Euskadi combate en las aulas los efectos del móvil en la salud mental
Tres centros de Ibarra, Orio y Durango arrancan el lunes con el programa ZEOS, impulsado por Salud, que implicará por primera vez no solo a alumnos y profesores, también a las familias
Un tercio de los adolescentes pasa seis horas o más al día con su teléfono móvil. Un abuso que está generando consecuencias en la salud mental de los jóvenes, con un «brusco» aumento de casos de depresión o ansiedad en la última década. También de casos más graves, como trastornos de la conducta alimentaria, autolesiones o suicidios. Conscientes de que se trata de un problema de «salud pública», Euskadi ha impulsado un programa pionero, ya que por primera vez no solo implica a los chavales y los profesores, sino también a las familias, con el objetivo de promover una relación saludable con los móviles y mejorar la salud psicoemocional de los jóvenes. Este mismo lunes arranca en tres colegios como piloto, dos en Gipuzkoa y uno en Bizkaia, aunque la previsión es el que el curso que viene se extienda a más centros, ya que hay centros que ya han mostrado su interés.
El programa ZEOS (zentzusko erabilera eta osasuna saretzen, en castellano 'tejiendo salud y bienestar digital'), consta de cuatro formaciones para cada grupo objetivo y está financiado por el departamento vasco de Salud. Sus creadores son Telmo Lazkano, educador y experto en salud digital, y Maitane Ormazabal, terapeuta experta en salud emocional. Los dos guipuzcoanos serán los encargados de llevar a cabo las formaciones, que buscan «empoderar a las familias y a los profesores» en el conocimiento de la materia y las herramientas para frenar sus efectos, pero también «medir la salud digital y emocional/mental de nuestros adolescentes».
El proyecto, incorporado desde la asociación Mind Sight que forman los dos expertos, arranca el lunes en tres colegios de Orio, Ibarra y Durango, con los alumnos de 4º de la ESO (15-16 años). Se estima que serán cerca de 200 adolescentes los que reciban las formaciones, además de sus profesores y sus familias. No obstante, los cursos a este último grupo se van a extender a todo el municipio, con el objetivo de llegar a más progenitores. «Cuando vayamos a Orio, cualquier persona puede acudir a las formaciones para las familias», explican. En Ibarra empiezan el martes 9 de abril, en Orio el día 16 de abril y en Durango el 7 de mayo. Se puede consultar información o apuntarse enviando un mail a 'zeosprograma@gmail.com'.
Se trata de evitar poner el foco solo en el adolescente, como se ha hecho hasta ahora, «y tener una mirada más amplia para concienciar a su entorno, que es el que se encarga de su educación».
Lazkano y Ormazabal llevan años investigando sobre la materia y trabajando con adolescentes, un conocimiento que han plasmado en su libro 'Las voces del silencio: la salud mental adolescente en la década del cambio', que acaba de lanzar su segunda edición. Afirman tajantes que el «consumo de redes sociales a edades tempranas es una de las causas del brusco aumento de los problemas de salud mental en menores». Es por ello que el abordaje del programa ZEOS se hace desde la doble vertiente de la educación en lo digital y la salud emocional, «porque están totalmente relacionadas». No lo dicen ellos, lo avalan decenas de estudios realizados en todo el mundo, que han concluido que aquellos jóvenes que pasan más de tres horas diarias con el móvil tienen el doble de riesgo de padecer problemas de salud mental, o que cuanto antes acceden a un smartphone o una tablet, aumentan los comportamientos problemáticos. Además, se relaciona directamente la aparición de los móviles en 2009-10 con el aumento del 62% de las hospitalizaciones de menores por autolesiones, y el incremento en un 70% de los suicidios.
«Se critica mucho a los jóvenes, pero están siendo valientes al hablar de salud mental, que hasta ahora ha estado escondida»
Maitane Ormazabal
Experta en salud emocional
«Estamos pagando ahora las consecuencias de no haberle dado a la salud mental la importancia que requiere durante muchos años», advierte Maitane Ormazabal, que considera que el momento actual es «vital» para dar cabida a «lo emocional, más que nunca». Un trabajo, destaca, que ya están haciendo los jóvenes, «a los que se critica constantemente, pero que están siendo valientes al hablar de la salud mental, que hasta ahora ha estado escondida, y nos están diciendo que se están ahogando. No hay más que ver cómo están las unidades de psiquiatría».
