«Un tercio de los adolescentes que delinque en Euskadi está sin escolarizar»
Considera «fundamental» la amplia formación y especialización de quienes trabajan en justicia juvenil a la hora de entender el descenso de los casos año tras año
La delincuencia juvenil continúa presente en nuestra sociedad, pero cada vez en menor medida «gracias a la amplia formación y especialización de los actores que ... trabajan en este campo», asegura Estefanía Ocáriz, psicóloga e investigadora del Instituto Vasco de Criminología de la UPV/EHU. Según ella, el perfil del joven delictivo en Euskadi es similar al de otras comunidades e incluso al del resto de Europa, y un dato que destaca es que «el 31% de esos adolescentes entre 14 y 18 años que delinque está sin escolarizar».
– ¿Cuál es el perfil de los jóvenes que delinquen?
– Está demostrado que la mayoría comparte las mismas variables. Por un lado existe una falta de control parental o figuras de referencia en sus vidas, a lo que hay que sumar un consumo tóxico importante así como, habitualmente, pertenecen a un grupo de iguales en situación de riesgo social. Además, coincide que tres de cada diez están sin escolarizar, aunque de entre los que sí acuden a centros educativos, muchos lo hacen tarde o acaban siendo expulsados por malos comportamientos en las aulas.
– De estos perfiles, ¿cuál es el más relevante?
– Todos tienen su grado de importancia, al igual que tienen su incidencia los problemas de salud mental o las habilidades sociales de cada persona. Aunque con esto hay que ser cauto, porque las mismas habilidades que te pueden proteger pueden ponerte en riesgo.
– ¿Qué diferencias hay entre los hombres y las mujeres que comenten delitos?
– Suelen tener un perfil similar, si bien la diferencia más palpable tiene que ver con la forma de actuar. Mientras que los chicos utilizan más la violencia con fuerza en sus actos, las chicas realizan más hurtos. Entre los delitos que cometen ellas, el que mayor porcentaje presenta es el de la violencia filio-parental.
– La opinión pública vincula la delincuencia juvenil o las bandas organizadas con la emigración. ¿Es así?
– Siempre es más fácil echar la culpa a los de fuera, creer o pensar que son ellos los que más actos delictivos cometen. Pero la realidad no es esa, ya que en el último informe hemos detectado que el 71% de quienes cometen delitos en Euskadi ha nacido aquí o en otras comunidades autónomas del Estado.
«Se repiten variables como la falta de control parental, los tóxicos o pertenecer a un grupo de iguales en situación de riesgo»
– ¿Qué estadísticas tienen sobre los delitos cometidos por jóvenes en el último año?
– En 2022 se solicitó la ejecución de 860 medidas, de las cuales 122 (14%) han sido medidas cautelares y 738 (86%) medidas firmes. La que se impone con mayor frecuencia es la libertad vigilada, con un 46%, seguida de los internamientos, con un 16%, y las prestaciones en beneficio de la comunidad, también con un 16%. Entre todo esto, es clave recalcar que el 79% son medidas de cumplimiento en medio abierto, mientras que el 21% restante se llevan a cabo en centros educativos. Es mucho más eficaz, sin duda, que estén al aire libre.
Lesiones, lo más habitual
– ¿Y cuáles son los hechos delictivos más habituales?
– En primer lugar las lesiones, que se dan en uno de cada cinco casos. Le siguen el robo con violencia y/o intimidación (17%), el hurto (13%) y el robo con fuerza (10%).
– ¿Qué porcentaje de adolescentes son reincidentes?
– Afortunadamente cada vez menos. En la actualidad estamos hablando de un 13,1%. Es decir, un 86,9% aprende de los errores cometidos y no vuelve a delinquir. Aquí se debe tener muy en cuenta el gran trabajo de formación y especialización de todos los actores que trabajan en justicia juvenil, como por ejemplo psicólogos y educadores sociales.
– Algunos sectores políticos criminalizan a los menores no acompañados, conocidos como 'menas'. ¿Qué opina al respecto?
– Es cierto que hay un pequeño grupo de menores extranjeros no acompañados que delinque, y algunos, por desgracia, lo hacen mucho. Pero son una minoría, porque la gran mayoría de los que llegan al País Vasco tienen una vida normal como la de cualquiera de nosotros.
«Los chicos utilizan más la violencia con fuerza, mientras que las chicas cometen más hurtos o violencia filio-parental»
– También hay quien defiende un incremento de penas e incluso adelantar la edad penal hasta los 12 o 14 años. ¿Ayudarían medidas de este tipo a reducir la delincuencia entre los jóvenes?
– Es un debate recurrente, pero la verdad es que los estudios indican que adelantar la edad penal por debajo de los 14 años no necesariamente implica que se dejen de cometer delitos. Existen servicios sociales que sirven para prevenir situaciones de esta naturaleza, así que no creo que adelantarla sea una solución.
– Hablamos de un perfil adolescente de 14 a 18 años. ¿Cuál es el itinerario posterior de estas personas?
– Como he dicho antes, la tasa de reincidencia apenas supera el 13%, lo que demuestra que cometer un delito termina siendo algo anecdótico en la vida de estas personas. De hecho, sabemos que es gente que acaba formando una familia, teniendo hijos y un trabajo. Otros, evidentemente, entran en prisión, pero son solo unos pocos.
– ¿Cuáles cree que podrían ser las acciones más exitosas para seguir reduciendo la delincuencia juvenil?
– La mejor es conocer las causas que han llevado a ese individuo a delinquir, porque si lo hace, sabemos que es porque algo le pasa, que algo no va bien en su vida. Si hacemos una intervención específica, porque no vale cualquier tipo de intervención, la tasa de éxito está casi asegurada.
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