Si tienes una moneda de 20 céntimos como esta, puedes ganar un pastón
Un error en la acuñación en determinadas piezas las ha convertido en objeto de deseo de grandes coleccionistas, que están ofreciendo hasta 1.500 euros por moneda
A primera vista, no es más que una simple moneda de 20 céntimos que no hace más que ocupar espacio en bolsillos y carteras. Con un marcado color dorado, cada pieza tiene inscrita por una cara la figura de Miguel de Cervantes, motivo que viene acompañado de variados detalles en relieve y, cómo no, las inconfundibles estrellas de la Unión Europea. Hasta ahí, nada que se salga de lo común y que nos haga sospechar, ¿verdad? Y menos en una moneda que, no nos engañemos, cada vez está más en desuso por su escaso valor y, sobre todo, ante la generalización de los pagos con tarjeta, Bizum y demás sistemas vía móvil (caso del NFC).
Sea como fuere, hay determinadas monedas de 20 céntimos que están concentrando la atención de todo tipo de aficionados a la numismática y grandes coleccionistas. Y todo a raíz de un error en la impresión de algunas de ellas, que destacan por contener un exceso de metal. Concretamente, hablamos de aquellas que pertenecen a una edición especial en la que aparecía el rostro de Cervantes en 1999 y en las que el exceso de impresión en su rostro es bien visible. Al tratarse de ejemplares limitados, este carácter de especial y único las está convirtiendo en objeto de deseo de muchos coleccionistas de monedas y billetes, dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero.
De hecho, no hace falta más que darse una vuelta por determinadas páginas de subastas online para darse cuenta del valor que están adquiriendo este tipo de piezas. Es el caso de Ebay, en cuya página de subastas se ofrecen hasta 1.575 euros por estas monedas de 20 céntimos tan diferenciales.
Eso sí, este popular comercio no es el único lugar de la red de redes en las que se pagan cuantiosas sumas de dinero por este tipo de monedas, ya que es fácil encontrar ofertas de en torno a 200 y 300 euros. Así que, si tienes la suerte de encontrarte alguna y te asaltan las dudas, no te lo pienses: acude a los clásicos comercios especializados y casas numismáticas que hay en toda gran ciudad, donde podrán darte una mayor información sobre la pieza y tasar su valor real, en función de su estado de conservación.