Euskadi prepara ya sus tasas medioambientales a la espera de la norma estatal
Habrá impuestos al vertido y la incineración que podrían ser más altos que en España, y se estudia uno para la extracción de áridos
Una de las medidas estrella del Plan de Prevención y Gestión de Residuos de Euskadi 2030 para elevar el porcentaje de desechos que se destinan ... a reutilización, reciclaje o como materia prima para ser transformados en materiales secundarios, es la implantación de unas tasas sobre el vertido e incineración, de manera que «tirar no salga más barato que reutilizar» bajo el principio de 'quien contamina, paga'.
La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia (PNV), confirmó que el Gobierno Vasco y las diputaciones de Gipuzkoa, Álava y Bizkaia (las competentes en materia tributaria), tienen ya realizado un «análisis» sobre cómo podría ser esa fiscalidad medioambiental. No obstante, no ofreció ninguna pista ya que, recordó, la decisión final en cuanto a tipología y cuantías está pendiente de lo que determine sobre esta cuestión la Ley de Residuos y Suelos Contaminados del Estado, aún sin aprobar. «Primero hay que trasponer la normativa estatal», recalcó Tapia.
Todos los grupo excepto Vox se mostraron favorables a esta medida para «animar» a las empresas a elevar su compromiso con la gestión medioambiental de sus residuos. De hecho, varias de las enmiendas que modificarán el documento original van en esa línea. Así, PNV y PSE pactaron con EH Bildu y PP que ese impuesto sea gestionado en Euskadi y que esos ingresos se destinen al impulso de actuaciones contempladas en el plan. El texto compromete también a las instituciones vascas a «estudiar y analizar su complementariedad con tipos impositivos superiores que logren un cumplimiento más estricto de la jerarquía de residuos, favorezcan la economía circular y su inversión en I+D+I, y aceleren el camino hacia el vertido 0».
Los socios de gobierno también acordaron con EH Bildu aplicar «lo antes posible» una tasa de extracción de áridos «en caso de que sea factible» con el objetivo de «minimizar la extracción de materiales primarios y maximizar la de reciclados».
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