El Gobierno Vasco activará en otoño los avales a la compra de vivienda para los menores de 40 años

Con una dotación de 144 millones de euros a través del Instituto Vasco de Finanzas (IVF), el programa avalará el importe que las entidades bancarias no llegan a sufragar y que suele rondar el 20% del valor del inmueble. El objetivo es por tanto facilitar que la financiación del crédito hipotecario alcance el 100%. Pero habrá limitaciones. El valor del inmueble en ningún caso podrá superar los 340.000 euros –sin importar si es de segunda mano o de obra nueva– y deberá estar situado en alguna localidad del País Vasco. Eso sí, hay que tener en cuenta que la mitad de las viviendas ofertadas en Gipuzkoa y el 90% en Donostia superan el límite económico establecido por el Gobierno Vasco.

Los interesados, además, deberán haber residido al menos dos de los últimos cinco años en Euskadi y sus ingresos no podrán superar los 50.400 euros si la vivienda la adquiere una única persona, o los 86.400 euros si firman dos. «El 90% de los jóvenes que viven de alquiler manifiesta su deseo de tener una propiedad. Los menores de 39 años son el segmento de la sociedad que representa mayor dificultad para tener los ahorros necesarios para comprar vivienda», ha reconocido Melgosa. De hecho, estudios oficiales apuntan que casi el 30% de los jóvenes ya reclamaban en 2023 al Gobierno vasco medidas para facilitar la adquisición de inmuebles.

Ahora bien, ¿cómo y dónde se podrán solicitar los avales? Las entidades financieras que colaboren con el programa -aún se desconoce cuántas y cuáles son- serán las que deberán estudiar si el interesado cumple con las condiciones para que se le otorgue un aval. El procedimiento será el mismo que cuando se solicita una hipoteca. Pongamos un ejemplo. Una persona interesada en comprarse una casa, pero sin el dinero necesario para hacer frente a la entrada exigida, deberá acudir a alguno de los bancos que formen parte del programa. Y una vez analizada la operación y los riesgos, será la entidad quien decidirá si el demandante cumple con los requisitos y los riesgos. Si la valoración es positiva, se le podrá dar «el 100% de la hipoteca».

El aval estará activo hasta que el solicitante pague el 20% del préstamo. Después desaparecerá y con él, todas las condiciones que se exigen, como que el piso adquirido sea destinado a vivienda habitual. Melgosa ha subrayado que el aval «no tiene coste» y que «las cuotas, tanto la parte de capital como de intereses, se abonarán al banco». ¿Y qué pasa si se produce un impago? La consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico ha asegurado que será el IVF quien ejecutará el impago, aunque «el riesgo es mínimo». «Los vascos pueden estar tranquilos. El programa cuenta con seguridad financiera y en caso de impago, se podrá recuperar reclamando judicialmente», ha añadido.

El objetivo de los avales es movilizar al menos 3.000 viviendas hasta 2029, año en el que concluirá el programa, y «derribar un muro, el de los avales, que muchas personas jóvenes sufren a la hora de querer emanciparse mediante la compra de un piso». El consejero de Vivienda, Denis Itxaso, ha valorado de forma positiva esta línea de ayudas al asegurar que «tanto en cuanto haya familias que puedan comprar una vivienda, estaremos reduciendo la presión del alquiler». «La demanda es descomunal y en esa demanda hay personas que querrían comprarse un piso, pero que no lo hacen por los elevados precios. Los avales contribuirán a restar presión sobre el registro», ha apuntado.

El consejero también ha adelantado que la línea de avales diseñados para sufragar los gastos y la fianza del alquiler se aprobará «antes de que concluya el año». Según ha afirmado, el objetivo es ofrecer acordar junto al IVF cerca de 20 millones de euros para avalar al menos 2.000 euros por persona beneficiaria.