso va a ser un hito muy favorable. También estamos trabajando en incorporar otros roles profesionales porque las necesidades de la población van cambiando.
«No se trata de hacer más, sino mejor, lo que realmente necesita el paciente. A veces hacer más es innecesario»
– ¿Hay ambulatorios que atienden sin médico?
– No.
– ¿Ni ahora en verano?
– Ambulatorios que atiendan sin médico no hay. Y si lo hay es porque eso es posible. Los consultorios que están muy dispersos, por ejemplo, a veces comparten médico, pero la atención está absolutamente asegurada. Cuando eso es así es porque eso es posible. Porque hay enfermería altamente cualificada que tiene una referencialidad muy clara y un médico puede desplazarse si fuera necesario. Osakidetza atiende todo lo urgente y ningún paciente se queda sin atención si lo que necesita es urgente. Otra cosa es que haya un problema estructural en algún centro de salud.
– ¿Por ejemplo?
– En este momento el problema fundamental está en Lasarte. Tenemos dos plazas en este momento en concurso de oposición que esperamos cubrir. Lo que hemos hecho es redistribuir el cupo de esos profesionales en otros, pero no de cualquier manera, sino que miramos qué necesidades tienen esos pacientes, reasignamos a aquellos que necesitan un médico de forma inmediata, buscamos refuerzos con actividad extraordinaria por parte de facultativos que vienen de otros centros, médicos del propio centro que prolongan su actividad...
– ¿El de Errenteria-Iztieta?
– Ha afrontado dificultades pero en este momento tenemos la cobertura asegurada o mejor asegurada. Pero insisto en que una cosa es que una plaza estructural no esté cubierta y otra que la población no tenga médico. La población tiene médico, lo que no tiene es a su médico de siempre.
– ¿En qué punto se encuentra el centro de salud de Loiola?
– Se han resuelto todas las cuestiones necesarias para poder lanzar la licitación de obra en agosto para comenzará la obra en enero de 2026. Esperamos que en 2028 esté terminado.
– Miremos un poco hacia el futuro. El consejero habló el marte de «una etapa clave para el desarrollo» de la OSI Donostialdea. ¿Lo siente así?
– Absolutamente. Creo que es un momento clave el seguir potenciando cambios y el ir orientando a la organización no tanto a actividad como a resultados, a que toda la planificación, todo lo que hagamos, responda a lo que realmente necesitamos, y a medición de resultados. No es hacer más, es hacer mejor. Incluso por concepto de seguridad, no siempre hacer más es mejor. A veces hacer más es innecesario. La tecnología es una oportunidad en todo esto.
«Las obras comenzarán cuando la protonterapia esté finalizada y el problema del parking esté resuelto»
– ¿En qué sentido?
– Nos va a permitir conocer mejor lo que hacemos y lo que necesitamos hacer, apoyar a nuestros facultativos en lo que necesitan, fundamentalmente en todo lo que es automatizable para liberar tiempo de calidad para que el profesional haga lo complejo. Pero en ningún caso va a sustituir el conocimiento del profesional.
– ¿El paciente cómo va a notar todos estos cambios?
– Espero que en más accesibilidad, en menos demora... Lo que no va a cambiar es la calidad humana en la atención.
– Hace un mes culminó la integración de Onkologikoa en Osakidetza tras un proceso de 7 años. ¿Qué va a suponer este paso?
– Se ha culminado la integración, pero además con todo el sentido asistencial, en una OSI donde hay servicios de apoyo y todo lo que un paciente con cáncer necesita. ¿Qué significa? Integrar, más capacidad, más talento, poder revisar los circuitos para hacer mejor... Para Gipuzkoa significa oportunidad y referencialidad. Esperamos ser un referente en oncología para la comunidad, para el país y espero que para el sur de Europa. Puede ser un polo en oncología muy conectado al territorio, a todo lo que es investigación e innovación y un polo con una prestación excepcional que es la protonterapia, que esperamos que trate al primer paciente a finales de 2027.
– Onkologikoa, protonterapia, la futura ciudad sanitaria, el hospital público de Tolosa... ¿Va a ser Gipuzkoa la punta de lanza de la sanidad vasca?
– No me gustaría entrar en el ámbito de la competencia territorial porque esa no es la idea, pero en estos momentos somos una organización excelente en muchísimos aspectos. Creo que Gipuzkoa vive un momento muy bueno. Sabemos evolucionar y estoy segura de que así será.
– Según el organigrama inicial, en abril tendrían que haber empezado las obras del futuro edificio de consultas externas del Hospital Donostia, pero se han retrasado. ¿Hay alguna fecha concreta para que arranquen?
– No me atrevo a hablar de tiempos, pero sí de concepto. Uno no inicia una obra cuando otra no está terminada y las cosas están asentadas. El edificio de consultas externas va a ser una realidad, pero tiene que suceder cuando la protonterapia esté finalizada, Onkologikoa esté perfectamente integrado y tengamos asegurado, resuelto, o como mínimo parcialmente resuelto, el problema del parking.
«Es una prioridad para mí y en los próximos años tendremos un helipuerto en la ciudad sanitaria de Donostia»
– Hace unos meses llamó la atención la imagen de un helicóptero medicalizado aterrizando en la carretera, junto al hospital. ¿Contempla la posibilidad de que el Hospital Donostia cuente con esta infraestructura?
– Sí, es otra prioridad para mí. En los próximos años tendremos un helipuerto en la ciudad sanitaria cuando resolvamos la protonterapia y tengamos el edificio de consultas externas.
– El papel de la sanidad privada ha sido uno de los escollos durante las últimas reuniones del Pacto de Salud. ¿Cuál debe de ser la relación de Osakidetza con la sanidad privada?
– Yo creo que indudablemente sí. En este momento histórico y en cualquier otro, lo razonable es colaborar con quien ofrece calidad o oportunidad.
– ¿Usted tiene seguro privado?
– No.
– ¿Lo ha tenido alguna vez?
– Tampoco.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión