Quitar el temblor de la mano en 20 segundos
La Clínica Universidad de Navarra pone en marcha una técnica pionera que utiliza ultrasonidos para eliminar estas agitaciones, incluidas las del párkinson
El temblor de una mano, incluido el provocado por la enfermedad de Parkinson, puede superarse en sólo 20 segundos, gracias a una nueva técnica que ... la Clínica Universidad de Navarra (CUN) ha incorporado desde ayer a sus servicios del centro de Pamplona. Una radiación de unos ultrasonidos denominados HIFU (siglas en inglés de ultrasonido focal de alta intensidad) sobre el punto del cerebro donde se desatan los temblores permite a los pacientes recuperar el control de sus extremidades con una intervención sin cirugía y de resultados inmediatos. El centro navarro se convierte así en el tercero de España -los tres privados- que ofertan este tratamiento, disponible también en la red HM Hospitales de Madrid y en Centros Médicos Alomar, de Barcelona.
El temblor es uno de los problemas más comunes de las personas mayores, no siempre ligado al párkinson. A partir de los 60 años, incluso antes, hasta 6 de cada 1.000 personas al año se ven incapaces de controlar sus movimientos, sin que la ciencia haya logrado aún descifrar exactamente por qué. Las estimaciones apuntan a que los temblores, incluido el llamado esencial -un trastorno del movimiento que normalmente afecta a las manos, pero también puede comprometer la cabeza, la voz y las piernas- complican la vida a unos 13.000 vascos al año.
Volver a la vida de siempre
«Estamos hablando de dar a los pacientes una calidad de vida tremenda con una visita al quirófano que puede prolongarse hasta dos horas, pero que de intervención real son apenas veinte segundos», explicó ayer a este periódico el director del Departamento de Neurocirugía de la clínica navarra, Jorge Guridi. La intervención, según detalló, busca devolver a los pacientes su capacidad de realizar tareas tan aparentemente sencillas como atarse los zapatos, usar el teléfono móvil, partir la carne o llevarse el tenedor a la boca. «Hacer o no poder hacer estos simples gestos implica salir a la calle con los amigos o tener que quedarse en casa».
La operación consiste en generar una pequeña lesión en el cerebro con un haz de ultrasonidos guiados por resonancia magnética, que impacta en la zona donde tradicionalmente se han venido haciendo las talatomías y los implantes de electrodos. A diferencia de la cirugía convencional, el HIFU requiere intervenir en cada hemisferio cerebral con un lapso de tiempo de nueve meses para evitar efectos secundarios como problemas del lenguaje y cognitivos.
La técnica requiere un estudio previo del paciente, ya que no todos pueden beneficiarse de ella. Está desaconsejada en quienes sufren claustrofobia, usan marcapasos o están en terapia con anticoagulantes.
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