«Renunciamos a una investigación europea de prestigio con la EHU, pero es nuestra respuesta ante el genocidio en Gaza»
La Universidad vasca recusa proyectos de investigación, como el de biomedicina liderado por Nora Fernández, que sumarían 247 millones, debido a la participación de Israel
Es docente de la facultad de Medicina de la EHU y hace escasas fechas recibió una de esas propuestas irrechazables para todo investigador, de las ... que aclaran el oscuro horizonte de la financiación asociada al conocimiento y allanan el camino del avance científico. Pero Nora Fernández ha dicho 'no'. 'No' a un proyecto de investigación europeo en el ámbito de la biomedicina y la computación «que nos hubiera supuesto subir un peldaño durante los próximos cinco años, además de adquirir un prestigio. Ha sido un golpe renunciar, pero duermo mejor», sintetiza su decisión.
Su grupo de investigación es uno de los varios de la EHU que en las últimas semanas ha renunciado a participar en proyectos internacionales con vinculación a entidades de Israel. En total, los programas descartados por este motivo otorgaban 247 millones de euros al conjunto de universidades e instituciones implicadas. El proyecto concreto rechazado por el grupo de Nora «es multimillonario, aunque a nosotros nos repercutiría en unos cientos de miles de euros».
Sin embargo, los principios éticos han primado sobre los económicos. «No vamos a negarlo. Aquí hemos ido consiguiendo financiación pero necesitamos dinero para asegurar la continuidad de los proyectos. Nos dolió renunciar pero no podíamos quedarnos. La decisión no fue difícil. No hubo debate. Las tres personas a las que nos implicaría este proyecto estábamos de acuerdo».
La docente no lo oculta. «Nos interesaba. Era mucho dinero y participar da mucho prestigio a nivel curricular. Así que nos pusimos a trabajar contentos y entusiasmados. Hasta que en una de las memorias vimos que participa una entidad de Israel. Al percatarnos de su presencia, nos informamos. Investigamos su naturaleza y confirmamos si se había manifestado contra el genocidio en Gaza. Si se hubiera desmarcado del mismo, no habría problemas en tenerlo como socio. Pero no se daba el caso».
Con pena, Nora explica el triple motivo de su negativa. «Primero, por principios personales. Segundo, por coherencia con mi institución, que ha dado un paso al frente en contra de lo que está sucediendo en Palestina. Y tercero, porque mi compromiso social como investigadora tiene que ver con la salud materno-infantil y no hay en este momento nada más crucial en este ámbito que aportar lo que podamos para que no pase lo que está pasando en Gaza».
Nora y su equipo han sentido en todo momento el respaldo de la Universidad del País Vasco, una de las primeras instituciones en posicionarse de manera contundente contra las actuaciones de Israel en Palestina. En abril del año pasado pidió revisar y «evitar las relaciones comerciales o académicas con quienes no respeten los derechos humanos, el derecho internacional o las resoluciones de Naciones Unidas en torno a la situación de Palestina». Más allá, se comprometió entonces a «no mantener y a romper relaciones con universidades y entidades israelíes que expresamente no muestren su rechazo a los crímenes contra la humanidad que se están produciendo en Palestina».
Compromiso de la EHU
Nora es conocedora desde el principio de ese compromiso adquirido por la EHU y asegura que «nosotras estamos de acuerdo con ese manifiesto y, por eso, en cuanto supimos de la presencia de esta entidad israelí, explicamos que no podemos participar. Lo comunicamos al grupo de trabajo y lo pusimos en conocimiento del rectorado. Nos consta que ya han detectado varios proyectos rechazados».
Ha sido el rector de la Universidad de País Vasco, Joxerramon Bengoetxea, quien esta semana ha reiterado que «la cuestión del genocidio del pueblo palestino es una prioridad para nuestra universidad», y que la EHU ha renunciado a proyectos de investigación que suman 247 millones de euros en áreas como la biomedicina o ciencias computacionales, «algunos por decisión de los grupos de investigación de la propia universidad y otros por decisión del equipo rectoral», ha señalado el rector.
La convicción no está reñida con la asunción de la pérdida competitiva. Nora recurre a la metáfora de lo ocurrido en La Vuelta. «Es como si salieran de la carrera todos los ciclistas menos los del equipo Israel. Esta decisión era lo que estaba en nuestras manos, pero tendríamos que tener más protección. La Unión Europea debería decir que Israel no puede participar en proyectos de investigacion mientras siga haciendo eso a lo que ya se le ha puesto nombre: genocidio. Nos obliga a nosotros. Nos deja a la intemperie. Es injusto».
Como reflexión final, «y como colmo», la investigadora apunta que «Israel es socio preferente en las convocatorias europeas. Quiere esto decir que no aporta dinero como España, Italia o Alemania, pero se beneficia de los resultados».
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