El lúpulo se estrena en Euskadi
De las 474 hectáreas de lúpulo que hay, 469 se hallan en León
Euskadi nunca ha sido tierra de lúpulo, esa planta que se usa en pequeñas dosis para aromatizar la cerveza. Pero las cosas podrían cambiar, dado que últimamente ha habido un experimento en Escanzana, una de las poblaciones que componen el Ayuntamiento de Berantevilla, en el occidente de Álava.
En una finca de 1.200 metros cuadrados, propiedad de Ángel López de la Torre, se han plantado seis variedades de lúpulo, de manera experimental. La plantación se llevó a cabo el año pasado y las plantas ya son visibles desde lejos.
Se trata de un proyecto liderado por el sindicato agrícola UAGA, y cuenta con el apoyo de las cerveceras Gar&Gar (Donostia), Boga (Mungia), La Salve (Bilbao) y Olbea (Agurain). También colaboran el centro tecnológico Azti, el instituto Hazi, las asociación de productores vascos de cerveza EGE y Licorería Vasca Olañeta.
La filosofía es dotar a los productores de cerveza vasca de un lúpulo también vasco, para avanzar en especifidad. Como se sabe, el del lúpulo es un cultivo que, en la península ibérica, está casi totalmente limitado a la provincia de León. Allí es bastante corriente ver esta planta – que trepa hasta cinco o seis metros– en las riberas de los ríos Órbigo, Tuerto, Porma y Torío.
De las 474 hectáreas de la península, 469 se hallan en León. En la Rioja existen 5 ha, y hay otra finca experimental en Galicia.