El móvil, «altamente adictivo»
El punto de partida a la hora de afrontar la relación de los jóvenes con la tecnología ha sido el buen o mal uso de la misma. Un enfoque que los dos expertos no ven «justo», ya que «blanqueamos las aplicaciones y ponemos la responsabilidad en el menor», cuando se trata de una tecnología «que ha sido diseñada para ser altamente adictiva». Por ello, el objetivo para los jóvenes tiene que ser «ayudarles a poder entablar una relación saludable» con ese elemento que forma parte de sus vidas.
El primer paso de las formaciones será dotar a profesores y familias del conocimiento necesario sobre el uso de los móviles. «Es imposible educar a los hijos sin conocer las redes sociales y sus peligros», señala Telmo Lazkano, impulsor del reto 'No phone challenge' entre sus alumnos del instituto Peñaflorida de Donostia (una semana sin móviles), el cual fue premiado por el Gobierno Vasco y extendido a más centros. «Ponemos en sus manos un objeto que les da un 100% de libertad con un 0% de conocimiento. Nadie les ha enseñado a usarlo», insiste. Con la teoría asumida, les darán pautas para poner en práctica en el ámbito familiar, «medidas que ya han tenido éxito, como los diez hábitos para reducir el tiempo de pantallas en casa», explica Lazkano.
«Tenemos que ayudar a los menores a entablar una relación saludable con una tecnología que ha sido diseñada para ser adictiva»
Telmo Lazkano
Experto en salud digital
A los profesores se les darán «pautas para identificar relaciones no saludables con las redes sociales» y herramientas para aplicar «de forma individualizada, según la situación». Los alumnos, por su parte, realizarán el 'No phone challenge' y estarán una semana sin móvil, recogiendo cómo se sienten en un diario emocional.
Las dos formaciones restantes se centrarán en la salud mental, en la que se entrará en profundidad a hablar sobre ansiedad, depresión, TCA, autolesiones o suicidio. «Siempre nos preguntamos qué les pasa a los jóvenes, por qué actúan así. Pero la pregunta que tenemos que hacernos es qué le pasa a la sociedad para tener jóvenes en este estado. Es el sistema el que ha fallado, no ellos», defiende Ormazabal.
Cuestión de racionalizar
Los dos expertos advierten que con este proyecto no buscan «demonizar» los móviles o las redes sociales. «Son positivas en muchos aspectos, han dado voz a quien no la tiene y permiten llegar a muchos lugares. Se trata de racionalizar su uso». En este sentido recuerdan que en Silicon Valley, el epicentro de la tecnología, los menores no tienen acceso a móviles hasta los 16 años. Cuando termine el piloto realizarán un estudio que se recogerá en una memoria en la que medirán la relación de los menores con los móviles y cómo esa relación afecta a su salud emocional.
Dos guipuzcoanos en el comité de expertos de Juventud e Infancia
Los guipuzcoanos Telmo Lazcano y Maitane Ormazabal farman parte del comité de expertos seleccionado por el Ministerio de Juventud e Infancia para la generación de entornos digitales seguros para los menores. Formado por 50 personas, este comité creará una hoja de ruta para acabar con el acceso sin control a contenidos pornográficos o violentos y a webs de alto riesgo por parte de los adolescentes. Además, tienen un plazo de seis meses para elaborar un informe con un análisis detallado sobre el impacto de las tecnologías digitales en los menores. Las primeras reuniones comenzaron en marzo, por lo que se trata de una iniciativa que caba de echar a andar. Los expertos analizarán el problema en todas sus vertientes y dimensiones (familiares, educativas, legales, tecnológicas, de salud), y realizará una batería de propuestas y medidas concretas para su implementación a corto, medio y largo plazo para aplicar por Gobierno, autonomías, colegios, empresas, etc. Además, deben dar soluciones a todas las aristas del binomio jóvenes y móviles, desde los controles de acceso a contenidos inadecuados, al uso excesivo de pantallas o a problemas como la soledad.